“No fue la inmobiliaria de Viña, ni la CAM ni las empresas forestales del sur. Es la sequía y las olas de calor. Es el cambio climático”, expresó el exministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, en su cuenta de Twitter para explicar las causas de los incendios que hoy afectan a la zona centro sur del país. El director ejecutivo de Global Methane Hub también señaló en la red social que la “gran mayoría de los incendios forestales se deben a quemas descontroladas en la interfaz urbano-rural”.
Mena explicó a DF que los efectos del cambio climático, como el aumento de la temperatura, el aumento de la frecuencia de las olas de calor, la mayor intensidad y duración de la sequía y la extensión de la temporada de incendios de octubre a mayo, agravan la condiciones de riesgo de los incendios forestales, al tiempo que coincide con una expansión del ser humano en las interfases que pueden provocar estos eventos.
Mena afirma que el ser humano está detrás de un incendio y que en Chile las causas más comunes tienen que ver con la quema de basura o la agricultura en zonas donde hay riesgo de propagación de las llamas o fuego mal extinguido, que se intensifica con el cambio climático .
Dice que el cambio de suelo y “la mala planificación territorial también inciden, como es el caso de Estados Unidos, donde la gente, por la subida del precio del suelo, se va a vivir a zonas más alejadas, en las cercanías de el bosque, aumentando el riesgo de incendios.
“En el caso de Chile, la frecuencia de incendios y el área quemada han aumentado significativamente. En los años ochenta consumían alrededor de 20.000 hectáreas al año, entre 2010 y 2018 rondaron las 400.000 hectáreas por megaincendios. En este contexto, las grandes plantaciones forestales también han provocado que la magnitud de estos incendios aumente respecto al año anterior”, comenta.
Megaincendios e impacto
Si bien las actividades humanas están en el origen, el calentamiento global está aumentando el riesgo de eventos extremos de incendios, más conocidos como megaincendios, no solo en el país, sino en áreas que sufren impactos similares por el cambio climático en su geografía, como California. en los EE.UU. y Australia.
Según un informe del Center for Climate Science and Resilience (CR)2 publicado en 2020, la megasequía acompañada de intensas olas de calor ha contribuido a la desecación y mortalidad de la vegetación, al alargamiento de la temporada de incendios y a “una mayor incidencia de condiciones climáticas propensas a incendios extremos y destructivos”.
Entre 1985 y 2018 se registraron 22 eventos extremos de incendios o megaincendios, los cuales a partir de 2010 han sido cada vez más extremos y extensos, aumentando su ocurrencia, principalmente entre las regiones de O’Higgins y Biobío, generando pérdidas sociales, económicas y emisiones de CO2.
Por ejemplo, los incendios extremos ocurridos en el verano de 2017, que afectaron a casi medio millón de hectáreas en la zona centro sur del país, generaron unas 100 millones de toneladas de CO2, equivalentes al 90% del total de emisiones nacionales durante 2016.
Todavía hay tiempo para determinar el impacto ambiental de los incendios forestales en curso, pero los expertos ya visualizan daños considerables, no solo por la generación de emisiones de Co2, sino también porque ya no hay bosques que capturen -secuestran- carbono, lo que podría impactar en la meta de neutralidad de carbono del país para 2050.
Mena explica que cumplir con esta meta depende de la captura de 65 millones de toneladas de CO2 en promedio y aunque hay buenas proyecciones por los planes de conservación y crecimiento forestal, las emisiones de 2017 emanadas de los incendios determinaron que el bosque pasará de ser un C02 hundirse al tener menor capacidad de captura futura.
“Los incendios forestales lograron borrar en gran medida los avances que el país había logrado en la mitigación del cambio climático. En este contexto, si la carbono neutralidad depende de la captura de carbono y el fin de los incendios forestales, estamos en serios problemas, entendiendo que ya no podemos contar con estas capturas, sino que los bosques chilenos ante el cambio climático pueden ser fuentes. de CO2 y no captadores de CO2, y que redoble esfuerzos para prevenir estos incendios forestales”, advierte.
Para hacer frente a la situación, propone trabajar en la ordenación del territorio, con el control de las quemas que “cada vez son más frecuentes en el periurbano donde se ha visto el mayor número de incendios forestales” y la limpieza de basuras y escombros de esos espacios. Y al mismo tiempo, separar la zona de plantaciones forestales o bosques de nuevos asentamientos de población, para reducir riesgos.
#Experto #explica #cómo #cambio #climático #aumenta #riesgo #incendios #forestales
Si quieres leer el artículo original puedes acceder desde este link:
Artículo Original







