La severa advertencia de Quinteros al plantel de Colo Colo tras la expulsión de Falcón ante Everton

Este martes la escuadra de Colo Colo se reencontró en el Estadio Monumental luego del empate 1-1 ante Everton, en casa, resultado que dejó a la escuadra con un sabor muy amargo. sobre todo por cómo se complicó el partido tras la absurda expulsión de Maximiliano Falcón, quien tiró un lanzamiento al mexicano Luis Montes tras una falta. La situación causó molestia en todos los niveles del club, ya que no es la primera vez que el uruguayo cae en estas conductas y perjudica a su equipo.

“Gustavo está enojado, porque no es la primera vez que pasa esto. Es al menos la tercera vez que sucede”., advierten desde Macul, para mostrar el fastidio del técnico, que el domingo no estuvo en el banquillo tras cumplir sus dos partidos de suspensión tras protestar contra el arbitraje. Y ese malestar no tiene necesariamente que ver con las expulsiones, que han sido pocas durante su estancia en Chile, sino con episodios en los que el jugador ha perdido rápidamente la compostura.

De hecho, en el reencuentro con la plantilla, el estratega habló con Falcón y todo el grupo y fue enfático en pedirles que no repitan irresponsabilidades en la cancha e incluso, no descartó sanciones internas ante actitudes recurrentes, comentan desde el club. El exabrupto del ex Rentistas le costó dos partidos de suspensión que le permitirán llegar al Superclásico, frenando lo que hubiera sido una verdadera hecatombe para el cuerpo técnico.

En esta situación particular, el descontento radica en que si bien Falcón es considerado por el grupo como un gran elemento, pues su ímpetu y deseo contagian a los demás, su inmadurez en este tipo de episodios también le pasa factura en momentos importantes. El domingo, Walter Lemma, el asistente de campo que reemplazó a Quinteros, lamentó la situación. “Siempre condiciona acabar jugando con uno menos. En este caso no se notó, tuvimos ocasiones después, los jugadores que quedaron hicieron un esfuerzo terrible para suplir la falta de un jugador que teníamos”, puntiagudo.

Además, es conocido el precario momento defensivo del Cacique, tras la grave lesión de Emiliano Amor y el acoplamiento de dos nuevas plantas, como Ramiro González y Matías de los Santos, un proceso que lleva un tiempo y que en el caso del primero no ha estado exento de complicaciones, debido a su irregular desempeño, mientras que el segundo aún no ha podido debutar por complicaciones musculares. Entonces, Daniel Gutiérrez toma fuerza para ocupar ese puesto.

Públicamente, el santafesino ha cuestionado las actitudes de su pupilo en circunstancias similares. De hecho, el año pasado, en un partido ante Ñublense, el DT reprendió duramente al zaguero por intentar levantar violentamente a Rodrigo Cisterna tras una falta. “¡No pienses, viejo! (…). ¡De nuevo! ¿Por qué te acercas?” La respuesta del defensa central no se hizo esperar y dijo: “¿Qué? ¡Si no le hice nada!”, fue el intercambio esa vez.

Dos meses antes, Peluca, ya de 25 años, tuvo un encontronazo con un jugador de Temuco. ahi el tecnico tomó la decisión de empujarlo fuera del lugar. “¡Piensa, tonto!” le gritó. “Falcón es un chaval que tiene muchas tarjetas amarillas por protestar y enfrentarse al árbitro. Cuando hablamos en el vestuario siempre decimos que con los árbitros no protesten, que de eso nos ocupamos nosotros. Da vueltas a los juegos. Hay que hacerle entrar en razón en un momento y eso hice, hacer que entre en razón, que se calme y se aleje del árbitro, porque si no, una tarjeta amarilla más deja al equipo con 10″.Lo explicaría más tarde.

“Si (Quinteros) lo hace y me llama la atención en ese sentido es porque es lo mejor para mí. Cuando una persona no te dice nada, no le importas, es porque no le importas. Cuando una persona está constantemente encima de ti, diciéndote esto o aquello es para mejorar, es por algo bueno. Hay que tomarlo como algo positivo”el oriundo de Paysandú contestaría tiempo después en Deportivo.

Falcón es el jugador con más amonestaciones de la era Quinteros y además su cuarta expulsión (tres en duelos oficiales y una en un amistoso) vuelve a alertar sobre cuáles son los límites del ímpetu. Por eso la molestia no es solo del cuerpo técnico, también del cuadro blanquinegro.