A fines de febrero, el proyecto de centro de datos que pretende instalar Microsoft en la comuna de Quilicura presentó una adenda complementaria al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) en la que la empresa respondió a cada una de las observaciones planteadas por los organismos públicos. Y a la fecha, la mayoría de estas entidades ya han emitido su pronunciamiento al respecto. ¿El resultado? Se mostraron satisfechos con los datos presentados por la empresa tecnológica, excepto por dos: el Consejo de Monumentos Nacionales y Municipio de Quilicura, lo que no descarta afectaciones a la comunidad.
Uno de los pronunciamientos corresponde al Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitanaque hace unos dias Dijo estar satisfecho con el documento emitido por Microsoftsiempre y cuando la empresa presente “un Programa de Compensación de Emisiones (PCE) PM10 equivalente, en formato di”, y que la operación actual y futura considere “el uso de un supresor de polvo DMS-DS u otro similar que permita reducir las emisiones en al menos menos el 70%.”

A tu lado, La Seremi de Salud de la RM dijo no presentar nuevas observaciones respecto al proyecto. Sin embargo, la entidad indicó que si la iniciativa es aprobada en términos ambientales, la RCA deberá señalar expresamente ciertos detalles. Entre ellos, se destaca que “La actividad contará con sitios de almacenamiento temporal de residuos industriales no peligrosos, residuos domiciliarios y asimilables a domiciliarios, durante las etapas de construcción, operación y cierre.
Y agregó que según los antecedentes presentados por Microsoft, el proyecto “no genera ni presenta ninguno de los efectos, características o circunstancias señalados en el artículo 11 de la Ley N° 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente”. Es decir, no contempla un riesgo para la salud de la población, efectos adversos significativos sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales renovableso una alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de los grupos humanos, entre otras cosas.
En tanto, desde la Dirección General de Aguas (DGA) de la RM expresaron su acuerdo respecto a los antecedentes sobre las medidas de manejo ambiental en el Canal San Ignacio y el impacto en la calidad de las aguas subterráneas. Y Destacaron los análisis fisicoquímicos del suelo incluidos en el Compromiso Ambiental Voluntario incluido en el proyecto.
Desde las seremis de Vivienda, Obras Públicas y Transportes, la apreciación también fue positiva. Y este último organismo señaló que durante la fase de construcción la empresa debe planificar la carga y descarga de camiones, evitando congestiones o filas de vehículos en la vía, entre otras consideraciones.

Municipio no descarta impacto en la población
Pese a ello, desde el municipio de Quilicura no quedaron conformes con la adenda complementaria, pues a juicio de esa alcaldía, “la información desplegada en los diferentes estudios es insuficiente para descartar afectaciones en la calidad de vida de los habitantes de la comuna”, y emitió una serie de observaciones al respecto.
Según el documento firmado por la teniente de alcalde, Jimena Jorquera, se pidió a la empresa que aclare la cantidad de agua que utilizará el proyecto año a año y si cuenta o no con un plan de reducción de consumo. Además, pidió especificar qué tipo de residuos peligrosos se almacenarán, cuál será la cantidad máxima y cuál será el plan de contingencia en caso de derrame o incendio. Y solicitaron a la empresa un plan de rehabilitación ambiental en el sector de San Ignacio.
A esto se suma la opinión del Consejo de Monumentos Nacionales, que sostuvo que el informe arqueológico no indica la superficie de cada una de las densidades de los materiales, que debió indicarse claramente en metros cuadrados. Y expresó que “si bien se realizó una caracterización arqueológica a través de calicatas, este no consideró el trazado de la línea eléctrica por la dificultad de acceso al terreno”.
Ficha técnica y problema con proveedores
Según la ficha técnica presentada por la empresa estadounidense a la SEA, el proyecto contempla una inversión de US$317 millones y su objetivo es proporcionar a varias empresas servicios de almacenamiento de datos electrónicos, copias de seguridad de datos electrónicos, recuperación de datos y gestión de la información.
La construcción consta de un edificio principal dividido en dos áreas, una para almacenamiento de equipos tecnológicos del centro de datos y toda la infraestructura necesaria para su operación, y un área de administración. Y a esto se suma la construcción y operación de una subestación eléctrica redundante de 26 MVA que será la principal fuente de energía del proyecto.
Según Microsoft, el centro de datos operará de forma continua las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año. Y la vida útil del proyecto se estima en 30 años.
A pesar de los avances en la evaluación ambiental, cabe señalar que el proyecto no ha estado exento de problemas. Esto, porque si bien el edificio fue entregado a mediados de 2022, algunos de los proveedores acusan tener facturas millonarias pendientes con Proyekta, la constructora a cargo de la iniciativa, que a mediados de este año solicitó su concurso voluntario de acreedores.
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