Se espera que el Producto Interior Bruto de China crezca alrededor del 5% a lo largo de 2024, afirmó este martes el presidente Xi Jinping. señalando que la segunda economía más grande del mundo está en camino de alcanzar su objetivo oficial.
La economía de China era “en general estable y progresaba en medio de la estabilidad”, dijo Xi en un evento de Año Nuevo, según un discurso publicado por la agencia oficial de noticias Xinhua. Los riesgos en áreas clave se abordaron eficazmente, mientras que el empleo y los precios se mantuvieron estables, dijo.
Aunque la cifra exacta no estará disponible hasta el próximo mes, la revelación del líder chino puso fin a un año de incertidumbre económica, en el que el objetivo de crecimiento se consideró inicialmente un “objetivo sin plan”. Las perspectivas para 2024 mejoraron después de que las autoridades implementaron una serie de medidas de estímulo desde finales de septiembre, y los economistas ahora pronostican una expansión del 4,8% este año.
Xi señaló que el apoyo a la economía continuará en 2025 durante su discurso de Nochevieja ante el máximo órgano asesor político del país, reiterando su llamado a políticas macroeconómicas más proactivas.
Se espera que China fija un objetivo de crecimiento similar para 2025 que este año, ya que sus máximos dirigentes indicaron a principios de mes que están dispuestos a adoptar medidas de estímulo más enérgicas. Eso ayudaría a la economía a compensar cualquier impacto de posibles aumentos de los aranceles estadounidenses después de que el presidente electo Donald Trump regrese a la Casa Blanca el próximo mes.
Un objetivo oficial de crecimiento del PIB no se revelaría hasta marzo, cuando se celebran las sesiones legislativas anuales. Los líderes chinos planean establecer un objetivo de crecimiento anual de alrededor del 5% para el próximo año, informó anteriormente Reuters. Los economistas encuestados por Bloomberg estiman un crecimiento del 4,5% para 2025.
En reuniones clave celebradas en diciembre, los líderes se comprometieron a aumentar el endeudamiento y el gasto públicos, así como la flexibilización monetaria, para estimular el crecimiento en 2025, en un llamamiento inusualmente directo destinado a impulsar la confianza. Aprobaron el primer cambio en la orientación de la política monetaria en 14 años hacia una política “moderadamente laxa”.
Pero la economía sigue lastrada por la débil demanda interna y unas perspectivas inciertas para las exportaciones, que han sido un motor clave del crecimiento este año. Es probable que la deflación persista hasta bien entrado el próximo año, mientras que el mercado inmobiliario continúa cayendo en picada.
Se espera que el estímulo inicial de Beijing el próximo año no alcance el tipo de acción radical que los analistas creen necesaria para detener la espiral descendente de los precios, pero Los funcionarios podrían aumentar el apoyo más adelante, cuando el crecimiento flaquee, como ha ocurrido este año.
Anteriormente, el Primer Ministro Li Qiang había revelado la tasa de crecimiento del país antes del anuncio oficial de la Oficina de Estadísticas, en un intento por levantar el ánimo. El pasado enero, en Davos, afirmó que la economía crecería un 5,2% en 2023, al tiempo que destacó que China no había recurrido a estímulos masivos.
Flexibilización monetaria
El La próxima medida de flexibilización monetaria de China podría venir del Banco Popular de Chinaque aún tiene que proporcionar un impulso de liquidez a los mercados mediante la reducción de la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener en reservas, una medida que anteriormente había señalado como posible para fines de 2024.
En octubre, el gobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, dijo que el banco central podría reducir el coeficiente de reservas obligatorias entre 25 y 50 puntos básicos, dependiendo de las condiciones de liquidez, para finales de año. En una reunión económica clave celebrada en diciembre, los principales líderes de China también se comprometieron a recortar el RRR en el “momento apropiado”, sin dar más detalles.
