El miércoles 18, el Banco Central (BC) entregará su segundo informe de política monetaria (IPOM) del año, correspondiente a junio. Para eso, ya tiene las cifras del iMacec de abril, del 2.5%, y del IPC de mayo, de 0.2%, lo que permitirá que termine con mayor precisión su diagnóstico en la evolución de la economía chilena.
En marzo, el BC estableció una estimación de crecimiento para el producto interno bruto (PIB) de este año, de entre 1.75%y 2.75%, mientras que para la demanda interna proyectó un 2.5%, para el consumo en un 2,3%y una inversión 3.7%. Mientras que para la inflación su proyección fue del 3.8%.
Ahora, para este informe, el rango para el crecimiento del PIB debe limitarse a un margen de 75 puntos. Ante esto, los economistas esperan que la parte inferior del rango planeada en marzo y estime una expansión del PIB de 1.75%-2.75%, entre 2%y 2.75%.
Este nuevo pronóstico estaría en línea con lo que previamente indicaba los expertos, quienes, al conocer el iMacec de abril, ya afirmaban que se aseguró un piso del 2% para el PIB de este año. “El BC descartaría un escenario de crecimiento de menos del 2% por año, que se basa en una expansión mayor que la anticipada durante el primer trimestre y una perspectiva bastante optimista sobre el rendimiento de la economía durante el segundo trimestre, que genera un piso cada vez más robusto para el agregado anual”, explica el economista de ECEC-UDP, Valentina apacábora.
Francisca Pérez, economista de BCI, espera que, en su mensaje sobre la macroeconomía, el BC destaca que “la actividad ha sido un margen algo mejor de lo esperado, debido a las mayores exportaciones de los gastos fiscales esperados y mayores”. Que la inversión ha recuperado, pero aún tiene espacio para crecer más, y que el gasto de los hogares es casi en su tendencia, aunque el riesgo está muy cerca de lo que ha sido muy cercano a lo que ha sido lo que ha sido lo que ha sido lo que ha sido más. debido a la debilidad del mercado laboral ”.
A su vez, Patricio Ramírez, coordinador del Observatorio Económico Social de la Universidad de La Frontera, anticipa un análisis en el que se dice que “en el margen, la actividad económica ha mostrado un rendimiento algo mejor de lo esperado en los meses anteriores, con un crecimiento moderado de consumo y mejores expectativas de hogares y empresas”.
Para el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, el BC ratificaría “el mejor comienzo del año debido al mayor consumo de no residentes, pero no vemos muchos cambios con respecto al resto. Tal vez destaca algunos ajustes de gastos fiscales, reduciendo el consumo del gobierno”.
Con respecto a las variables de la demanda interna, el consumo y la inversión, los expertos afirman que son probables que o que haya un ajuste al alza en el margen. “No veo muchos cambios allí, y si lo hay, deberían estar marginalmente al alza”, dice el economista de Euroamerica, Felipe Alarcón, mientras que Pincheira señala que “el consumo probablemente esté ligeramente ajustado y, por lo tanto, la demanda interna”.
Inflación y tasa de interés
En marzo, el Banco Central proyectó para este año una inflación anual del 3.8%. Entre enero y mayo, los precios se acumulan 2.4% y 4.4% por año. Y aunque el registro de mayo fue limitado, lo que se acumula en el año más algún efecto del aumento de las cuentas de la luz en el IPC llevaría, según los expertos, que el órgano rector aumenta ligeramente su proyección de inflación anual, del 3.8% al 4%.
“Debido a que el aumento de las tasas de julio es casi un hecho, debería incorporarlo a su proyección anual al agregar más o menos 0.2 a 0.3 puntos porcentuales”, dice Pincheira.
Para Alarcón, el Instituto Emisor debería aprobar del 3.8% al 4%. Pérez menciona lo mismo, quien afirma que “debe ajustarse al aumento, especialmente porque el BC no incluyó las tasas eléctricas de julio”.
En la tasa de política monetaria (TPM), los expertos esperan que el banco central entregue señales de los movimientos que deben especificarse en el segundo semestre. El día antes del IPOM, el 17 de junio, ya se habrá conocido su decisión de tasa de la reunión de junio.
Para Pincheira, el mensaje se centrará en “continuará actuando con cautela, pero ciertos riesgos alcistas parecen no haber sido ejecutados, por lo que vemos entre dos y tres cortes”.
Mientras que Ramírez afirma que el BC debería “reforzar en su mensaje el compromiso con el objetivo de la inflación y sus acciones para abordar este objetivo. Me parece que debería reconocer que los riesgos externos se han reducido, pero que no han desaparecido, por lo que la volatilidad sigue”.
Apablaza enfatiza que “el banco central debería reanudar el proceso de ajuste en el TPM en julio de este año, con una reducción inicial de 25 puntos base. Eso es lo que debe transmitir”. También menciona que “la tasa debería cerrar 2025 en un 4,5%, lo que estaría alineado con la inflación que permanecerá ligeramente sobre el objetivo, pero con las expectativas inflacionarias que están ancladas a corto plazo”.
Efectos de la guerra comercial
Uno de los problemas relevantes que estará presente en este IPOM es la actualización de que BC en el BC sobre la guerra comercial y sus efectos en la economía global y en Chile lo hace.
Para los economistas, el BC mantendrá un mensaje de precaución con respecto a estos impactos en el mediano plazo, pero al mismo tiempo hará que los efectos a corto plazo para el país no hayan sido negativos, ya que las exportaciones crecieron más del 10.7% en el primer trimestre. “Esperamos que el BC tenga una postura de precaución sobre los impactos a mediano plazo, principalmente a través de la actividad, en línea con las mejores perspectivas de crecimiento para los socios comerciales que derivan de la conmoción de las tarifas recíprocas impuestas en abril”, dice Aplaza.
También agrega que “también consideramos que el banco central puede contribuir significativamente a disminuir la incertidumbre local, en base a un análisis de indicadores de alta frecuencia que muestran una economía que no se ha visto afectada a corto plazo, tanto en términos de actividad, expectativas y condiciones financieras”.
Pincheira señala que “hasta ahora los efectos han sido más o menos limitados, pero seguramente los impactos en la actividad de China se analizarán de cerca”.