“Paquete de bienvenida“lee el saludo estampado en la entrada principal al predio del Parque Estadio Nacional. Como para dejar claro que este es un espectáculo de Shakira, una experiencia profunda atravesada por el sentimiento de pertenencia.
Este regreso al país, a menos de un año, fue pactado desde el principio. A diferencia de su pasado de marzo y abril, que tuvo cierto sentimiento de venganza, lo ocurrido la noche del sábado 22 tuvo un adelanto mucho más tranquilo. Sumando incluso buenas noticias, como que el regreso de Shakira a la carretera ha sido todo un éxito. En mayo, una lista de Billboard la posicionó como la única latina entre las 10 giras más exitosas en lo que va de 2025.
Un logro basado en el poder de su marca y en la forma en la que se ha reinventadoigualmente entre una estrella de la música y un influencer. Ha traspasado abiertamente su vida privada a su trabajo, haciendo de su discurso motivacional y de empoderamiento femenino un eje de su espectáculo.
El montaje del espectáculo ofreció la posibilidad de realizar fotografías en la zona de acceso junto con grandes imágenes del colombiano. Además, se le vio sonriendo en los anuncios de los patrocinadores e incluso en los avisos que se colocaron en el metro. Todo giró en torno a Shakira.
Como se ve en los conciertos. Las mujeres ya no lloran gira mundial, Shakira es acompañada en su camino hacia el escenario, ya sobre las 22:00 horas Un momento que le permite caminar cerca del público, mayoritariamente femenino -también muchas chicas-, y darse un baño del calor popular antes de subir al escenario y empezar con el fuerte, en clave techno. “Gracias Santiago por esperarme, definitivamente no hay mejor reencuentro que el de una lobita con su manada chilena”, saludó.

El colombiano presenta un espectáculo estructurado en momentosmarcado con cambios de ropa y diferentes arreglos escénicos; acompañada de sus bailarines, en otros tramos por sus bailarines, también cuelga una guitarra para cantar Inevitablealternando entre su material más clásico del tipo Los de la intuición y Estoy aquícon canciones más recientes como TQG y Felicidades.
En este cruce de su vida con su trabajo, Shakira desarrolla una propuesta que Incluso suma la participación de sus hijos, Milan y Sasha, en pantalla.al cantar parte de Acróstico. Un detalle que apela a la maternidad y le habla directamente a la espectadora que acudió al espectáculo con algunos retoños, equiparando de alguna manera su situación con la de una mujer común y corriente. También repite la idea de autoayuda y resiliencia, como apelando a las experiencias de su audiencia. “El amor al otro es bonito, pero el amor propio es más bonito”, dice antes de cantar mujer soltera.
Otro detalle del espectáculo está en el uso de recursos audiovisuales. El más evidente es como separador de segmentos que permite cambios de vestimenta del artista. Son piezas de alta definición, que apelan a muchas imágenes de la naturaleza; lobos, sirenas, cascadas. Asimismo, la transmisión en las pantallas muestra planos y secuencias más propias de un videoclip que de un concierto; al cantar el hit Las caderas no mientenla estrella muestra casi los mismos pasos que el videoclip, en un guiño a esos años de expansión en el mercado americano.

Shakira también se permite algunas variaciones en el repertorio.como en la introducción a la guitarra de Monotoníao la relectura del arreglo de ojos asíalgo más etéreo y oriental que el original. Casi de inmediato pasa a un breve segmento en el que interpreta dos clásicos de antaño, ante el multitudinario coro de los fans. Con guitarra, ¿no? Pies descalzos, sueños blancos. y Antologíacon una alta respuesta del público, como resaltando su esfuerzo inicial por mostrarse como compositora, que a veces se pierde entre tanto revuelo escénico.
El segmento final, que no escatima en luces, confeti, fuegos y cambios de vestuariorevisita los territorios artísticos de Shakira, desde dia de enero a Suerte (cuando sea y donde sea)cerrando con ella loba y el BZRP Music Sessions #53 que ha ocupado un lugar destacado entre la subcategoría de canciones de despecho, lo suficientemente actuales para la generación Z y convincentes para los millennials. Shakira, es suficiente para todos.







