Economia
A dónde va la derecha sin Piñera
La sorpresiva muerte del expresidente Sebastián Piñera Echenique conmocionó al país, a la derecha, pero muy especialmente a Chile Vamos, donde el exmandatario ejercía un fuerte liderazgo transversal debido a las redes, tanto de familia como de amigos, que mantenía esencialmente en la UDI y su partido, Renovación Nacional (RN), conocido públicamente como “piñerismo”.
Una de las grandes preguntas que ronda en el ambiente es cuál será el futuro de la oposición sin la figura y liderazgo del exmandantario; quién tomará la posta de la conducción y, por sobre todo, cómo se aterrizará uno de sus mayores legados: la “incansable” búsqueda de acuerdos a la que no renunciaba Sebastián Piñera, ni en su propio sector ni con sus adversarios políticos.
Respuestas todas difíciles de responder a tan escaso tiempo de la tragedia, pero sobre las cuales distintos analistas y cientistas políticos tienen algunas ideas que parten de lo profundo de las convicciones políticas del expresidente y su trayectoria.
Analistas políticos consideran difícil que surja una figura capaz de heredar el capital político acumulado por Piñera.
Existen diversas miradas sobre el futuro del “piñerismo”, que alcanzó su auge en los periodos previos a las elecciones del expresidente y durante sus dos mandatos; pero existe coincidencia en que -como dice el analista Tomás Duval- es difícil que alguien se pueda arrogar ese legado, puesto que está muy ligado a la figura del exmandatario y a sus redes de apoyo en la derecha de manera transversal y que “actuaba con toda libertad”.
En este sentido, Duval es categórico: “El piñerismo muere sin Piñera; porque la mayoría de los que se identificaba con él no juega un rol en el área política”, salvo Evelyn Matthei.
Con ello coincide Marco Moreno, pero haciendo énfasis en que el piñerismo no es una institucionalidad formal, “funcionaba cuando estaban en el poder, cuando Piñera era Presidente”, pero ahora –dice- “no es un actor relevante y tiende a diluirse”.
Kenneth Bunker matiza un poco esta visión al subrayar que el concepto conlleva un cierto “personalismo” que tiene que ver con la forma de ser de Piñera, lo podrían representar distintas personas, una de ellas –enfatiza- podría ser Evelyn Matthei, pues comparte algunos de los atributos del exgobernante, como el pragmatismo y conversar con todos los sectores.
“Derecha progresista”
Un anhelo de Piñera era modernizar a su sector político al punto de convertirlo en una “derecha progresista”, recuerda Aldo Cassinelli, quien comparte que el piñerismo es casi imposible que se mantenga, pues se sustentaba en la figura del exmandatario y “dos piñeras no vas a tener. Alguien capaz de pensar en forma estratégica y ponerse a él mismo como el centro de esa estrategia no ocurrirá”.
Sin embargo, agrega, que lo que sí puede ocurrir, y es el gran desafío de Chile Vamos, es que el sector se amplíe hacia el centro político, “donde Piñera articulaba su fuerza”, y “evolucione desde una lógica anclada en una persona hasta ser una propuesta política de derecha progresista, como a la que aspiraba” el Expresidente.
Pero advierte la existencia de un temor latente, y es que sin la presencia de Sebastián Piñera, cuyo liderazgo mediador contenía las diferencias entre los partidos, aumenta la posibilidad de que estas se profundicen y el desafío de una “derecha progresista” se diluya.
“El “piñerismo” debiera ser capaz de darle fuerza a una derecha moderna, ejecutiva, más democrática en sus valores, conciliadora”, dice Patricio Gajardo, “como una forma de honrar el legado del exmandatario y dando origen a una alianza mucho más amplia, que vaya de Demócratas y Amarillos hasta la UDI”.
Mientras que Patricio Dussaillant cree que dado la larga trayectoria política de Piñera “sus múltiples intereses deberán recaer en varias personas e instituciones” y que “su proyección política estará en Chile Vamos, que compartía su visión y valores, y puede asumir parte de su legado”.
¿Heredero político?
Respecto de si existe una figura capaz de heredar el capital político acumulado por Piñera, todos lo ven difícil.
Dussaillant plantea que “un rol amplio, y no sólo en lo político, le puede caber, tal vez, a Andrés Chadwick y, en lo político contingente, probablemente, a Evelyn Matthei. Con todo, dada su inteligencia, ansias de conocimiento y variedad de intereses y preocupaciones, no será fácil que exista un solo “heredero político””.
La figura de la alcaldesa Matthei es la primera que surge del análisis, pero más que una heredera política se le ve como la figura capaz de captar el capital político de Piñera para convertirse en la primera mujer de la derecha en llegar a La Moneda, y en cumplir con las exigencias de gestión que se le hará al sector, luego del sello impreso por el exgobernante.
Mientras que para Cassinelli “no hay heredero del liderazgo de Piñera; pero guardando las distancias, Evelyn Matthei es la más posicionada para representar este modelo de derecha progresista”; porque –complementa Gajardo- comparte algunas características del exmandatario como ser economista, ejecutiva y “tiene todas las ventajas para aterrizar el discurso de los acuerdos”.
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