En el balance final, el triunfo de Chile Vamos en las últimas elecciones se tradujo en tener 19 intendentes en la Región Metropolitana, recuperar comunas simbólicas como Santiago y Ñuñoa, y volver a marcar presencia en la zona norte de la capital con Max. Luksic en Huechuraba y con Agustín Iglesias en Independencia. Este último fue uno de los candidatos que presentó el alcalde de Providencia y abanderado presidencial de la UDI, Evelyn Mattheiapoyado con más fuerza.
Si bien no milita dentro de Chile Vamos -compitió como independiente en un cupo UDI, aunque es cercano a RN- ha ganado ascendencia dentro del bloque más joven de la coalición y sobre el jefe comunal. Tras aclarar los primeros resultados de las elecciones municipales y de gobierno autonómico, y con la inminente conversación presidencial para 2025, Iglesias afirma que “no voy a decir qué tiene que hacer cada partido, pero está claro que el único competitivo en” La persona con derecho a ganar las elecciones presidenciales el año que viene es Evelyn Matthei”.
Chile Vamos pasó de tener 87 municipios a 122, ¿dónde está el bloque?
En comparación con el proceso de 2021, Chile se gobierna de una manera más realista de lo que realmente es. Chile no es un país de extrema izquierda ni de extrema derecha. Y para Chile Vamos es un gran resultado, es una buena elección para los moderados. Se elige Chile Vamos a pesar de todo el desgaste que se suponía debía tener como marca y todos los supuestos de que los republicanos la iban a romper.
¿Pasó? auge ¿Elecciones del Partido Republicano?
En política casi nunca se puede decir eso, especialmente en un país como este, que cambia de año en año, entre elección y elección. Pero sí en este pase había opción por una derecha menos de trincheras. Esperemos que sea el primer paso para salir del fango político. Y los alcaldes, al menos, tenemos que mostrar voluntad de colaborar con cualquiera. Estoy dispuesto a colaborar con el presidente Gabriel Boric, o colaborar con alcaldes vecinos de distinto signo como Fares Jadue en Recoleta (…). En Chile Vamos hemos aguantado la presión de no ser un proyecto extremo y eso pasa por no caer en la lógica del bien y del mal. Y hemos resistido bien la búsqueda de ofrecer una alternativa de derecha, pero reformista y más moderada.
¿A qué atribuye el retroceso de la izquierda en estas elecciones territoriales?
Sucedió todo lo contrario a lo que ha sucedido en Chile Vamos. La Concertación -parte de lo que hoy constituye el Socialismo Democrático- renunció a sus propios principios ideales que la llevaron a tener tanto éxito durante muchos años. Cuando renuncian y abandonan esos principios, entregan el espacio y la agenda al Frente Amplio y al Partido Comunista.
Usted es de los que plantean que aún existen demandas legítimas expresadas en las protestas de 2019. ¿Cree que Chile Vamos también abraza esa idea?
En Chile hay problemas reales y profundos y quien lo niegue es porque no conoce el país. En mi nuevo rol quiero colaborar y ser útil en el sentido de que Chile Vamos entienda que el estallido social sí tuvo que ver con problemas que hay en el país, que hay problemas en cuanto a cómo se distribuye el ingreso, que hay problemas importantes entre las familias más pobres y de clase media que llegan a fin de mes con lo justo. Espero que en este tiempo que queda antes de las elecciones presidenciales podamos entender bien lo que pasó en octubre de 2019 (…). Hay controversia en el sector sobre la lectura del estallido, pero al menos todos coincidimos en que hubo una violencia desmedida, totalmente injustificable, que le hizo mucho daño a Chile. En cualquier caso, hay que fortalecer ese diálogo interno, porque no es posible gobernar si no entendemos en profundidad lo que está pasando hoy en el país.
Uno de los lemas de esta campaña fue “El equipo de Evelyn Matthei”. ¿Cómo se ve el año 2025?
La noche de los resultados, Evelyn Matthei tomó un examen súper importante y lo aprobó con muy buena nota, por lejos. Porque el liderazgo que ella apoyó tuvo muy buenos resultados. Pero en momentos como estos, de triunfo, no es momento de volvernos locos ni de cambiar de objetivos. Los triunfos se viven con humildad, porque la responsabilidad es muy grande. Hay que demostrar con hechos concretos lo que se puede hacer en comunidades como Independencia, que se puede vivir mejor en determinados barrios y no con consignas ni palabras.
Matthei actualmente sólo cuenta con el apoyo de la UDI para un desafío presidencial. Tras los resultados, ¿debería ser proclamado por el conjunto de Chile Vamos?
Chile Vamos tiene que traer al candidato más competitivo para competir por la presidencia contra la centroizquierda o contra la izquierda en noviembre del próximo año. Entonces, quienes quieran estar en una primaria tienen que demostrar que son competitivos. Dicho esto, no voy a decir qué tiene que hacer cada partido, pero está claro que la única persona competitiva de la derecha para ganar las elecciones presidenciales el año que viene es Evelyn Matthei, porque si se trata de tener una primaria que genere discusiones que afectan a la unidad del sector, pueden ser más perjudiciales que positivas. Hoy no hay nadie que pueda decir que “soy competitiva para competir hoy con Evelyn Matthei”.
Durante la campaña usted criticó a algunas figuras de su sector y su decisión de competir por la derecha en comunas “fáciles”. ¿Reafirma esas objeciones?
Más que repetir o no repetir las críticas, lo que hicimos en Independencia es una señal de que la derecha es competitiva en los espacios populares. Espero que de aquí en adelante en Chile Vamos tengamos los mejores donde hay problemas complejos, y que dediquen tiempo y trabajo a recuperar alcaldías. Si creemos que nuestro proyecto político es mejor para el país, debemos estar dispuestos a disputar los espacios más difíciles.
Sus críticas en aquella ocasión apuntaron a Marcela Cubillos, quien finalmente fue derrotada en Las Condes. ¿Te gusta el triunfo de Catalina San Martín?
Lo ocurrido en Las Condes es una lección para toda la clase política. Una comuna históricamente de derecha dice en su voto: “Soy de derecha, pero no estoy dispuesto a tolerarlo todo”. Y eso es importante porque hay límites en la política, y esos límites los fijan los ciudadanos en su voto.