Alexis Sánchez recarga baterías y busca motivación: “Siéntense, miren y aplaudan”

Alexis Sánchez vive horas decisivas. Su futuro está en discusión. Varios clubes europeos están pendientes de la evolución de su relación con el Inter de Milán, pero el propio técnico lombardo, Simone Inzaghi, sale a poner límites a los posibles interesados. El estratega advierte que el Chico Maravilla es uno de los delanteros que considera en el plantel al que se enfrentará la próxima temporada, aunque, con cuidado, no aborda lo que más preocupa al tocopillano: el grado de protagonismo que pretende darle. en el nuevo ciclo. “Tenemos seis delanteros, incluido Alexis Sánchez”, estableció el estratega, en el marco de consultas relacionadas con el potencial fichaje del argentino Paulo Dybala.

El chileno quiere jugar. Ha sido su naturaleza desde que comenzó en el fútbol. Solo las lesiones le han impedido tener la continuidad que, por nivel, pocos se atreverían a discutir. El Inter y el propio Inzaghi han valorado la aportación que ha hecho al vigente campeón de la Serie A. Sin embargo, ni el club ni el entrenador pueden garantizar lo que espera: la titularidad.

Sánchez se prepara al máximo. A través de sus cuentas en las redes sociales, da muestras de un entrenamiento exigente para estar a la altura de las circunstancias. A sus 33 años asume que está en la recta final de su carrera y quiere terminarla al más alto nivel posible, dejando una imagen cercana a sus mejores épocas. Y siente que todavía es capaz de lograrlo.

Mentalmente, es fuerte. Ella también lo brilla. “Con todo esta temporada, la gran ctm recargada”, escribe en primera instancia, apelando a un argentinismo que seguramente asumió en su paso por River Plate, donde también sueñan con tenerlo. “Para seguir deleitando con el que amo”, añade, acompañando esa parte de la reflexión con su mejor amigo: el balón de fútbol. Y remata, probablemente en un mensaje a sus detractores: “Siéntate, mira y aplaude”.

El club italiano necesita tenerle en plena forma. Una de las motivaciones que lo ha llevado a explorar el mercado como una de las posibilidades para deshacerse del chileno es el alto costo de su salario anual. En este contexto, si Inzaghi insiste en retenerle, los planes cambian: se hace imprescindible que alcance su mejor forma y, sobre todo, la estabilidad futbolística que no ha tenido desde sus mejores tiempos.