La llegada al Ministerio del Interior de la abogada Ana Lya Uriarte, como jefa de gabinete, tiene una primera y obvia interpretación: es el desembarco del bacheletismo en La Moneda de Gabriel Boric (del bacheletismo o lo que queda de él, una mezcla de hermandad política y sentimental en torno a la figura del expresidente socialistaen lugar de un proyecto actual).

Es el regreso al Palacio de una de las mujeres fuertes del segundo gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018) -quizás la más fuerte de ese período-, quien como jefa de gabinete de la mandataria tuvo que afrontar crisis especialmente delicadas de esa Administración, como el caso Cavalla polémica por los terrenos adquiridos por la hija menor del presidente en las inmediaciones de la minera Dominga o la Operación Huracán.

Cuando Bachelet llega a Chile desde Ginebra y se reúne con sus excolaboradores y amigos de la política, siempre está Ana Lya Uriarte, comentan quienes participan en estos encuentros. Abogada, madre y abuela de 59 años -fue madre de su primera hija a los 13 años, según relató ella misma extensamente en un reportaje de finales de la década del 2000-, la especialista ambiental tiene una fuerte vocación militante y política. cultura de bloque, a diferencia de la ministra del Interior, Izkia Siches.

el súper poderoso

El abogado forma parte de los socialistas que vienen de la militancia en la Izquierda Cristiana (IC), como el propio Mahmud Aley, con quien formaron la principal dupla política del segundo gobierno de Bachelet. Cuando el El caso Caval estalló en febrero de 2015 y dejó al propio gobierno agonizante y decenas de heridos, entre ellos el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, gran crítico de Uriarte.–, la dupla entre el subsecretario de Gobernación y el jefe de gabinete del presidente funcionó como el principal baluarte de la gestión y el poder de ambos era evidente y reconocido. La prensa la definió como “la súper poderosa”.

Ana Lya Uriarte forma parte de la corriente de Nueva Izquierda en el PS –como Bachelet en su momento–, aunque hoy los líderes de esa corriente viven un profundo distanciamiento político (Camilo Escalona y Osvaldo Andrade, como el propio Aleuy), en un contexto con la Lotes partidistas tradicionales distorsionados. Ella se define como cerca de Paula Narváez, la excandidata presidencial del PS por la que hizo campaña –pese a las tensiones que habrían tenido cuando Uriarte reemplazó a la psicóloga en 2014 al frente del gabinete presidencial–, pero distante de otros sectores de la misma comunidad, donde tiene muchas críticas. Tiene importantes vínculos políticos tanto con Escalona como con Aleuy, a pesar de la distancia entre ambos, aunque ha sido una “escalonista” histórica.

En el partido recuerdan que en 2009, en medio de la crisis de la Coalición entre la primera y segunda vuelta presidencial entre Eduardo Frei y Sebastián Piñera, un puñado de militantes fue a esperar a Escalona al aeropuerto en señal de apoyo. porque se había negado a renunciar a su partido, a petición del candidato finalmente derrotado. En el grupo estaba la entonces ministra de Medio Ambiente de Bachelet, Ana Lya Uriarte.

Fue en ese período que como política y abogada lideró la reforma de la institucionalidad ambiental en 2010 y creó el ministerio, la superintendencia ambiental y los juzgados ambientales. Entonces, dicen quienes la conocen, adquirió experiencia política para negociar con todos los sectores.

Es a lo que regresa Ana Lya Uriarte: para apoyar a la ministra Siches tras dos meses del médico en el cargo, en los que ha tenido un aterrizaje complejo. Han sido semanas marcadas por el atentado en Temucuicui, una seguidilla de errores como la falsa denuncia de aviones inmigrantes en el Congreso, su descenso sostenido en las encuestas, fuertes desafíos por delante –la triple crisis en La Araucanía, el reclamo de mayor control del orden de la delincuencia y la crisis migratoria en el norte– y una carencia que se ha hecho evidente: la falta de experiencia y vinculación política del ministro que no tiene partido (Se desempeñó durante un tiempo en el JJCC en la universidad). Las relaciones de Uriarte, en cambio, se extienden a varios sectores de la clase dominante (su exesposo, Claudio Troncoso, es miembro de la DC).

La “Operación Uriarte

Llegará a La Moneda el próximo lunes, según confirmó Gobernación, y su arribo se produce casi en paralelo con este miércoles Bachelet anunciará que aprobará la propuesta de nueva Constitución en el plebiscito del 4 de septiembre. La exministra de Sebastián Piñera, Isabel Pla, lo señaló en Twitter: “Interesante coincidencia que el mismo día que la presidenta Bachelet apoya el Aprobatorio, sabemos que su exjefa de Gabinete reforzará el equipo de Gobernación. Dos pequeños empujones, en dos de las principales preocupaciones del gobierno”, escribió. Los que conocen a los personajes, sin embargo, Descartan que “la operación Uriarte” haya sido tipificada por Bacheletaunque es público y notorio que el expresidente fue uno de los líderes que abrió el camino al Frente Amplio y, después, vio con muy buenos ojos el surgimiento de la figura de Siches.

En Interior informan que la relación entre Siches y Uriarte no es reciente. El abogado la ayudó de manera informal incluso antes de que asumiera el cargo el 11 de marzo y mantuvieron conversaciones con cierta periodicidad, donde intercambiaron miradas sobre diversos temas políticos. Nada extraño. Desde un punto de vista muy feminista -Uriarte es una de las líderes de una chat de abogados especialistas en medio ambiente que forman profesionales de distintos sectores políticos, la propia Bachelet no ocultó lo deslumbrada que estaba con la dirigencia de Siches.

Escribiendo para la revista Time en febrero de 2021, el expresidente socialista elogió el “asombroso liderazgo y el enorme potencial” de Siches. “Millones de votantes chilenos comparten sus sueños de un servicio de salud moderno, dando esperanza de que llegó para quedarse”, escribió Bachelet. En el centro-izquierda, recuerdan cómo, antes de que tomara forma la candidatura de Boric, Algunos líderes cercanos al bacheletismo –incluido Uriarte– habrían hecho esfuerzos directos para empujar una aplicación de Siches a La Monedaque el exlíder del Colegio Médico rechazó.

Vínculos con Boric

El nuevo jefe de gabinete de Siches, por su parte, conoce al presidente Boric desde hace años, desde los tiempos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile (Hasta ahora era directora de extensión, cargo que seguramente dejará antes de llegar a La Moneda). Uriarte fue uno de los docentes que apoyó la gestión de Boric cuando fue presidente del centro de estudiantes de la facultad en la toma de 2009 y, posteriormente, de la FECh, a partir de 2011 (cuando sucedió a Camila Vallejo). Pero no es el único vínculo importante para Uriarte hoy en La Moneda: Andrea Reyes, asesora del segundo piso, trabajó con ella en el Centro de Derecho Ambiental de la misma universidad.

Ana Lya Uriarte, a su vez, es íntima amiga de la abogada Valentina Durán, la nueva directora del Servicio de Evaluación Ambiental, muy cercana a Boric y sobrina del expresidente Ricardo Lagos.

Pero aunque los lazos políticos y la experiencia juegan a favor del nuevo fichaje del actual gobierno, en el propio oficialismo auguran posibles problemas.

Un abrazo de oso”

Para empezar, la llegada de Uriarte despertará resentimientos evidentes en Approve Dignity, porque se trata de un militante socialista que, una vez más, llega a un espacio privilegiado de poder (los socialistas no sólo tienen Hacienda y otras carteras clave, sino también la propia Subsecretaría de Gobernación, con el exdiputado Manuel Monsalve, cercano a Aleuy y al Uriarte). Amante de la cumbia, de la buena mesa y con un carácter que no estaría dominado precisamente por la témpera -“la nueva pareja” de Siches, según confesó el mismo ministro hace unas semanas-, su nuevo jefe de gabinete podría pesar seguro. mochilas, dicen en los mismos círculos gubernamentales. El estudio de Uriarte fue investigado en su momento en una de las aristas del caso Caval y fue en el segundo gobierno de Bachelet que se desarrolló la Operación Huracán, basada en pruebas policiales falsas en el marco del conflicto de La Araucanía.un tema particularmente sensible para esta Administración y esa cartera.

Pero sobre todo temen a la izquierda, La fortaleza política de Uriarte podría ser una especie de abrazo de oso para el debilitado ministro.