No hubo celebraciones en La Moneda. Los resultados del Servicio Electoral, con el amplio triunfo de Jeannette Jara, quien lleva la PC a un asiento histórico, colisionó por primera vez, con un palacio del gobierno, casi vacío y sin la presencia del presidente Gabriel Buric, por jurisdicción paterna.
El presidente del frente de ala sufrió anoche una derrota tan fuerte como la que enfrentó el ex ministro del interior, Carolina Tohá, cuando el ex ministro de trabajo lo supere ampliamente.
Inicialmente, Bóric optó que el militante de PPD podría ser el continuador de su legado político y liderar la coalición progresiva única que siempre ha promovido.
Pero el El resultado de la escuela primaria oficial de ayer evidenció en primer lugar el bajo interés de los ciudadanos para participar en la competencia oficial, lo que puso a la posibilidad de superar el derecho de noviembre.
Además, este domingo su fiesta, El frente ancho, sufrió un revés sin matices. que a través de Gonzalo Winter fue en tercer lugar y obtuvo solo el 9% de las preferencias.
En los nueve meses de su gobierno, el presidente Bórico, el mismo que en 2021 logró llevar la moneda a una nueva generación de líderes, debe administrar una coalición de tensión, cuyo futuro estaba suspendido e inmerso en una división que podría tener un impacto en el concurso parlamentario.
El jefe de estado había sido uno de los primeros en votar en Magallanes. A las 9.15, estampó su sufragio en la Tabla 96 del Liceo de Armando Quezada Acharán de Punta Arenas, su ciudad natal, apostando por la unidad de sus partidos base, después de un proceso que no fue fácil.
“El progresismo estará unido detrás de quién es el ganador de estas primarias”dijo.
En las últimas semanas, los datos internos del Palacio del Gobierno ya advirtieron que las cifras estaban inclinadas a favor del ex Ministro de Trabajo.
Aunque el jefe del Estado promovió el primario con la ilusión de tener un control de la agenda durante varios meses y apuntar a las divisiones de la derecha, durante el proceso las críticas oficiales de su gestión comenzaron a ser notas. Prueba de esto es que la cifra del presidente estaba prácticamente ausente en las campañas de los cuatro candidatos y, excepto que el invierno, ninguno de los competidores buscó mostrarse como continuadores de su administración.
Ayer, con los resultados en la mano, las dudas sobre las posibilidades de Jara para imponer a un derecho, representado por José Antonio Kast y Evelyn Matthei, se incrementaron, ambos absorbidos en una fuerte competencia por el pase a la votación y por la disputa sobre la hegemonía del sector.
Una derrota del ex ministro en noviembre, podría convertir el bórico como la principal figura de la oposición de 2026.
La moneda, sin el presidente, ayer era una casa llena de fantasmas. Solo estaban los ministros del interior, Álvaro Elizalde, y la portavoz (s) Aisén Etcheverry.
La clave del Palacio del Gobierno es la unidad, a la que el presidente apostó y eso se vino abajo, especialmente en la última fase de la campaña, para las fuertes disputas entre los candidatos y los comandos. No solo para hechos específicos, normales en concursos como estos, sino también por visiones ideológicas profundas.
El primario al que optó
En La Moneda comentan que hasta febrero nadie tenía intenciones de plantear una primaria en el partido gobernante. La mirada, incluso de la PC, se puso en ese momento en la ex presidenta Michelle Bachelet, a pesar de su repetido “no” a esa posibilidad, que repitió casi como un mantra también a los miembros de su círculo más cercano.
El diseño de Boric, comentado, siempre levantaba una primaria realmente competitiva, para tener opciones ante un derecho que se describía como ganador en ese momento con Evelyn Matthei.
Por lo tanto, en reserva tuvo conversaciones con Carolina Tohá (PPD) y con Jeannette Jara (PC), consciente de que sus ministros fueron considerados por sus partidos como cartas para el presidencial.
La decisión principal del jefe estatal fue una salida acordada, en la que ambos tuvieron que abandonar el gabinete juntos.
Pero su idea no prosperó.
Presionando la disminución de las encuestas, debido a los costos del caso de Monsalve y, sobre todo, por el ultimátum dado por Bachelet para dar a conocer su posición definitiva la primera semana de marzo, Tohá eligió avanzar en su renuncia.
Bórico habló el asunto con Jara. Pero el Ministro de Trabajo la hizo ver los inconvenientes que significaban para abandonar el barco el 4 de marzo, el día que Tohá renunció, ya que esto la dejaría fuera de la promulgación de la reforma de las pensiones, uno de los éxitos más relevantes de su administración. Tampoco podrían omitir las instancias del partido, especialmente convulsivas ante un Daniel Jadue que reclamó su mejor derecho.
El presidente asintió. Y el 21 de marzo, junto con Jara firmó la promulgación de la Enmienda de Pensiones y el 8 de abril encabezó la ceremonia de salida del ex Ministro de Trabajo, en términos similares a los de Tohá.
El boceto tenía como objetivo enviar un signo de ecuanimidad a sus partidos base. Esto, porque la idea de que el ministro del Interior era su favorito y el continuador de su legado se había instalado. Y sentí que me faltaba no solo con la PC, sino también con el FA.
El presidente también apostó a que un buen colchón de votos en la escuela primaria aseguró una buena actuación del sector en la primera ronda de noviembre.
Pero el diseño estaba enredado. Primero para la resistencia de PS para apoyar a Tohá, una fiesta que incluso proclamó Paulina Vodanovic Por un período corto. Y luego, para las dificultades para el Frente Amplio para plantear a un candidato, un desafío rechazado por el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic y que al final terminó aceptando Gonzalo Invierno -Despuesto a varios negativos, porque no quería ser el Plan B-, después de una propuesta del propio Presidente.
El más serio, sin embargo, vendría en mayo. A mediados de ese mes se tomó la agenda y la filtración de las conversaciones telefónicas entre el presidente y el psiquiatra Josefina Hneeus.
Con esto, el primario era invisible. Y la idea de que no había atmósfera para ese concurso se comenzó a instalarse en todos los comandos; El nerviosismo surgió y también la presión para diferenciarse, de modo que la idea primaria de la unidad planteada por la moneda que el presidente colapsó.
Bórico en papel optó por el desprecio. Y, aunque en la campaña no hubo críticas extremas a los candidatos para su gobierno, con el objetivo de diferenciar, no hubo intentos de reforzar su continuidad.
La aspiración del Presidente de una Coalición Unida terminó colapsando con la Franja, en la que Winter optó por el camino de las críticas directas de la Concertación, que enfatizó el Comando Tohá. Entonces las críticas de Jara llegaron a la gestión del ex ministro del interior en seguridad; y la declaración de Tohá para que no quisiera que la PC gobierne Chile.
Preocupado, el mismo presidente, hay confianza en los comandos, llamado los candidatos que instan a la unidad. Pero las peleas ya estaban desatadas.
Ayer, el presidente cerró su día con un mensaje en las redes felicitando a Jara por su triunfo.