Busca agencia de comunicaciones: la licitación con “dialecto karamanés” del MOP

El Ministerio de Obras Públicas (MOP) cerrará la tarde del viernes una licitación que lanzó el pasado 5 de abril para contratar a una empresa de “consultoría comunicacional” que ayude a la cartera en “el posicionamiento y fortalecimiento de su gestión global en el ámbito público privado a nivel nacional”, cuando se abran las ofertas técnicas y económicas de los oferentes, las que serán evaluadas para adjudicarse el próximo 25 de junio.

El contrato es por 230 días corridos y cuenta con un presupuesto referencial de $50,3 millones. El adjudicatario deberá incorporar una garantía del 5% de su oferta para obligarse a cumplir con el trabajo.

La subasta, incorporada en la plataforma de adquisiciones estatales llamada Mercado Público, cuenta con algunas particularidades que ha llamado la atención de las propias agencias dedicadas a este negocio.

Por ejemplo, los elementos que considera la evaluación técnica donde, además de incluir la experiencia del oferente (máximo de 30 puntos), experiencia del equipo de trabajo (20 puntos), cumplimiento de los requisitos formales de presentación de la oferta (6 puntos), incluye dos consideraciones novedosas: programa de integridad (dos puntos) y “desarrollo inclusivo: equidad de género” (también dos puntos)”. Este último elemento se medirá a partir de si la empresa cuenta con “Sello Empresa Mujer” vigente, emitido por la Dirección de Compras y Contratación Pública.

Otro elemento que llama la atención es la cantidad de tareas que exige la licitación en los requerimientos, tomando en cuenta que el ministerio cuenta con más de 30 periodistas en sus filas. De hecho, según el sitio web de Transparencia Activa que recoge al personal que agrupa la Subsecretaría de Obra Públicas, hay 24 periodistas a contrata y nueve a honorarios: son cuatro en el gabinete ministerial, 16 por cada secretaría general ministerial y 1 o 2 periodistas por cada una de sus 10 direcciones (como Obras Públicas, Aguas, Aeropuertos, Obras Hidráulicas, Obras Portuarias o Vialidad).

Los productos entregables exigidos en la licitación constan de cuatro etapas: 1. análisis y diagnóstico de comunicación en redes sociales, 2, análisis y diagnóstico de comunicación en prensa tradicional, 3 planificación de contenido digital, y 4. desarrollo de estrategia holística.

Es en el primer paso de esta última etapa, donde han surgido dudas, sobre todo en algunas tareas solicitadas. De hecho, algunos de los eventuales interesados cuentan, a modo de broma, que se utiliza un “dialecto karamanés” en su redacción, aludiendo al académico modo de comunicarse que tiene la expareja del Presidente Gabriel Boric, Irina Karamanos, y que fue bautizado así en un artículo del diario El País.

Lo que exige la licitación para el desarrollo de esta “estrategia holística” es “diagnóstico y autoconocimiento”, “Evaluación de habilidades para identificar fortalezas”, “feedback externo e interno”, “plan de desarrollo”, “establecimiento de metas claras para fortalecer la imagen ministerial” y la última tarea, la menos comprendida, es “realizar mapeos cognitivos aplicando herramientas de neuroestrategia a diversos equipos del Ministerio de Obras Públicas para identificar los impedimentos y alinear propósito para el éxito de sus tareas”.

Consultado el MOP tanto por la necesidad de una consultoría externa como por el objetivo de esta última tarea en específico, explicó de manera general que el ministerio “ejecuta un 40% de la inversión pública del país y tiene un amplio despliegue territorial en cada una de las comunas, ejecutando proyectos de una gran diversidad de edificación pública. La asesoría comunicacional estratégica que se encuentra en licitación, busca analizar públicos, profundizar mensajes y desarrollar productos y estrategias que complementan la labor permanente del equipo MOP. Se busca potenciar el análisis para una mejor comunicación de los proyectos y mensajes a todos los públicos. Este proceso es licitado de forma clara y transparente a través de las herramientas con las que el Estado cuenta, con la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas para analizar y recopilar antecedentes”.