“¿Usted, como ministro, quiere continuar en el cargo que ocupa? Porque me dijeron por ahí, un pajarito, que tal vez quisiste explorar en otro ministerio”. Esa fue la pregunta que la ministra tuvo que responder a primera hora de este lunes camila vallejo (Segegob).
“¿Quién dijo eso? No, no”, respondió entre risas la vocera de La Moneda en conversación con Buenos Días a Todos, y agregó que “Esto depende del Presidente y, independientemente de que uno quiera o no continuar en el cargo, en la medida que uno tenga esa confianza en nosotros, estamos disponibles para cumplir con nuestro país”.
En un momento en que el presidente gabriel bórico prepara un nuevo ajuste ministerial para los próximos días, la respuesta del también militante comunista no pasó desapercibida en Palacio. Sobre todo, porque -según fuentes gubernamentales- la Secretaria de Estado ha demostrado que aunque está a disposición de lo que decida el Presidente, el papel de vocera no sería el más cómodo para ella. Un sentimiento que es compartido en sectores del Partido Comunista, donde Vallejo aparece como uno de los líderes con mayor proyección para las próximas elecciones presidenciales.
En la comunidad reconocen que el ministro es una carta proyectable para la continuidad del gobierno de Aprueba la Dignidad. De hecho, el apoyo que despierta como posible carta presidencial -principalmente desde el lado más “oficial” del PC, relacionado con el presidente de la tienda, Guillermo Teillier-Ya generó cierto resentimiento interno en el ala más ligada al alcalde de Recoleta, Daniel Jaduequien, al no poder competir por la reelección, podría intentar nuevamente postularse a la máxima magistratura del país.
Para nadie es un secreto que -como ocurre en todos los gobiernos- el papel de alta exposición que enfrentan los voceros de Palacio implica una costo político por esas cifras y, por lo mismo, son de la posiciones con mayor rotación a nivel ministerial. En el último gobierno de Sebastián Piñera, cecilia perezpor ejemplo, ocupó el cargo durante 19 meses y en el anterior, de Michelle Bachelet, solo pasaron 14 meses antes alvaro elizalde dejar el gabinete.
El ministro asumió en la Segegob en marzo de 2022 y contó con una instalación bien valorada por el público y también por el propio Presidente. Desde entonces, y consciente de la exposición que implica su papel, la ministra ha cultivado una cuidado diseño en sus apariencias y, si es posible, evitando convertirse en el rostro de las crisis políticas importante como sucedió con los errores no forzados que marcaron el primer año. De hecho, algunos sectores del gabinete han resentido un estilo que califican de poco arriesgado por parte del secretario de Estado.
La llegada de los nuevos inquilinos del comité político Carolina Tohá (Interior) y Ana Lya Uriarte (Segpres) tras el triunfo del Rechazo en el Plebiscito, además, obligaron a Vallejo a recalcular sus coordenadas y lo dejaron aún más expuesto a las críticas por desafortunadas declaraciones que al inicio de su gestión parecían inexistentes.
Fuentes gubernamentales aseguran que aunque Vallejo inicialmente se sintió cómodo en el rol de vocero, la falta de agenda propia (y por lo tanto la poca posibilidad de “brillar”) que tiene la Segegob, Es un factor que le pesa hoy. Si bien es ella quien suele comunicar buenas noticias, el rol de la cartera también la obliga a salir permanentemente a explicar y enfrentar situaciones complejas que podrían tener efectos en su capital político de cara al futuro.
En el gabinete, de hecho, algunos ministros llaman la atención sobre el despliegue territorial que Vallejo priorizó en el segundo semestre del año pasado, cuando -por ejemplo- organizó cuentas de participación ciudadana en la Región Metropolitana y también en Los Ríos, convocando a cientos de líderes Ese activo, dicen las mismas fuentes, es algo que hay que cuidar.
“La comunicación del Gobierno no está hecha para que el ministro brille”, repiten en el entorno de Vallejo, desde donde -sin embargo- admiten que el vocero es un rol de primera línea que tiene el potencial de desgastar su figura. Sin embargo, según las mismas fuentes, es un coste asumido por el militante comunista.
En Palacio destacan que una posible intención de Vallejo de dejar el cargo “no tiene fundamento”. Además, agregan, “es militar del gobierno, estará donde diga el Presidente”.
“Tengo la mejor evaluación de ella como líder del mundo progresista, de izquierda. Lo ha confirmado en diferentes momentos de su vida, y este año con una gran instalación en las tareas de gobierno. Para mí imaginar que ella pueda asumir una nueva misión dentro del gobierno, es entrometerse en algo que sería lo menos efectivo, lo inoportuno y lo irrespetuoso (…). Creo que el PC buscará, en su momento, cuando corresponda, discutir la fórmula más eficaz (para encontrar una eventual carta presidencial)”, sostiene el secretario general comunista, Lautaro Carmona.
Esta mañana, además, Vallejo aseguró, sin precisar a qué se refería, que cualquier cambio de gabinete debe ser posible sin presiones. “Son análisis que hace el presidente con responsabilidad”, dijo la vocera.
Sus declaraciones, sin embargo, fueron matizadas por el propio Jefe de Estado, quien tras participar en una conmemoración del crimen de tucapel jimenez en el Cementerio General, se dirigió al ajuste ministerial. “Los cambios de gabinete no se anuncian antes, el gabinete está trabajando y si hubiera eso, pasa y no se anuncia”, dijo mientras descartaba ser objeto de presiones de los partidos políticos.
Y agrego: “Es que no ha habido ninguna presión de los partidos, estamos permanentemente hablando con los partidos, los partidos han sido muy respetuosos con la autoridad presidencial para poder elegir a nuestros colaboradores. Mi intención e interés es proyectar esta alianza de gobierno a largo plazo, por lo tanto, siempre estoy hablando con ellos y no en una lógica de presión, al menos no me he sentido así”.