La discusión previsional y financiera sobre la inversión de las AFP se desarrolló en la mañana del primer día del Picton Latam Summit.
El Superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, fue el primer expositor y destacó los avances de la inversión en activos alternativos para mejorar las pensiones, reiterando que el regulador estudia aplicar cambios al régimen de inversiones de las AFP.
Acto seguido comenzó el panel sobre los sistemas de pensiones en América Latina, con la participación de gerentes generales de administradoras de fondos de pensiones de Colombia, Perú y Chile, y fue moderado por la presidenta de la Asociación de AFP, Paulina Yazigi.
“Este beneficio definido (de UF 0,1 por año de aportes del proyecto de ley) es como una droga que genera adicción”advirtió el gerente general de Hábitat, Alejandro Bezanilla.
La voz local estuvo representada por el director general de AFP Habitat, Alejandro Bezanilla, quien aseguró que una de sus preocupaciones es la introducción de un componente de reparto en la reforma previsional.
“Cuando abrimos la puerta a la distribución, esa puerta nunca más se cierra”, advirtió.
Bezanilla se refirió a la garantía de UF 0,1 por año de aportes que propone el proyecto de ley del Gobierno bajo la figura de Seguridad Social. “Este beneficio definido es como una droga que genera adicción”, advirtió. Y ejemplificó la frase: “Me imagino cómo van a ser las campañas políticas en el futuro, si hoy es 0,1, por qué no 0,15, 0,2 y así y así y así y así creo que se va a hacer”. con cargo a los aportes de los cotizantes actuales, agravando aún más este desafío que tenemos con las pensiones futuras”.
Osvaldo Macías, Superintendente de Pensiones. Foto: Julio Castro
Reforma sin diagnóstico
Para el director general de Hábitat, “el principal problema es que estamos haciendo una reforma que nació sin siquiera tener un diagnóstico claro de cuáles eran los problemas de pensiones en Chile” y lamentó que, antes de diseñarla, el nivel de las pensiones había no ha sido estudiado. pensiones o tasas de reemplazo.
El ejecutivo recordó que la AFP entregó datos anónimos al economista David Bravo, quien realizó un trabajo que llegó, entre varias conclusiones, a que el principal problema de las pensiones lo enfrentarán las futuras generaciones de pensionados que estarán en peores condiciones que las actuales y Resaltó el papel del PGU, al entregar altas tasas de reemplazo para los sectores más vulnerables.
“Lo que estamos haciendo en Chile es todo lo contrario de lo que deberíamos hacer”, dijo Bezanilla, quien sostuvo que “queríamos brindar aportes de la clase media a los segmentos más vulnerables cuando, gracias al PGU, esos segmentos son los más vulnerables”. aquellos que están en mejor situación”. condiciones (tasa de reemplazo)”.
Además, cuestionó que “estaríamos tomando aportes de los trabajadores actuales para solucionar el problema de los pensionados actuales, que son los que están en mejores condiciones relativas”.
En ese contexto, catalogó la iniciativa como “antirreforma”.
Cambios refundacionales
Además, Bezanilla propuso que “se deben hacer cambios bien pensados, basados en evidencia, pero graduales, que se basen en lo que funciona bien y no en cambios refundacionales”, en alusión a cuestiones de reforma como la separación de la industria y las licitaciones. de acciones de afiliados.
Sobre esto último, enfatizó los efectos negativos que a su juicio tiene la licitación y cuestionó que el Estado tome decisiones por el pueblo y que se haga sólo en base a costos. “Eso significa que no nos importaba la rentabilidad, el servicio, la seguridad, incluso la ciberseguridad y que lo único es tener el precio más bajo”, cuestionó.
Además, insistió en el impacto en el mercado de capitales y las inversiones de largo plazo que realizan las AFP, por ejemplo, en activos alternativos. “No se puede pretender ser como las AFP canadienses que compran empresas directamente en todas partes del mundo buscando un retorno adicional (…) y al mismo tiempo tienen que liquidar el 10% de la cartera cada año”, comparó.
Los desafíos de Colombia
Hace unos meses, Colombia aprobó su reforma previsional y el director general de Protección, Juan David Correa, aseguró que la iniciativa integra los sistemas, “ya que había competencia asimétrica” y también valoró los avances en el pilar solidario.
Sin embargo, advirtió sobre dos grandes desafíos. El primero, la cobertura y el segundo, la sostenibilidad del sistema. Según explicó, los subsidios se recortarán “de 2,3 salarios (unos 700 dólares en Colombia) y se entregarán a toda la población. Esto significa que los pasivos por pensiones colombianos aumentarán considerablemente en el largo plazo; Hoy es el 120% del PIB y puede subir al 200%, un poco más a medida que avance la maduración del sistema”.
Su par colombiano, el director general de Porvenir, Miguel Largacha, afirmó que “se presentó una reforma que buscaba eliminar y modificar algunas deficiencias”, pero generó otro desafío. “No tomamos ninguna de las reformas paramétricas: no aumentamos el monto y por supuesto no aumentamos la densidad de cotización”.
El optimismo del Perú
Perú es otro de los países que estuvo en un largo proceso de discusión de la reforma del sistema, hasta que logró dar el paso este año. Para el gerente general de AFP Integra, Aldo Ferrini, “la buena noticia es que hay reforma”.
En detalle, evaluó una serie de temas, entre ellos la reducción del riesgo de retiros, el establecimiento de una pensión mínima, una mayor competencia y el ahorro previsional a través del consumo, entre otros. “En general es una buena reforma, va en la dirección correcta, vamos a tener que seguir ajustando algunos temas en el camino de manera permanente, pero soy optimista al respecto”, concluyó.
