Chamisero Inmobiliaria -que administra uno de los mayores proyectos habitacionales de Chicureo, controlado por la sucesión de Sergio Reiss- definió como activos no esenciales una serie de terrenos, que valoró en US$ 25 millones.
La empresa inició ayer un proceso de reorganización judicial, adelantado por Diario Financiero, para evitar la quiebra. En el documento presentado ante los tribunales, la firma reveló deudas por más de US$ 79 millones, y apuntó a un impacto negativo por la crisis social y el Covid. Además, dijo que sus proyectos en desarrollo se encuentran prácticamente paralizados debido a la baja demanda de vivienda y la falta de financiamiento.
Los principales acreedores de la firma -asesorada por el Estudio Nelson Contador Abogados & Consultores, especializado en este tipo de casos- son el Banco Estado, Compañía de Seguros Confuturo y Seguros de Vida Security Previsión.
Los socios originales de Chamisero fueron los empresarios Sergio Reiss, Sergio de Castro (ambos fallecidos) y Juan Carlos Latorre, quienes adquirieron la propiedad de más de 1.000 hectáreas en 1995. El objetivo era desarrollar un nuevo barrio en este sector del norte de Santiago, que adquirió plusvalías debido a la escasez de terrenos en los municipios de la parte oriental de la capital.
En 2010, Latorre se retiró de la sociedad y, cuatro años después, Sergio Reiss falleció inesperadamente cuando tenía 71 años; Poco antes de su muerte le había comprado su parte a De Castro. Desde entonces, la empresa está controlada por el patrimonio de Reiss.
los activos
Al explicar el estado actual de su negocio, la empresa mencionó el estallido social de 2019 y los efectos de la posterior pandemia de Covid. “Hasta 2022 se registró un alza sostenida en los precios de los materiales de construcción y un aumento a niveles récord en las tasas de los créditos hipotecarios; factores que a la fecha han generado una crisis importante en el sector inmobiliario y de la construcción”, afirmó.
Agregó que esta crisis ha implicado una caída considerable en la compra de viviendas y una notable desaceleración de la inversión inmobiliaria.
En medio de este complejo escenario, la empresa dijo que ha intentado vender algunos de los terrenos que componen el proyecto, pero no ha tenido éxito.
“En los últimos tres años se han realizado importantes campañas de venta de macro lotes con reducciones de precio, se ha buscado colaboración en proyectos conjuntos con importantes actores del mercado (…) los esfuerzos y medidas tomadas por la empresa no han logrado su objetivo, con lo cual varios de los proyectos están paralizados definitivamente”, explicó.
En su presentación ante el tribunal, la empresa detalló los terrenos que definió como activos no esenciales. Se trata de 14 macrolotes que suman 309,23 hectáreas, con un valor comercial, según la empresa, de US$ 25 millones.
El lote más caro es uno de 3,5 hectáreas en la Av. Chamisero sin número, con un valor de $6.055 millones. Según detalló la inmobiliaria, este activo cuenta con hipoteca a favor del Banco del Estado de Chile.
En tanto, el macro lote más grande (ubicado en la misma avenida) es uno de 110,96 hectáreas (179 lotes), valorado en $3.774 millones.
En su solicitud de reorganización, la empresa aseguró que los proyectos en planificación, que incluyen nuevas áreas verdes, desarrollos residenciales y comerciales, son resultado del trabajo de “una empresa de alto valor, con crecimiento ordenado y respetuosa con el medio ambiente”.
“Si la empresa logra reestructurar sus deudas y capitalizar su sólida base de infraestructura y alianzas estratégicas, Chamisero puede convertirse en un modelo de recuperación y éxito dentro del mercado inmobiliario chileno, ofreciendo un entorno atractivo y seguro para futuras inversiones”, afirmó.
La inmobiliaria destacó que, desde hace algunos meses, mantiene continuas conversaciones con sus principales acreedores, logrando determinar junto a ellos “los ejes rectores” que formarán parte del acuerdo de reorganización que se presentará en el proceso.
“Por lo anterior, resulta indispensable iniciar un procedimiento de reorganización judicial bajo la Ley 20.720 para lograr diferentes condiciones de pago de sus deudas y adaptarlas a los flujos de caja que actualmente mantiene y proyecta El Chamisero Inmobiliaria SA”, dijo.
