En su manual “Movimiento Gremial: Vanguardia estudiantil en la batalla por la libertad”, Jaime Guzmán postuló en 1972 que “la naturaleza de la universidad es ajena a cualquier concepción ideológica o política”.
Guzmán dijo que luchaba “por la despolitización de las universidades” y su “independencia de todas las posiciones contingentes”, sin la cual se convierten en “una rama vulgar” de los partidos políticos.
El fundador de la UDI enfatizó que “la universidad no puede subordinarse a una ideología”, “servir de caja de resonancia de ningún partido” ni “registrarse ideológico-políticamente”.
¿Qué diría Guzmán sobre lo que hicieron algunos de sus discípulos más cercanos en una universidad?
Al menos once ministros y cuatro subsecretarios del gobierno de Piñera, además de diputados y convencionales, la mayoría vinculados a la UDI, ocuparon cargos en la Universidad San Sebastián, bajo la supervisión de uno de los más conspicuos discípulos de Guzmán: el decano de Derecho. y el entonces presidente del consejo directivo, Andrés Chadwick.
Hasta entonces, podríamos cuestionar la coherencia ideológica de quienes utilizan a Guzmán como su faro intelectual.
Pero lo que está en juego aquí es mucho más grave, empezando por el posible uso de una universidad, su estatus privilegiado y los fondos públicos que recibe, para financiar irregularmente la política.
Existe consenso en que el salario de Marcela Cubillos es inexplicable por razones académicas o de mercado. Entonces, si esos honorarios no pagaron un beneficio profesional, ¿qué pagaron?
Cubillos llegó a la USS luego de dejar su cargo como ministra de Educación, anunciando que se dedicaría a la campaña de Rechazo en el primer plebiscito. Cuando perdió su opción, fue elegida miembro de la Convención y luego lideró la segunda campaña de Rechazo, esta vez exitosa. Luego apoyó “Un Favor” y ahora es candidata a la alcaldía de Las Condes.
Es decir, en paralelo a su supuesta carrera académica, y mientras se movía entre España y Chile, fue protagonista activa en procesos y campañas políticas, además de desempeñarse paralelamente como directora ejecutiva de la máquina de influencia político-empresarial Libertad y Desarrollo. (LyD). .
Los libros que blandió como currículum académico para justificar su salario son Leer antes de votar (presentado por USS Publishing como “un manual simple”), y 9/4, el rechazo de Chile (sobre “la derrota del proyecto refundacional e identitario de la izquierda radical”).
Hay más: la ex derechista Teresa Marinovic denunció un ofrecimiento a sus ex compañeros para recibir honorarios de la USS sin trabajar para ella, pero dedicándose a la campaña del Rechazo.
Cubillos pasó la semana culpando al “octuberismo” y a “la izquierda progresista” de las críticas en su contra, pero cuando los partidos ChileVamos, que la postulan como candidata a intendente, le pidieron explicaciones, ella explotó: “si el presidente de la La UDI está preocupada por los altos salarios en una universidad privada, lo que debería empezar por preguntar a la USS y a todas las universidades privadas sobre los salarios de los militantes de la UDI”. Luego redobló la idea: “Es extraño que de todos los ex políticos que trabajan allí, mi salario sea el único que se filtró”.
La advertencia es clara: no es la única ni caerá sola.
Esto es grave porque constituiría una financiación política irregular, porque las universidades tienen prohibido lucrar, porque sólo pueden destinar sus recursos a fines educativos, y no a campañas políticas, y porque las donaciones privadas a ellas están exentas de impuestos, para contribuir a la educación. . , y no a las campañas.
Pero hay un último giro. La lista de políticos, jueces y fiscales que se beneficiaron de la generosidad del USS también conecta con las personas en las que más confiaban Andrés Chadwick y su amigo cercano Luis Hermosilla.
La lista de Chadwick y el WhatsApp de Hermosilla pueden leerse como listas entrelazadas.
– Cubillos, Marcela: durante su etapa como ministra contrató a una hija de Chadwick como jefa de gabinete. La USS logró una asignación récord de fondos públicos durante el gobierno anterior, incluyendo pagos de servicios por $1,479 millones de la Subsecretaría de Educación cuando Cubillos era ministro del campo. Cubillos fue contratado por la Facultad de Derecho de la USS.
– Guerra, Manuel: como fiscal le puso la lápida al caso Penta. En sus charlas con el ahora preso Hermosilla mencionan haber hablado con Chadwick para buscar una salida a este caso. Se están investigando sus amplios bienes, incluida la compra de un coche BMW. Guerra fue contratado por la Facultad de Derecho de la USS.
– Matus, Jean Pierre: coordinó con Hermosilla los pagos, realizados a través del ahora encarcelado Daniel Sauer, de informes para la defensa de Chadwick ante el Congreso. Luego recibió ayuda de Hermosilla para presentar su solicitud ante la Corte Suprema. Matus fue contratado por la Facultad de Derecho de la USS.
– Sichel, Sebastián: Hermosilla le dijo a Álvaro Jalaff que el nombramiento de Sichel como titular de BancoEstado era “demasiado bueno para nosotros” porque era “cercano” a Chadwick. Bajo su mando, BancoEstado contrató a Hermosilla como abogado. Sichel fue contratado por la Facultad de Derecho de la USS.
– Vivanco, Ángela: recibió ayuda de Hermosilla para llegar a la Corte Suprema, y luego coordinó con el penalista para entregar información e integrar salas en los casos que le interesaban. Vivanco fue contratado por la Facultad de Derecho de la USS.
– Ward, Felipe: involucrado en las gestiones de la Seremi de Vivienda para agilizar un proyecto inmobiliario gestionado por Hermosilla, cuando Ward era ministro del sector. Ward fue contratado como vicecanciller del USS.
En resumen: existen sospechas -en algunos casos, pruebas indiscutibles- de que políticos, jueces y fiscales traficaron favores de enorme valor económico con Hermosilla.
Y esas mismas personas recibieron dinero de una universidad, bajo la dirección del amigo más cercano de Hermosilla, el decano Andrés Chadwick.
Ésa es la ventaja más complicada de la lista de Chadwick.
