Columna de Francisco Guzmán: Tecnología al rescate del medioambiente

La Tierra a lo largo de su existencia ha funcionado como un gran invernadero, capaz de regular su temperatura y mantener en un estado óptimo a todas las especies que la habitan. Sin embargo, hoy en día se concentra el nivel más alto de GEI (gases de efecto invernadero) en dos millones de años, según cifras de Naciones Unidas, lo que convierte al cambio climático en uno de los principales desafíos a la hora de hacer negocios. En vísperas del Día Nacional del Medio Ambiente, la tecnología parece tener algunas claves para impulsar una mayor coherencia y avanzar en el desarrollo sostenible.

La ONU estima que el costo anual de los desastres naturales es de entre US$250 mil millones y US$300 mil millones, sin embargo, la tecnología y la innovación pueden ser grandes aliadas para combatir el calentamiento global y proteger los ecosistemas.

En este sentido, existen iniciativas que se alinean con esta perspectiva y abarcan toda la cadena. Por ejemplo, el cuidado de las abejas. Su acción polinizadora está ligada a al menos un tercio de la producción mundial de alimentos, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, ya que junto a otras entidades como las aves y las mariposas, hacen posible que germinen miles de semillas. que luego se convertirá en alimento. Por eso es tan importante proteger las más de 80.000 especies de abejas existentes, cosa que podemos hacer con soluciones digitales. Uno de ellos, Beewaze, una app que monitorea las colmenas a través de sensores que entregan variables como temperatura, humedad y peso, permitiendo un seguimiento completo del cultivo. Además, construye una comunidad en el segmento apícola, para generar alertas en caso de presencia de plagas o agroquímicos.

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De la misma manera, tendencias como la agricultura inteligente que busca monitorear diferentes parámetros en las fincas, como la temperatura, la humedad o el pH, que tienen como objetivo optimizar los recursos, reducir las plagas y brindar una mayor resiliencia climática, reduciendo la vulnerabilidad a las sequías, aumentando la capacidad de adaptación y reduciendo la contaminación. generación de emisiones a partir de los alimentos producidos.

En general, la industria TI se ha sumado a la misión de ser un aporte a la lucha contra el cambio climático. Y, en este desafío, se ha vuelto clave contar con certificaciones que den cuenta y garanticen estas mediciones. Es el caso de LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), el sistema internacional de evaluación de edificios sostenibles, que acredita el impacto ambiental de los edificios y se ha convertido en el estándar mundial en espacios como el centro de datoslos cuales están cada vez más alineados con los pilares de la sustentabilidad.

Como personas, organizaciones y países debemos hacer lo que esté a nuestro alcance, utilizando herramientas como la tecnología y combinándolas con la creatividad y la innovación para ponerlas al servicio de nuestro planeta, a fin de generar efectos significativos en la lucha contra el cambio climático. que, finalmente, nos permitan alcanzar un desarrollo sostenible en el que podamos contribuir al equilibrio entre el desarrollo económico, social y ambiental, sin comprometer el ecosistema para las generaciones futuras.

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