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Cómo fue el show de Travis en Chile

Martina E. Galindez

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Un tímido “hola”, casi balbuceado, fue el saludo de Fran Healy, el diminuto cantante de Travis, al iniciar su show. Con casi quince minutos de retraso, los escoceses subieron al escenario ante una entusiasta afición que llegó hasta el Movistar Arena.

En su cuarta presentación en el país, luego de sus anteriores shows en 2007, 2013 y 2016, el grupo llega a la etapa latinoamericana de su gira Arrasar la barraen promoción de su nuevo disco Los Ángeles Timesque también incluye pasos por Brasil, Argentina, Perú y México. Precisamente con un sencillo de este disco, Bus, empezó el espectáculo. Suena muy similar a la versión del álbum, con el guitarrista Andy Dunlop sentado al piano eléctrico. De inmediato le llegó un guiño a la afición, al interpretar madera flotante, del clasico El hombre que (1999), a pesar de algún problema con la guitarra de Dunlop que cortó parte de la actuación. Aún así llegó la primera ovación generosa de la noche.

En el escenario, Travis propone un montaje sencillo. Sólo un telón, un juego de luces con sobrios cambios de color y sólo los cuatro músicos y su equipo en el escenario. Estos son suficientes para recrear la sensación de las grabaciones, aunque se utilizan algunas pistas de apoyo. Su sonido, limpio y con preferencia por los tonos cálidos, se aprecia bien con la acústica del local.

Travis en Chile Foto: Pedro Rodríguez/La Tercera

En esta gira, Travis ha estado tocando algunas canciones más olvidadas de sus primeros días, como Te amo de todos modos. El juego entre la acústica de Healy y la Les Paul de Dunlop es una lectura personal de un recurso muy utilizado en los noventapor Jeff Buckley paracaídas por Coldplay. El sonido del grupo se basa en los timbres de los instrumentos y el uso comedido de efectos. Es evidente, por ejemplo, en Escribiendo para contactartecon el interludio de guitarra distorsionada, totalmente de la época.

La siempre locuaz Fran Healy cuenta algunas anécdotas al respetable, como antes de jugar buenos sentimientos. Ha mantenido bien su voz, aunque su interpretación no suele ser muy exigente.

Como su sonido, decíamos, no exige demasiado equipamiento, el grupo consigue versiones muy precisas de temas como ladode La banda invisible (2001), aunque sonó algo saturado. La emoción siguió alta con la belleza. ÍntimamenteEn ese momento, Healy pidió al público que encendieran las linternas de sus teléfonos móviles, mientras las luces del escenario se atenuaban. Un hermoso firmamento dibujado en el cielo techado de la Arena.

El golpe siguió cantarcon Dunlop tocando el banjo y usando una pista de acompañamiento para las guitarras. Un momento emotivo, para una canción que suena ligera y contundente a la vez en directo. Otras canciones también sonaron. Los Ángeles Timescomo Gaslight, Desnudo en la ciudad de Nueva York y Raze the barla canción en la que colaboraron Brandon Flowers de The Killers y Chris Martin de Coldplay, y que en directo se basa únicamente en el teclado de Dunlop, el bajo de Dougie Payne y el ritmo efectivo de Neil Primrose.

TRAVIS

Para el apartado final, algunos detalles, como que Dougie Payne cante parte de doblaren un preciso complemento con Healy. En el bis, la versión de guitarra acústica y bajo eléctrico de Bebé una vez másEl éxito de Brtiney SpearsSurgió después de una noche tocando la guitarra en un bar, según Healy. Un humor que muestra el espíritu lúdico del grupo.

Luego, Healy en la guitarra acústica, rodeado por los demás músicos, cantó Flores en la ventana. Un momento que generó un sentimiento de complicidad celebrado por el respetable. Fue algo así como cuando Los Prisioneros hicieron Pa pa pá en su regreso al Estadio Nacional. El cuadro se completó con globos naranjas lanzados desde las primeras filas. Luego llegó el final con la animada Jean egoísta y el himno a la desgracia ¿Por qué no siempre llueve sobre mí? Un momento con mucha energía que cerró una noche emotiva.

El regreso de Travis a Chile dejó una grata sensación en los fans, gracias a una banda con un sobrio sentido del espectáculo apoyado en el carisma de Healy y un sonido en vivo muy sencillo. Noventa hasta la última nota. Un espectáculo emotivo, con un set pensado para los fans que recorrió lo mejor de su carrera, acompañado de un buen disco de regreso. En conversación con este medio, Healy dijo que como en su adolescencia no podía permitirse entradas para conciertos, ahora intenta ofrecer lo mejor que puede. Y se notó. Travis es ante todo una fuerza colectiva al servicio de la canción.