Mientras el sol del mediodía brillaba sobre Panyu, un suburbio en la ciudad sureña de Guangzhou, el silencio se apoderó de lo que una hora antes habían sido los sonidos de camiones transportando mercancías por carreteras aún en construcción y de máquinas de coser zumbando produciendo ropa de mujer.
El distrito de la confección, cuyo centro recibe el apodo de “aldea Shein” por el rol central que desempeña en la fabricación de prendas que se venden en la plataforma de moda rápida, estaba descansando. Los trabajadores habían desaparecido de sus puestos antes de reaparecer después de una siesta ritual a la hora del almuerzo, común en los lugares de trabajo chinos, desde las plantas de fabricación hasta las torres de oficinas.
La startup china Shein, valorada en US$ 66.000 millones en su última ronda de financiación, espera salir a bolsa en Londres en los próximos meses, lo que supondrá un impulso muy necesario para la bolsa británica, que está ávida de cotizaciones. Su explosiva entrada en el mundo de la moda a principios de la década, superando a sus rivales europeas Zara y H&M con sus precios aparentemente imposibles de baratos (desde vestidos de US$ 5 hasta camisetas de US$ 2), ha levantado dudas sobre los salarios de los trabajadores que fabrican los productos.
Pero al ir al corazón de la cadena de suministro de Shein, queda claro que sus precios bajos se deben a los costos laborales, que han ido aumentando en China a medida que la población en edad de trabajar disminuye y los jóvenes migrantes evitan los puestos en las fábricas para dedicarse al sector de servicios, con salarios más bajos.
Los trabajadores de fábrica que trabajan con Shein suelen cobrar entre 7.000 y 12.000 yuanes al mes (US$ 982), dependiendo de la cantidad de prendas que terminen. En cambio, el salario medio de otros trabajadores manuales de la zona oscila entre 5.500 y 6.500 yuanes.
Parte de la razón por la que la ropa es barata es, bueno, porque es barata. Una directora de fábrica levantó un vestido holgado, probablemente destinado a Estados Unidos o Reino Unido, y bromeó diciendo que nunca vendería ropa de tan baja calidad a una clientela china más exigente. La directora afirmó que utiliza telas más baratas para los pedidos de Shein que para Taobao de Alibaba, porque la plataforma nacional da más dinero a las fábricas para cubrir sus costos.
Shein también ha eliminado costosos intermediarios al enviar las mercancías directamente desde almacenes en China a compradores en Occidente, un modelo que tiene el beneficio adicional de evitar los aranceles de importación de la gran mayoría de sus paquetes.
Ventajas de logística
Panyu destaca el atractivo de la manufactura china. Al igual que otros centros de manufactura que se especializan en cualquier cosa, desde calcetines hasta juguetes sexuales y sartenes de acero, tiene toda la cadena de suministro concentrada en un distrito. Eso significa que las fábricas pueden en media hora hacer un pedido, recibir la tela o conseguir que un ingeniero arregle las máquinas de coser con componentes fabricados en las cercanías.
Shein ha dicho que tiene intenciones de abastecerse por fuera de China, incluyendo Brasil y Turquía. Pero estos destinos no pueden satisfacer la eficiencia que necesita la plataforma de moda rápida para actualizar constantemente su cartera de productos.
La población de trabajadores inmigrantes de China también le aporta una ventaja. Mientras que en Vietnam y Bangladesh los trabajadores suelen volver a casa con sus familias por la noche, los trabajadores de Panyu duermen en dormitorios cercanos, lo que reduce el tiempo de viaje y les permite trabajar más horas si llega un pedido grande.
Crisis demográfica
Para muchas industrias, China sigue siendo el mejor lugar para fabricar, pero la inminente crisis demográfica implica un enorme riesgo de depender excesivamente de la fabricación nacional. Varios administradores de fábricas hablaron de la creciente dificultad de contratar trabajadores cualificados. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el sueldo promedio en el sector manufacturero privado se duplicaron más del doble en la década que finaliza en 2022.
El contraste con las legiones de jóvenes empleados de oficina y repartidores de comida que entran y salen de la oficina de Shein, a sólo unos kilómetros de distancia, era sorprendente. “Nos faltan trabajadores. Es un trabajo agotador, de 12 horas al día. Los millennials no quieren hacer este trabajo”, dijo un gerente de fábrica.
Parte de la lista de soluciones políticas de Beijing para el envejecimiento de la población es preparar a la industria para un futuro con menos trabajadores. El gobierno ha estado hablando de liberar “nuevas fuerzas productivas de calidad” a través de medidas como la automatización de la fabricación.
Pero el concepto de una fábrica automatizada parece una quimera en Panyu. En las ocho fábricas que vi, la tecnología más sofisticada era un tendedero electrónico que crujía. Invertir en mejoras tecnológicas es caro y está fuera de la capacidad de las fábricas que trabajan con márgenes de ganancia muy estrechos.
En la trayectoria actual, el futuro de Panyu, como el de gran parte de la China industrial, podría ser muy parecido al de ayer: sin trabajadores a la vista y con maquinaria paralizada. Pero esta vez, sería permanente.
El tipo de cambio volvía a caer este viernes, ya que la idea de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos podría comenzar su ciclo de relajación monetaria con un movimiento de gran magnitud está contagiando a los mercados globales.
La paridad bajaba $ 6 a $ 925,5 al inicio de la tarde en Chile, con miras a una tercera jornada de caídas luego de retroceder más de $ 10 en la víspera, según los datos de Bloomberg.
El cobre Comex, en tanto, subía 1,24% a US$ 4,25 la libra y el dollar index bajaba 0,34% a 101,02 puntos, en un escenario donde las monedas de Latinoamérica destacaban entre las más fortalecidas del mundo emergente.
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Opiniones de peso
Las tasas de mercado aflojaban y los traders de renta fija aumentaban a cerca de 50% la probabilidad esperada de que la Fed baje su tasa clave en 50 puntos base (pb) el 18 de septiembre, frente a la opción de bajarla sólo 25 pb, que hasta ayer era la postura visiblemente mayoritaria.
“Las declaraciones del exmiembro del Comité Federal de Mercado Abierto, Bill Dudley, quien dijo explícitamente que si siguiera en el comité presionaría a favor de un recorte de 50 pb, contribuyeron anoche (en Asia) a los argumentos a favor de una relajación monetaria más profunda. Además, algunos medios de comunicación sugirieron que la decisión estaría muy reñida entre 25 y 50 pb”, escribió el estratega de divisas de ING, Francesco Pesole.
Para el peso chileno, hay más. “La demanda de China favorece de manera significativa al cobre, incentivando la apreciación del peso, entre otros factores. Por su parte, las monedas latinoamericanas se ven favorecidas tras ser afectadas negativamente en las últimas semanas por una salida generalizada de la región”, dijo a DF la gerenta de trading y distribución del Banco Internacional, Carolina Ruiz.
Y también sobre el peso en particular, agregó que se ha visto un aumento de flujos favorables a la moneda local por parte del sector real y de extranjeros, anticipándose a los feriados de Fiestas Patrias.
La confianza del consumidor estadounidense alcanzó un máximo de cuatro meses a principios de septiembre, ayudada por las expectativas de inflación a corto plazo más moderadas desde finales de 2020 y las perspectivas de menores costos de endeudamiento.
El índice de confianza aumentó a 69 desde 67,9 en agosto, según mostraron este viernes cifras preliminares de la Universidad de Michigan. La estimación mediana en una encuesta de Bloomberg entre economistas apuntaba a una lectura de 68,5.
Los consumidores esperan que los precios aumenten a una tasa anual del 2,7% durante el próximo año en comparación con el 2,8% esperado un mes antes. Eso representó un cuarto mes de caídas en las expectativas de inflación a corto plazo. Además consideraron que la inflación aumentaría 3,1% sobre una base anualizada durante los próximos cinco a 10 años, frente al 3% del mes anterior.
El mayor temor
La encuesta mostró que una mayor proporción de consumidores cree que el desempleo es ahora potencialmente más preocupante que la inflación. Esa opinión es consistente con la de los funcionarios de la Reserva Federal, que se espera que comiencen a bajar las tasas de interés en su reunión de la próxima semana.
“Los consumidores expresaron menos preocupaciones este mes por los altos precios de los bienes duraderos, los vehículos y las viviendas, así como por sus finanzas personales”, dijo en un comunicado Joanne Hsu, directora de la encuesta.
Los encuestados también se mostraron más optimistas sobre las perspectivas de la economía, y el 54% anticipó que las tasas de interés disminuirían el siguiente año, igualando el máximo observado en 1980.
Súbitamente, un vuelco en las posturas de los operadores se cruzó en las pantallas de Wall Street, y este viernes los participantes del mercado estaban seriamente considerando la posibilidad de que la Reserva Federal opte por un comienzo más agresivo en su ciclo de relajación monetaria.
El S&P 500 subía 0,6% a 5.629,13 puntos en la bolsa neoyorquina, apuntando a una quinta sesión de ganancias y más cerca de su máximo histórico de 5.667,20 puntos logrado el 16 de julio. El Dow Jones ganaba 0,7% y el Nasdaq Composite 0,64%.
Las bolsas europeas también operaban al alza.
En Chile, el S&P IPSA subía 0,36% a 6.365,68 puntos con las acciones de Enel Américas (2,19%), Latam (1,19%) y Bci (1,14%) a la cabeza y escasos montos transados ante una semana festiva.
El escenario de 50 pb
Las tasas cortas aflojaban en Estados Unidos y ahora las probabilidades de un recorte inicial de 50 puntos base (pb) están prácticamente igualadas con las de una rebaja de solo 25 pb, el escenario que hasta ayer era considerado por el mercado como el más seguro. La decisión de política tendrá lugar el miércoles 18 de septiembre.
“Uno de los principales motivos de este cambio es una serie de informes de prensa que subrayan la posibilidad de un recorte de 50 pb la semana que viene, con comentarios favorables de una serie de exfuncionarios de la Fed”, observó RBC Wealth Management en su informe diario de mercados.
“No se citó directamente a ningún miembro actual de la Fed, ya que el banco central se encuentra en su denominado período de silencio previo a la reunión, pero en el Wall Street Journal se habló de las ventajas de un recorte de 50 pb. Se dice que la Fed ha utilizado anteriormente artículos de este tipo como comunicado de prensa no oficial para orientar a los mercados, y creemos que algunos inversionistas están viendo estos reportes de forma similar”.
A esto se suma que el expresidente de la Fed de Nueva York, Bill Dudley, dijo en un evento en Singapur que él se inclinaría por la opción de 50 pb si siguiera formando parte del Comité Federal de Mercado Abierto, órgano que lleva a cabo las decisiones de política dentro del banco central estadounidense.