Economia

Créditos a empresas muestran mayor traspaso de recortes en la tasa del Banco Central

Published

on


Javascript está deshabilitado en su navegador web.
Por favor, para ver este sitio correctamente,
habilitar javascript.

Para obtener instrucciones para habilitar javascript
En su navegador, haga clic aquí.

Desde julio del año pasado, el Banco Central bajó la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 600 puntos básicos, del 11,25% al ​​5,25%, luego del último recorte de 25 puntos el jueves pasado. En el escenario más probable, en los próximos trimestres la tasa seguirá cayendo a medida que la inflación vaya cediendo, aunque lo haría a un ritmo más lento.

El Banco Central afirmó en su comunicado que estos recortes en la TPM “se han seguido transmitiendo a las tasas de interés de los créditos de consumo y de la banca comercial”. Esto, en un contexto en el que el otorgamiento de crédito bancario se mantiene débil, especialmente en su componente comercial, pese a que los bancos reportan condiciones de oferta algo más flexibles en créditos empresariales y de consumo, pero no en el financiamiento de vivienda.

Desde que el Banco Central comenzó a recortar la tasa en julio de 2023, la tasa promedio de los créditos comerciales cayó de 15,8% a 9,7% en septiembre, es decir, 610 puntos básicos menos, el mayor ajuste entre los distintos segmentos. Este es el promedio de las tasas a las que acceden las empresas ponderadas por los montos de los créditos. Por lo general, se trata de préstamos a corto plazo para inversión, capital de trabajo o refinanciación de deuda.

A nivel individual, la tasa promedio de crédito al consumo cayó de 29,1% anual en julio de 2023 a 24,9% promedio en septiembre, lo que implicó una reducción de 420 puntos básicos. Entre ellos se incluyen los préstamos a plazos, cuya tasa promedio disminuyó del 17,6% al 15,7% en el mismo período.

Las tasas más altas en el consumo, aunque también han registrado un descenso, son las de tarjetas de crédito, que pasaron del 34,1% al 29,6% y las tasas de sobregiros, que bajaron del 38,8% al 33,5% anual.

“En el caso de los créditos comerciales y de consumo, que tienen plazos relativamente cortos, 2 y 3 años, en promedio, respectivamente, el traslado del TPM a las tasas de colocación bancaria es bastante rápido”, afirma Matías. Bernier, Gerente de Investigación de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif). Agrega que, por ejemplo, en el último ciclo de aumentos de tarifas, la TPM aumentó entre junio de 2021 y noviembre de 2022 en la misma magnitud que la tasa comercial y “en el actual ciclo de recortes de tarifas, tanto la tasa comercial como la de consumo han aumentado”. también se alineó con la MPR”.

Diferencia con las hipotecas

Bernier explica que en el corto plazo el financiamiento bancario son los depósitos que captan de los clientes y que tienen como referencia la TPM, tanto en su nivel actual como en la expectativa de plazo de los depósitos. Por otro lado, para los préstamos a largo plazo, como las hipotecas, los tipos de referencia pertinentes son los bonos soberanos a 10 o 20 años.

“La tasa de política monetaria se ha trasladado naturalmente a las distintas tasas de mercado. Se reconoce más fuertemente en las tasas de corto plazo, particularmente en los préstamos al consumo o en la financiación de empresas a corto plazo”, dice el economista jefe del BCI, Sergio Lehmann. “Las tasas de más largo plazo también reconocen el efecto, aunque también están determinadas por las condiciones externas. Estos muestran una alta correlación con las tasas de largo plazo de Estados Unidos, que también han tendido a disminuir durante el año”, agregó.

Asimismo, Lehmann explica que las tasas hipotecarias y, en general, otras tasas, deben reconocer de cualquier forma las condiciones de la economía. “En esta dimensión se ha observado un aumento de la morosidad crediticia, producto de la debilidad económica y de consideraciones propias del ciclo. Por eso, dado el marco regulatorio de los bancos, que exige un estricto control del riesgo, la transferencia ha sido gradual”, afirma.

El economista jefe de Bice Inversiones, Marco Correa, señala que las tasas hipotecarias se mueven en línea con las tasas de los bonos de mayor duración denominados en UF. Y los movimientos de estas tasas no son tan directos con los ajustes en las tasas de política monetaria, ya sea del Banco Central de Chile o de la Fed, que también inició un ciclo de recortes. Estas tasas, detalla el analista, están más ligadas a factores de largo plazo, como el crecimiento, la inflación o la prima de riesgo asociada al país, que, a su vez, está influenciada por las instituciones, los niveles de deuda y el déficit.

En septiembre, las tasas del BCU promediaron 2,1%, nivel similar al que tenían hace un año. A su vez, las tasas hipotecarias promediaron 4,8% en septiembre, incluso algo por encima del 4,2% que estaban en julio de 2023, cuando el Banco Central comenzó a bajar la TPM.

Si se considera solo 2024, las tasas del papel en UF han disminuido, luego de que en diciembre del año pasado escalaran a 5,2%. Sin embargo, en las últimas semanas han tendido a aumentar, como consecuencia de la intensificación del conflicto en Oriente Medio. “El mercado financiero local se ha ido adaptando a las tendencias internacionales. Así, los tipos de interés a largo plazo subieron después de unos meses de caída sostenida”, advirtió el jueves el Banco Central.

Ante esta resistencia de las tasas hipotecarias a bajar, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y Abif presentaron al Gobierno una propuesta para reducir dividendos y reactivar el golpeado sector inmobiliario. Los Ministerios de Hacienda y Vivienda formaron un grupo de trabajo con ambos sindicatos para desarrollar medidas. El martes, en una actividad de la CChC, su presidente, Alfredo Echavarría, dijo que la propuesta que presentaron junto a los bancos “apunta a bajar la tasa de interés en 2 puntos”, lo que incidiría a la baja en los dividendos de entre el 16% y el 17%. Surgen dudas en el Ejecutivo sobre el coste que tendría tal iniciativa.

Los tipos a corto plazo seguirán siendo bajos

De cara al futuro, el mercado espera que el Banco Central siga recortando la tasa rectora hasta alcanzar alrededor del 4% el próximo año, con la consiguiente flexibilidad en el crédito. “Esperamos que la TPM alcance 4% hacia el tercer trimestre de 2025, lo que depende esencialmente del avance que se avance en la convergencia de la inflación hacia la meta de 3%”, dice Sergio Lehmann.

Marco Correa, por su parte, espera que la tasa alcance entre 4% y 4,25% en el segundo trimestre del próximo año. “Esto se daría en la medida que no tengamos sorpresas al alza en la inflación, especialmente en el componente no volátil. La inflación total se verá presionada por el ajuste de las tarifas eléctricas, pero este efecto se diluiría en el mediano plazo. Y también es importante que la Fed y otros bancos centrales continúen con sus propios procesos de recorte de tipos”, detalla.

Correa espera que los créditos comerciales y de consumo sigan disminuyendo en línea con las reducciones de la TPM, es decir, alrededor de 150 puntos básicos menos. “Además, en la medida en que mejoren las condiciones económicas, los bancos podrían reducir el nivel de diferencial que cobran por estos préstamos, dada una reducción del riesgo asociado a ellos”, añade.

A su vez, las tasas de los créditos hipotecarios deberían disminuir en línea con la caída de las tasas de los bonos en UF de mayor duración.

Lehmann comparte que los tipos a más corto plazo seguirán respondiendo “rápidamente”, pero advierte que “los tipos a más largo plazo, incluidos los bonos del Banco Central o del Tesoro, tienen un espacio más limitado para retroceder, entendiendo que ya incorporan una trayectoria de recortes en el TPM”. ”.

El economista del BCI afirma que “es importante demostrar que las tasas se equilibrarán en niveles más altos que en el pasado, como resultado de factores estructurales, como la menor liquidez de nuestro mercado de capitales”.

Así, tasas de crédito comercial cercanas al 4% y tasas de crédito al consumo inferiores al 10%, como las observadas en 2020 y 2021, respectivamente, o tasas hipotecarias inferiores al 2%, como las que alcanzaron en octubre de 2019, hasta el estallido social, serán difíciles. ver en el nuevo escenario.

Tendencias

Exit mobile version