Según el índice de inteligencia artificial de América Latina, LLa participación de mujeres en IA y en áreas STEM es menor en Chile que el promedio mundial (17% versus 26.8% Global). Esto implica que Gran parte de la tecnología que se está creando reflejando, predominantemente con las perspectivas masculinasque minimiza o ignora las perspectivas, problemas y experiencias de las mujeres.
Sin embargo, en nuestro país y en muchas de nuestras instituciones hemos avanzado en un aspecto esencial: reconocer la desigualdad de género como un problema que tiene efectos negativos en la calidad de nuestra ciencia y en nuestra capacidad de innovar. Bajo esa mirada, Iniciativas como “más mujeres científicas” del Ministerio de Educación, que están aumentando el número de mujeres mujeres en las carreras STEM, están entusiasmadas con mí, lo que está aumentando las carreras STEM, así como en Políticas de equidad de género promovidas en centros de investigación como en el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), Donde reconocemos esto como un problema e implementamos medidas que nos ayudan a avanzar hacia soluciones concretas.
Mantener este compromiso con la igualdad y la necesidad de trabajar activamente para avanzar hacia él es esencial, particularmente cuando las iniciativas para la diversidad, la equidad y la inclusión, e incluso el apoyo a la ciencia que trabaja estos problemas, se ponen en riesgo por un nuevo liderazgo político en países como Argentina y Estados Unidos.
De nuestra propia experiencia nacional y regional, sabemos que Convertirse en un actor relevante en el ecosistema global de IA es un desafío cuesta arriba contra poderes como Estados Unidos o China. Hay desigualdades estructurales que nos colocan en un lugar periférico, desde el cual tratar de competir de igual a lo mismo es muy difícil, si no imposible.
Espero que esta posición en la que también promueva la empatía con los desafíos que enfrentan las mujeres cuando intentan ser parte de las disciplinas STEM, donde el tribunal sigue siendo muy desigual. También en eso, de esa empatía, continuemos trabajando para igualarlo, haciendo de la IA un campo de desarrollo accesible para todas las personas independientemente de su género.
Con la IA cada vez más inmersa en nuestras vidas, tenemos la oportunidad y el deber de garantizar que las tecnologías sean diseñadas y utilizadas a favor de toda la población. Hasta ahora, sabemos que “heredan” los sesgos de género de nuestra sociedad, que se evidencia en asistentes virtuales que tienen atributos “feminizados” diseñados para el trabajo de servicio. También en la reproducción de prácticas discriminatorias debido a la omisión de las experiencias de las mujeres en los datos, o al registro de sus antecedentes que representan sesgos históricos. Los patrones perpetuos anteriores que ponen a las mujeres en desventaja.
Avance en la incorporación de más mujeres en el desarrollo de IA y establece procesos de evaluación sesgados locales para sistemas de IA, como las recomendaciones propuestas en el documento internacional “estándares globales para auditorías”, desarrollados por un panel de expertos en diversas áreas de conocimiento, son pasos concretos para avanzar hacia una tecnología más justa. Si logramos acciones decididas hoy, podemos evitar que la IA profundice las desigualdades que consideramos inaceptables Y en su lugar, Conviértalo en una herramienta para cerrar los huecos en lugar de aumentarlos.