Día Mundial de los Océanos: la protección empieza por la costa

Aunque durante las últimas décadas nuestro país ha registrado importantes avances importantes en la conservación de sus espacios marinos, con corriente Chile protege el 43% de la zonificación ecológica y económica (ZEE) como un área marina protegida y promueve las áreas marinas protegidas (AMP) en las altas temporadas aún Tenemos una gran deuda con la protección de los ecosistemas marinos costerosdonde muchas de las presiones y factores estresantes que enfrentan el océano.

Es un tema de vital importancia para un país como Chile, que a pesar de tener más de 6 mil kilómetros de costa, aún No tiene una política pública efectiva que pueda garantizar la protección integral de su zona costera, Afectados por fenómenos como la creciente urbanización en ecosistemas críticos, la contaminación que se deriva de actividades humanas y productivas, y por amenazas derivadas del cambio climático global, como el aumento de las olas y el aumento del nivel del mar.

Debemos considerar que las principales fuentes de contaminación, la pérdida de hábitats críticos y la sobreexplotación de recursos, derivan de nuestras actividades en la costa: desde la extracción de agregados que despojan de nuestras playas, hasta la intervención de canales que depositan los contaminantes en el mar, a través de la gestión de residuos, el crecimiento urbano sin control y la ausencia de regulación de las actividades económicas que alteran los ecosistemas costeros.

Si bien tenemos la ley de solo usar plásticos (ley 21,368), para lo que sabemos, Los microplásticos Ya se establecen en playas, sistemas estuarinos y también en el océano costero.

Este problema también se explica por la dependencia que tenemos de las cuencas hidrográficas: a través de las plumas de los ríos que fluyen hacia el mar, se diseminan el exceso de nutrientes, contaminantes y microplásticos.

No tenemos una evaluación nacional sobre microplásticos En las costas arenosas, por ejemplo, ni sabemos cómo están afectando el alimento de la población de nuestro país a través del consumo de pescado o productos marítimos.

Y a pesar del hecho de que Chile ha firmado importantes acuerdos internacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que consideran la conservación de los ecosistemas marinos y costeros, y hoy aspira que Valparaíso puede ser la secretaría técnica del acuerdo sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina más allá de las joRisdicciones nacionales (BBNJ, por su acrápito en inglés) específico para la costa de la costa.

Durante nuestro trabajo de investigación con las comunidades costeras, vemos con preocupación cuántas veces estas mismas comunidades que cumplen un papel de vigilancia, protección y queja, que deberían estar garantizadas por el estado.

Frente a este escenario, Es urgente tener una ley de costas que pueda garantizar principios claros de planificación territorial, Participación ciudadana, protección del medio ambiente y justicia ecológica, un organismo legal que es capaz de conducir a transformaciones sostenibles y una sociedad más justa.

*Doctor en Geografía, Académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Director del Observatorio de la UC de la costa e investigador del Instituto Milenio Secos.

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