El mes de septiembre marcó un cierto respiro para el bolsillo de los consumidores chilenos, debido al fuerte incremento proyectado en el precio de las tarifas eléctricas durante octubre.
Según publicó la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumo (IPC) registró en septiembre una variación mensual del 0,1%, lejos de la expectativa del 0,3% que había incorporado el mercado.
Esto provocó que la serie empalmada del indicador se moderara del 4,7% al 4,1%, marcando así la primera caída del IPC en 12 meses desde marzo pasado. La serie de referencia del Banco Central se atenuó del 4,6% al 4% en el período.
Por el lado del aumento, el INE reportó un incremento del 3,3% en septiembre en la división de prendas de vestir y calzado.
Precisamente, el incremento en el precio de este grupo de productos generó que la inflación mostrara un comportamiento similar para todos los grupos de ingresos, medida por el Centro de Investigaciones Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (CIES UDD).
Sí, de hecho, El quinto quintil, que engloba al 20% de la población de mayores ingresos, se separó del resto de sus pares con una variación mensual del 0,16%, la más alta entre los grupos, para llegar al 4% medido en doce meses.
En el otro extremo, La inflación del primer quintil -que agrupa al 20% más vulnerable del país- no registró variación en el mes, con lo que el acumulado en el último año se acerca al 4,1%.
El director del CIES UDD, Víctor Martínez, revela el impacto que tuvieron prendas de vestir y calzado en el IPC general del mes, con ligeras diferencias en detrimento del grupo de mayores ingresos.
“Los productos que integran esta categoría no se destacaron particularmente, lo que demuestra que varios productos de la categoría tuvieron incrementos que en suma generaron un impacto positivo en la canasta. Esta categoría se caracteriza por tener una relevancia similar para los quintiles de mayores ingresos y los de menores ingresos.“, continúa.
Señala que ropa y calzado tiene un impacto ligeramente mayor en el grupo de mayores ingresos, aunque hay una ligera diferencia entre el primer quintil y el quinto, de apenas 0,0016 puntos de peso.
En cuanto a las incidencias a la baja, Martínez destaca los alimentos, que si bien mostraron un descenso generalizado, presentan una alta dispersión en las variaciones de precios.. Dentro de este rubro, el pan se destacó como el tercer producto con mayor incidencia del incremento del IPC del mes, mientras que la carne vacuna fue el producto con mayor incidencia de la baja.
“A pesar de estas diferencias, el impacto general de la división de alimentos fue negativo. Cabe señalar que esta categoría tiene mucha mayor importancia para los hogares de menores ingresos, donde su peso relativo es más del doble en comparación con la canasta del quintil. Estos aumentos, combinados con el resto de la canasta se tradujo en un mayor incremento en el conjunto de productos en los que más gastan las personas pertenecientes al quintil de mayores ingresos”, concluye.
