El índice de precios al consumidor (IPC) de Estados Unidos registró un aumento mensual del 0,3% en septiembre, inferior al promedio de las proyecciones de los expertos de alrededor del 0,4%.
Con este resultado, la inflación acumulada en 12 meses llega al 3%.
Excluyendo alimentos y energía, el IPC subyacente mostró un aumento mensual del 0,2% y una tasa anual también del 3%, frente a las estimaciones respectivas del 0,3% y el 3,1%, esta última sin cambios respecto al mes anterior.
El IPC subyacente mensual registró aumentos del 0,3% tanto en julio como en agosto.
Un aumento del 4,1% en los precios de la gasolina fue el principal factor que contribuyó a un informe que, por lo demás, mostró presiones inflacionarias bastante moderadas. Los precios de los alimentos mostraron un aumento del 0,2%. Los precios de las materias primas en general subieron un 0,5%. En términos anuales, la energía subió un 2,8% y los alimentos un 3,1%.
Cabe señalar que la lectura del IPC es el único dato económico oficial que puede publicarse durante el cierre del gobierno.
La cifra debería ser bienvenida por los inversores, lo que contribuye a las expectativas de que la Reserva Federal pueda recortar la tasa de interés nuevamente durante la próxima semana.
Jorge Herrera, subgerente de Estrategia de Inversiones de Principal, dijo que los datos alientan expectativas de aumentos a nivel bursátil, “algún descenso por el lado de las tasas de interés y cierta reacción a la caída del tipo de cambio ante un panorama de mayor certidumbre sobre las posibles acciones de la Reserva Federal”.







