El clásico universitario cambió en solo 60 segundos. En sus últimos 60 segundos. Cuando todo indicaba que los objetivos sin objetivos serían el resultado final, un error de jarra en la parte trasera de la cruzada dio paso al disparo de los “Tucu” y el objetivo con el que Universidad de Chile impuesta contra la Universidad Católica.
El delirio de los anfitriones azules fue proporcionalmente inversa para cruzar la frustración y eso generó el clima auspicioso para que los jugadores comenzaran a aprobar el relato de lo que se experimentó en el Gramado del Estadio Nacional. Especialmente dos, Matías Zaldivia y Jader Gentil.
La defensa de la U y el delantero cruzado tuvieron varios encuentros durante la reunión, por lo que el brasileño estaba en busca del chileno nacionalizado tan pronto como la fiesta terminó y con la euforia de la celebración de la agonía aún para los cielos. El carnero no se mantuvo nada y si no es por Tomás Asta-Buruaga, la discusión habría dado paso a los golpes.
Y eso estaba claro, cuando el Blue Central se aleja de sus compañeros de equipo, para buscar gentil, y Con saltos y gestos aéreos, invita a su colega cruzado a pelear en vestuarios.
Parecía que algún encuentro podría ocurrir más, pero Marcelo Díaz contenía el final de los prebordadores y logró calmarlo antes de aceptar la “oferta” de los nacidos en Argentina. Fernando Zampedri hizo lo mismo con Zaldivia. El capitán de la UC tomó al hombre que también defendió la camisa Colo Colo y logró convencerlo de que dejara las cosas allí.
Pero las diferencias entre ambos lados no concluyeron allí, entonces El análisis de los entrenadores, Gustavo Álvarez y Tiago Nunes, fue totalmente opuesto. Si bien el director técnico de Las Condes dijo que “el más justo” fue que el juego terminó en un empate, aparentemente en la cancha, su bronceado de la cisterna dijo que los tres puntos le pertenecían y es por eso que entregó una respuesta lacónica a las monjas: “No estoy de acuerdo”, concluyó el arquitecto de la gran campaña de la U.