La primera reacción del ventilador de selección abatido Es exigir que se vayan. Es un sentimiento que no es nuevo y que emana de la gana, de cansancio, de una carga negativa que ha estado llegando durante más de una década.
Pero excepto Ricardo GarecaTómelo con seguridad de que ninguno se irá. Probablemente será al revés: comenzarán a llegar. Gerentes, técnicos, funcionarios y asesores. Esto genera la renovación del fútbol chileno. Sin ningún diagnóstico, auto -crítica o estrategia.
Desenfoque sin una cuenta nueva. A Pablo MiladDespués de hablar más sobre más en Santiago después de perder con Argentina, subrayaron el guión en el avión a La Paz: “Trajimos lo mejor en la marca, pero los resultados no se dieron”. “Tenemos que buscar un gerente de selección, nos aconsejaremos externamente para encontrar el nuevo entrenador”; “Nos enfrentamos a un gran desafío con la Copa Mundial U20 donde las nuevas figuras tienen que irse”. A partir de ahí, será difícil conseguirlo. Tampoco son ideas complejas, porque la obediencia de Milad siempre puede tropezar con el impresionante verbal.
El fútbol chileno es capturado por aquellos que lo dirigen y la selección es una más. Aquellos que secuestraron la actividad, en su mayor parte, lo hicieron con fines de lucro y se instalan mientras pueden alquilar. Irán cuando el modelo que articularon, al adquirir clubes a través de corporaciones deportivas, deja de ser un negocio interesante. Lanzarán fútbol porque para ellos la relación es utilitaria y no representa un costo social. Reputacional, tal vez, pero ese término no está en sus diccionarios.
La rebelión del club solo se intensificará en la medida en que la distribución de la riqueza o que los servicios públicos sufren cortes, pero el movimiento no está tan bien el resultado de una ideología programática está amenazado. El descontento de la gerencia tampoco se basa en un concepto de doctrina que el fútbol chileno no sabe, pero pasa por una sensación de incomodidad con un directorio de la ANFP, que en su orgánico institucional procede con opacidades que plantean sospechas y que tiene pocos personajes transparentes en las posiciones de confianza.
Entonces, si espera con ansias ellos, sepa que se trata de fútbol, cerdos y diamantes. Hay mucho dinero y poder en el medio, pero debes comportarse como animales y emporarse. Cada club del Consejo de Presidentes no le importa sumergirse en el barro si sus intereses particulares se beneficiarán con las normas regresivas, como las del Sub 21 en la corte. La dinámica de la asamblea que prevalece cuando los propietarios operan, ha favorecido la conducta de este débil directorio de corazón al defender sus condenas mínimas.
Los grandes fracasos del fútbol chileno no han sido estímulos para reformas profundas. No te emociones. La autoría de estos procesos fallidos puede haber causado el desacreditado en biografías específicas, Pero ya sabemos que en Chile la memoria es frágil y la sanción por la incompetencia es leve, especialmente cuando el equilibrio de las derrotas predomina sobre el de los triunfos. Una constante en nuestra historia que comienzan a conocer las generaciones que crecieron con los títulos de 2015 y 2016.
Si al menos el último lugar de la selección en los clasificatorios de la Copa Mundial servir para reparar el daño causado por esta administración tan desprovisto de un propósitoEl epílogo en La Paz aligeraría el peso de la humillación deportiva. Incluso para eso, sin embargo, estamos hundidos en el barro.