Los cambios culturales y sociales moldean constantemente la forma en que los hombres perciben su paternidad y sus responsabilidades reproductivas. Y en Chile, un estudio reciente reveló una tendencia llamativa: cada vez más hombres deciden hacerse la vasectomía sin haber tenido hijos previamente. Esto, según expertos en la materia, podría marcar un cambio significativo en la concepción de la masculinidad, la responsabilidad de los hombres en la fertilidad y la planificación familiar, justo en momentos de una marcada disminución de la tasa de natalidad en el país.
El trabajo actual llamado Privilegio de género y experiencias de vasectomía de hombres sin hijos en Chile (Experiencias de privilegio de género y vasectomía de hombres sin hijos en Chile), Ha sido realizado por investigadores del Instituto de Sociología de la Universidad Católica, Loreto Watkins y Martina Yopo.
A través de entrevistas cualitativas semiestructuradas a hombres que se sometieron a vasectomías sin tener hijos, los investigadores analizaron el fenómeno y gracias a ello se reveló que muchos de ellos optaron por este procedimiento como parte de una decisión consciente de no ser padres.
“Antes en Chile se utilizaba la vasectomía como método anticonceptivo para lograr el tamaño ideal de familia. Esta distinción de operarse antes de tener hijos es, de alguna manera, mucho más radical, o con implicaciones mucho más profundas”, dice Yopo.
La vasectomía es un método anticonceptivo quirúrgico permanente que implica el bloqueo de los conductos deferentes. Esto impide el paso de los espermatozoides desde los testículos a la uretra. Según datos del Departamento de Estadística e Información en Salud (DEIS) del Minsal, entre 2013 y 2023 el número de trámites aumentó de 768 a 7.580, lo que representa un incremento del 887%.
Puede ser reversible en el 85% al 90% de los casos cuando se realiza dentro de los primeros cinco a diez años después de la operación. Sin embargo, Alfredo Aliaga, urólogo de Clínica Dávila Vespucio, Destaca que esta intervención se recomienda como procedimiento definitivo. “Alrededor del 3% de los hombres que se someten a una vasectomía solicitan posteriormente su reversión. Es principalmente porque tienen una nueva pareja y quieren recuperar su fertilidad”, detalla.
Martina Yopo comenta que antiguamente la vasectomía tenía una serie de prejuicios que impedían a los hombres consultar sobre este procedimiento y mucho menos hacérselo. Esta intervención incluso se asoció con una reducción de la masculinidad, asociada a creencias culturales vinculadas a la impotencia.
“Es una cirugía que no afecta en absoluto a la vida sexual de los pacientes, no cambia el deseo sexual, la erección ni la potencia. Los pacientes siguen manteniendo su vida sexual absolutamente igual que siempre”, puntualiza. Cristóbal Mülchi, urólogo de Clínica Ciudad del Mar.
Además, Yopo destaca que socialmente la percepción sobre este procedimiento está cambiando, como lo retrata la investigación. “La vasectomía empieza a ser vista como un acto de responsabilidad y una reafirmación de la masculinidad moderna”, añade.
Aliaga agrega que sí ha notado un aumento de hombres sin hijos que han consultado por esta intervención, “pero yo diría que ese aumento tiene más relación con que se aprobó el bono PAD (en 2020, un beneficio del Fonasa que permite acceder a un paquete de atención médica), aunque sí vemos a muchos pensando en posponer la paternidad. Y en ese escenario no recomendamos esta cirugía porque si bien puede ser irreversible, no es lo mismo que definitiva”. menciona el especialista.
Sin embargo, aunque muchos hombres expresaron en el estudio que su motivación para realizarse la vasectomía se basó en el deseo de ser más responsables en la planificación familiar, Yopo detectó matices en sus declaraciones. Algunas de ellas confesaron que la idea de someterse a una vasectomía fue impulsada por sus parejas, sugiriendo que, aunque están asumiendo un papel activo, todavía hay dinámicas tradicionales de género en juego. “El discurso sobre la igualdad de género es fuerte, pero muchas veces se revela que son más reactivas que proactivas en su decisión”, destaca la socióloga.
El análisis de esta nueva “masculinidad híbrida” que surge de la vasectomía, como destaca el estudio, muestra tanto el progreso hacia la igualdad de género como la perpetuación de las desigualdades, donde los hombres, aunque dispuestos a compartir responsabilidades, también enfrentan menos preguntas al hacerlo en comparación con las mujeres.
Además, la vasectomía se presenta como un método de control de paternidad que contrarresta la carga que históricamente ha recaído sobre las mujeres en este ámbito. Yopo señala que, según el estudio, muchos hombres que se someten a vasectomías también lo hacen para aliviar a sus parejas de los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales.
La investigación destaca cambios sutiles pero significativos en la forma en que los hombres chilenos están redefiniendo sus roles en la familia y la sociedad. “Lo que estamos observando es un nuevo perfil de hombres en Chile que a través de las vasectomías están redefiniendo no sólo lo que significa ser padre, sino también lo que significa ser hombre”, concluye Yopo. Estas transformaciones no son sólo individuales, afirma, sino que están en el centro de un cambio social más amplio que podría tener profundas repercusiones en la igualdad de género en el país.
La detallada investigación fue aceptada para su pronta publicación en la revista científica Gender & Society, una de las más prestigiosas en estudios de género.
