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El impasse con rey Felipe VI que tensiona a México y España
Se ha producido un desacuerdo diplomático. México y España. En esta ocasión se trata de un hecho sin precedentes que involucra una vez más a la rey Felipe VI.
El gobierno español anunció que no tendría ningún tipo de participación en la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum. La decisión se anunció en un comunicado después de que se anunciara que el rey Felipe VI no fue invitado a la ceremonia.
Según la Constitución del país europeo, el rey es el “Jefe de estado” y el es quien tiene “la máxima representación del Estado español en las relaciones internacionales”. Siendo la figura más importante de España, asiste a los cambios de poder.
Desde que fue proclamado monarca en 2014, Felipe VI ha asistido a 17 actos de investidura de jefes de Estado de otros paísesseñala la agencia EFE. Cuando fue príncipe también representó a España en múltiples ceremonias.
Las ocasiones en las que el monarca no ha asistido a tomas de posesión de presidentes latinoamericanos han sido pocas, según informa el diario español El País. En noviembre del año pasado, por ejemplo, no asistió a la ceremonia del presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Recientemente, las autoridades mexicanas dieron a conocer la lista de los invitados a la juramentación del primer presidente de ese país, que se llevará a cabo el próximo el próximo 1 de octubre. En las últimas elecciones presidenciales, celebradas en junio, Scheinbaum había logrado ganar con el 60% del total de votos, lo que equivale a ser elegido por casi 36 millones de personas.
La selección de invitados a la próxima toma de posesión incluyó a varios jefes de Estado, entre ellos el presidente chileno Gabriel Boric, el brasileño Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el cubano Miguel Díaz-Canel. Sin embargo, el monarca español no estaba en esa lista.
Durante la noche del martes de esta semana, el gobierno español anunció tajantemente que, ante la exclusión de Felipe VI de la invitación, No enviarían a ningún representante del Ejecutivo a participar en la ceremoniacalificando de “inaceptable” la actitud adoptada por las autoridades mexicanas.
“El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de Su Majestad el Rey de la invitación a la toma de posesión”Lo dijeron en un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores del país europeo.
En tanto, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, lamentó que el país ibérico no estuviera presente en el evento, sobre todo porque considera que México “es un pueblo hermano”. Luego, enfatizó que “el jefe de Estado siempre va a todas las tomas de posesión, por lo tanto, no podemos aceptar que en este caso quede excluido. Si queda excluido, España no estará representada”.
Antes de que la lista saliera a la luz, el monarca no era el único considerado para acudir a la ceremonia. También se contemplaba que asistieran El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.
En las últimas décadas las relaciones diplomáticas entre México y España se han caracterizado por ser cordiales. Sin embargo, la tensión entre ambas naciones comenzó a escalar en 2019, poco después de que López Obrador asumiera la presidencia.
El 1 de diciembre de 2018, Felipe VI asistió a la toma de posesión de López Obrador. En aquella ocasión también asistió el presidente de España, Pedro Sánchez.
Pero en marzo de 2019, apenas tres meses después de asumir el cargo, surgió el primer conflicto.
¿La razón? El presidente mexicano envió una carta al monarca español donde le pidió disculpas por los hechos ocurridos durante la Conquista del país latinoamericano. Esto, ya que en 2019 se cumplieron 500 años de la llegada de Hernán Cortés a territorio mexicano.
“Durante la Colonia se violaron derechos individuales y colectivos que, desde una perspectiva colectiva, deben asumirse como ataques a los principios que rigen a ambas naciones (…) México quiere que el Estado español admita su responsabilidad histórica por estos agravios y ofrezca disculpas o reparaciones. compensación política adecuada”, se lee en la carta.
Días después, AMLO volvió a referirse al tema en un video. “Fue una invasión. Hubo asesinatos, imposiciones. La llamada conquista se hizo con la espada y la cruz. Las iglesias se construyeron encima de los templos.diría la autoridad.
El gobierno español decidió rechazar “con toda firmeza” las palabras del presidente mexicano y lamentó que el texto saliera a la luz pública. “La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”, dijeron.
Pese al desacuerdo, el Ministerio de Asuntos Exteriores español aseguró que estaban dispuestos a “trabajar junto con el gobierno de México y seguir construyendo el marco adecuado para intensificar las relaciones de amistad y cooperación existentes”.
Pero eso no fue suficiente para el jefe de Estado mexicano. En los años siguientes continuó exigiendo a las autoridades españolas disculpas por los hechos ocurridos durante la Conquista, alegando que esto podría mejorar las relaciones bilaterales entre los países. “No lo entendieron, fue un acto para cerrar heridas, reconciliación e iniciar una nueva etapa”dijo en una conferencia de prensa en mayo de este año.
Sheinbaum, la presidenta electa de México, aseguró a mediados de este año que estaba de acuerdo en que el país ibérico tenía que disculparse, pero que al mismo tiempo era necesario “mantener relaciones”.
Mientras tanto, tras salir a la luz pública el comunicado del gobierno español, Sheinbaum respondió que Pedro Sánchez había sido invitado a ser parte de la ceremonia en julio. Sin embargo, Felipe VI no apareció en la lista por no haber respondido “directamente” a la polémica carta de López Obrador, que fue filtrada a la prensa.
“Hasta el momento no se ha esclarecido esta circunstancia, ni se ha respondido directamente al gobierno de México”, argumentó.