Published
3 hours agoon
En materia de innovación, un referente mundial es Suecia. Con una población cercana a los 10,6 millones de habitantes, ocupa el segundo lugar en el Índice Global de Innovación 2024 y es la segunda economía más avanzada en progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU). .
La directora general de Comercio Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia, Camilla Mellander –quien participó de los Swedish Innovation Days 2024, organizados por la embajada de Suecia en Chile y que reunió a actores de ambos países– en entrevista con el DF abordó la innovación y su impacto.
“Suecia es un país construido sobre la innovación y la ingeniería. Y empezó con Alfred Nobel, un emprendedor e innovador que creó el Premio Nobel. Al ser un país pequeño, comprendimos desde el principio que teníamos que competir en los mercados internacionales y eso requería estar a la vanguardia”, afirmó Mellander.
Suecia cuenta con una Estrategia de investigación e innovación -que integra una política nacional- para fortalecer la competitividad, el desarrollo sostenible y la capacidad de abordar los desafíos globales. Además, el Gobierno acaba de presentar al poder legislativo una nueva propuesta para 2025-2028.
Un aspecto importante es el gasto en investigación y desarrollo (I+D). En 2023, el Consejo Sueco de Investigación destinó 4.200 millones de euros a proyectos de I+D, lo que equivale al 3,7% del presupuesto total del Estado, donde el 2,4% proviene de fuentes privadas. Esto sitúa a Suecia como el quinto país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más recursos destina a I+D; Chile gasta el 0,39% del Producto Interno Bruto (PIB).
Mellander también explicó que los sectores estratégicos para la inversión en I+D se definen con un enfoque colaborativo de largo plazo, más allá del gobierno actual. Entre las vigentes destacó las ciencias de la vida, la digitalización, así como la transición y la minería verde, en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
El mercado de capitales también juega un papel clave. “Casi todos los suecos invierten su dinero en fondos que destinan recursos a I+D, como pensiones o capital riesgo para startups, en lugar de tenerlo en un banco”, comentó.
Otro elemento central del modelo de innovación es la colaboración de “cuádruple hélice” entre la academia, el sector privado, el público y la sociedad civil.
Además, en el mundo académico existe un “privilegio del profesor”, que permite a los investigadores patentar directamente sus innovaciones, creando incentivos para comercializarlas. “Por ejemplo, en Estados Unidos son las universidades las que retienen la innovación. Ese no es nuestro caso y creo que eso es parte de por qué somos tan innovadores”, dijo Mellander.
Ecosistema de innovación
El país cuenta con 12 agencias que promueven la innovación y la creación de startups de base científico-tecnológica, entre ellas Vinnova, agencia de innovación que financia I+D en línea con la Agenda 2030; Energimyndigheten, agencia de energía; y Formas, consejo de investigación, que en conjunto financian diecisiete programas estratégicos.
También cuenta con una red de Incubadoras y Parques Científicos Suecos (SISP) para compartir conocimientos entre emprendedores e inversores y promover el desarrollo de industrias de alto crecimiento.
Suecia tiene 40 unicornios (startups valoradas en más de mil millones de dólares), siendo el más conocido Spotify. Y según el Foro Económico Mundial, su capital, Estocolmo, ocupa el segundo lugar -después de Silicon Valley- en unicornios per cápita.
Mellander afirmó que la colaboración tiene sus raíces en la cultura empresarial, por lo que las empresas crean incubadoras de startups bajo su protección. “Las multinacionales sienten la responsabilidad de nutrir nuevas empresas y estas, a medida que crecen, pueden pasar a formar parte de su cadena de valor”.
Otro aspecto es la mentalidad hacia el riesgo y el fracaso. “No hay miedo al fracaso. Algunas de las startups han fracasado varias veces, pero empiezan de nuevo”, afirmó.
Relación con Chile
Mellander señaló que Chile y Suecia tienen intereses similares, especialmente en minería sostenible y transición verde.
En esta línea destacó el memorando de entendimiento sobre movilidad inteligente y sostenible y seguridad vial, que ambos gobiernos firmaron el pasado mes de junio, y la presencia de autobuses eléctricos de las empresas suecas Volvo y Scania.
Respecto al gasto de Chile en I+D, dijo que una opción para aumentarlo “podría ser reorganizar el mercado de capitales, emulando el modelo sueco e incentivando que se destinen más recursos privados a la innovación”.
También propuso fortalecer las colaboraciones científicas y tecnológicas con Suecia y la Unión Europea y aprovechar los acuerdos bilaterales en curso.
Salvó proceso de Gareca en Vélez: la revancha de Gustavo Quinteros
Proyectos nuevos y de reposición: mediana minería ve inversiones por casi US$ 3.200 millones a 2033
Por qué han aumentado las tensiones entre Rusia y la OTAN
Las acciones ganadoras y perdedoras del IPSA en 2024
Hallan cuerpo de hombre apuñalado en calle 10 de Julio
Flujos de depósitos a plazo aumentaron 4,4% al cierre del tercer trimestre