El presidente de Sri Lanka cede ante revolución popular y anuncia que dejará el cargo el próximo miércoles

El presidente del Parlamento de Sri Lanka, Mahinda Yapa Abeywardene, anunció este sábado -tras el inicio de una revolución popular- que el presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, le comunicó que dimitirá de su cargo el próximo miércoles 13 de julio.

Según fuentes consultadas por la prensa esrilanquesa, Rajapaksa comunicó su decisión a Abeywardene en una comunicación privada en la que pedía hasta el miércoles para preparar la transición y cerrar asuntos pendientes, informa el diario esrilanqués ‘Daily Mirror’.

Según acordaron las fuerzas políticas esrilanquesas, una vez dimita Rajapaksa, será el presidente del Parlamento quien asuma la dirección del Estado -de acuerdo con la Constitución- y por un plazo de 30 días en el que el Parlamento elegirá un nuevo presidente .

La revolución popular que estalló este sábado en Sri Lanka obligó así a la dimisión de Rajapaksa, que anunció que deja el cargo tras ceder a las presiones de múltiples frentes de formaciones políticas y asociaciones civiles del país por su incapacidad para afrontar los más graves crisis económica. de la historia de la nación.

Rajapaksa cede así tras meses de protestas por la falta de alimentos y combustible que finalmente acabaron desembocando en críticas generalizadas contra el presidente, acusado de corrupción y nepotismo al colocar a su hermano Mahinda como primer ministro hasta que finalmente se vio obligado a forzar su destitución. en mayo, nuevamente por la presión popular.

El sucesor de Mahinda, Ranil Wickremesinghe, antiguo rival de Rajapaksa y última opción del presidente para solucionar la crisis, acabó dimitiendo horas antes tras el inicio de las protestas de este sábado para dar paso a “un gobierno de concentración” cuya principal función será la convocatoria de nuevos elecciones.

A pesar de haber renunciado, un grupo de manifestantes prendió fuego a la casa de Wickremesinghe. Otros también ocuparon la casa del presidente Rajapaksa, que tuvo que ser trasladado a “un lugar seguro”.