La posibilidad de acceder a una vivienda propia en Chile es cada vez más lejana. Actualmente, una familia con ingresos medios debe ahorrar sus recursos por más de 11 años para poder comprar un inmueble, según un relevamiento realizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con base en el índice Relación Precio Ingreso (PIR) .
Esta cifra marca una diferencia significativa respecto a años anteriores. Según el gerente de estudio del gremio, Nicolás León, durante los años 2003 y 2011 la vivienda en Chile era medianamente asequible. En aquella época, los hogares debían ahorrar entre tres y cuatro años para poder acceder a un inmueble.
La CChC considera que existe un paquete de medidas de corto y largo plazo que podrían tomarse para enfrentar este fenómeno, tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta.
Sin embargo, en 2011 hubo una ruptura. El ejecutivo explicó que desde ese año se ha producido una brecha creciente entre los precios inmobiliarios y los ingresos familiares, lo que naturalmente se tradujo en una menor proporción de hogares chilenos que pueden adquirir una vivienda.
A esto se suma que en la década de 2010 se comenzaron a implementar una serie de normas que comenzaron a encarecer la producción de vivienda, como la Reforma Tributaria -específicamente el efecto del IVA-, la Ley de Contribución al Espacio Público, entre otras. .
Así, como lo revela el indicador, a partir de 2011 la vivienda en Chile se volvió inasequible. En 2013, las familias tuvieron que ahorrar 6,1 años para acceder a una vivienda. En 2020 esta cifra alcanzó los 9,8 años, y a finales de este año se alcanzó el punto más alto, es decir, 11,4 años.
Es más, si se compara el TIP de Chile con el de los países anglosajones, el indicador del país es el segundo más alto, después de Nueva Zelanda (11,6 años). Detrás de Chile le siguen Canadá con 9,1 años, Australia con 8,4, Inglaterra con 7,8, Noruega con 7,1 y Estados Unidos con 4,1.
“Esto de ninguna manera es algo que nos haga felices, al contrario, es un problema tremendo”, enfatizó León.
Desglose de cifras
Sin considerar los hogares encabezados por un jubilado, las mayores dificultades para acceder a la vivienda las están experimentando los hogares jóvenes. Las familias con miembros menores de 30 años deberían destinar unos 11 años de todos sus ingresos a comprar una vivienda media.
Las familias compuestas por personas entre 30 y 39 años deberían destinar unos ocho años; mientras que los hogares con miembros entre 40 a 49 años y 50 a 60 años deben ahorrar sus recursos por más de ocho y 10 años respectivamente.
En el detalle por regiones, se observa que la situación es igualmente compleja, estando todas las localidades en zona de “no asequibilidad” para la vivienda, según el criterio del PIR.
La macrozona norte debería destinar unos 12,2 años de todos sus ingresos para poder comprar una vivienda media; la macrozona centro-norte requeriría 11,6 años; la macrozona centro-sur, 13 años; la macrozona sur, 14,5 años; y la macrozona sur, 11,8 años.
Si se mira detenidamente las macrozonas, la Región Metropolitana es la que presenta la TIR más baja, de 8,1 años, asociado a que en esta región se concentran los mayores ingresos del país. Por su parte, La Araucanía es la localidad con mayor TIP de Chile (18,7 años), asociada al equilibrio ingreso-precio de la vivienda.
Medidas a tomar
La CChC considera que existe un paquete de medidas de corto y largo plazo que podrían adoptarse para abordar este fenómeno, tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta.
En primer lugar, León explicó que se debe implementar un subsidio para la compra de viviendas nuevas para sectores medios. Este estaría enfocado a un esquema de apoyo temporal al costo de financiación de créditos hipotecarios a través de una Línea de Financiación Hipotecaria, que facilitaría la adquisición de nuevas viviendas.
El directivo dijo que es fundamental encontrar un mecanismo compensatorio para la eliminación del Crédito Especial para Empresas Constructoras, que tenía como objetivo beneficiar a los hogares compradores de vivienda abaratando el costo de la construcción.
Otro aspecto que el ejecutivo considera necesario es la ampliación del alcance de Fogaes. “Este instrumento tiene una vigencia hasta el 31 de diciembre, por lo que como gremio estamos pidiendo que se tramite una ley para asegurar su extensión por al menos dos años. Asimismo, incrementar la cobertura de la garantía de pie para las personas, del 10 al 15% del valor total de la vivienda, permitiendo que más hogares puedan acceder a este beneficio”, enfatizó.
El gremio también consideró necesario racionalizar la normativa técnica y urbanística, como eliminar la Ley de Oleoductos. Y, finalmente, León detalló que se debe actualizar la cifra de conversión de densidad en número de viviendas, para reflejar la composición actual de los hogares, permitiendo un mejor uso de la infraestructura.
“El desafío de la asequibilidad de la vivienda no puede dejar indiferente a nadie. El sector público, el sector privado, los bancos, las autoridades locales, la sociedad civil, todos debemos seguir trabajando juntos y apuntar más alto, porque estamos perdiendo la batalla. La urgencia de la crisis nos obliga a llegar a acuerdos rápidamente y tomar medidas disruptivas”, concluyó León.
