Un rendimiento de $ 3.6 por dólar invertido en trabajo de trabajo. Esa es la cifra que marca la diferencia en la nueva estrategia de salud organizacional que promueve a las empresas a nivel mundial, y que fue presentada en Chile por el Instituto de Tecnología de Innovación en Salud y Bienestar (ITISB) de la Universidad Andrés Bello, en una reunión organizada por el Pacto Global de Chile.
La evidencia, basada en 47 estudios internacionales, revela que los programas corporativos más efectivos no solo mejoran la salud de los trabajadores, sino que también aumentan la productividad, reducen el absentismo y fortalecen la cultura organizacional. “La experiencia internacional es clara: invertir en bien, no es un gasto, es una decisión estratégica con el rendimiento asegurado”, dijo la directora de la ITISB, Carla Taramasco.
Decide la salud: el compromiso chileno de datos e intervención efectiva
En Chile, el ITISB ha desarrollado la plataforma Decide la saludUna solución digital que evalúa los riesgos para la salud en el entorno de trabajo a través del análisis de estilo de vida, con un enfoque especial en alimentos, actividad física, salud emocional, relaciones sociales, género y bienestar financiero. Ya se ha implementado con éxito en el Medical College y en diferentes entidades del sector de la salud.
Esta herramienta permite diagnósticos corporativos e individuales, diseñar planes de intervención y monitorear los resultados durante seis a doce meses. Su enfoque no es solo entregar datos, sino para administrar acciones concretas que mejoran la salud y prevenir enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes o las patologías cardiovasculares. El sistema ya funciona en una extensión para apoyar la reintegración laboral de pacientes con cáncer y sus familias.
“Cada organización puede medir su progreso, ajustar sus estrategias y convertir la prevención en un valor tangible y sostenible dentro de su cultura”, agregó Taramasco.
Modelos internacionales: del diagnóstico de acción
Entre los casos pendientes a nivel internacional está el programa de Johnson y JohnsonBasado en el estándar de CEO Cancer Gold Standard, que logró reducir el tabaquismo, mejorar los alimentos y aumentar la detección de cáncer colorrectal entre sus trabajadores en más del 40%. Por su parte, una iniciativa promovida en Alabama, los Estados Unidos, por los CDC y el Departamento de Salud Pública, recaudada en un 34.4% las tasas de detección de la misma enfermedad a través de la educación, el acceso a la evidencia y los incentivos en el lugar de trabajo.
Las claves del éxito, según el ITISB, se encuentran en cuatro pilares: promoción de la actividad física, mejora en los alimentos, apoyo en la salud emocional y la entrega de incentivos que promueven la participación sostenida.
Sostenibilidad y salud: una alianza estratégica
En línea con el ODS 3 de la agenda 2030 (Salud y bien, el impulso de estos programas se convierte en una herramienta estratégica tanto para cumplir con los objetivos de sostenibilidad como para fortalecer la competitividad de las empresas. “Un ambiente de trabajo saludable va más allá de la seguridad física: implica un pozo emocional, social y cultural, lo que se logra con el liderazgo, el compromiso y la medición del impacto”, dijo el investigador.
ITISB, que ha logrado más de $ 2.7 mil millones en fondos y desarrolló 20 proyectos en menos de tres años, busca consolidar esta visión como modelo de referencia en América Latina, integrando la salud ocupacional, la atención médica y la calidad de vida.
“La sostenibilidad de la salud debería dejar de ser una declaración y convertirse en una parte estructural de la gestión empresarial”, concluyó Carla Taramasco.