El Manchester City sigue haciendo de las suyas. El equipo dirigido por Pep Guardiola venció con facilidad al Leeds United, 2-1, y sigue con la primera opción de coronarse en la Premier League. A la espera de lo que haga el Arsenal, los Citizens (con un partido menos) se conformaron con 82 unidades, cuatro más que los Gunners.
La diferencia se reflejó desde el primer minuto. Mientras el equipo local intentaba implementar su juego, los visitantes solo se dedicaban a arroparse y evitar un marcador inminente. Los pupilos del español se instalaron cerca de la portería custodiada por Joel Robles, pero no pudieron hacer daño.
Pese a la evidente superioridad, faltó fluidez en los últimos metros del terreno de juego. Sin embargo, el gol era cuestión de tiempo. De hecho, llegó en el minuto 19 gracias a un gol de Ilkay Gundogan. “No nos dejemos sorprender”, dijo el jugador de 32 años en el calentamiento previo. La retransmisión oficial lo captó y el alemán no falló, ya que selló una gran jugada colectiva con un remate de la medialuna.
Ocho minutos después llegó un calco. El centrocampista fue asistido de nuevo por Riyad Mahrez y marcó su doblete con un buen disparo cruzado casi desde la misma posición. Así, daba tranquilidad a su escuadra, que poco a poco iba encaminándose a la victoria.
El complemento siguió la misma lógica, aunque se planteó una preocupación. Nathan Aké se lesionó y tuvo que abandonar el campo. Si por algo se caracteriza el Manchester City es por su amplitud de opciones en diferentes posiciones. Sin embargo, esta es una realidad totalmente diferente en la parte posterior. En defensa es donde menos alternativas tiene, por lo que la situación del holandés trae complicaciones.
A pesar de ello, los Citizens se impusieron cómodamente. Incluso la distancia podría ser mayor. En el cierre, Pascal Struijk derribó a Phil Foden en el área y cobró la pena máxima. Entre tantas opciones, una de ellas era Erling Haaland, el manager era Gundogan. El alemán, que también suele mandar desde los once metros, tuvo la opción de sellar su hattrick, pero el vertical derecho se lo impidió. Por su parte, Guardiola manifestó su enfado tras no patear al noruego.
Un minuto después llegó el inesperado descuento de Rodrigo Moreno. El Leeds estuvo cerca del gol de Ederson, pero aprovechó una de las pocas (o únicas) ocasiones de gol. Así llegó la sorpresa y la tensión al encuentro. Esto no duraría mucho y el City terminó imponiéndose.
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