El ajuste económico se está produciendo y continuará en los próximos meses. Ese es el panorama que esbozan las empresas en el Informe de Percepción Empresarial de febrero, que el Banco Central publicó este viernes.
Pero hay algo de optimismo para este año: La caída de la actividad económica prevista para 2023 “no debería generar perturbaciones significativas para el desarrollo de sus actividades”, prevén las firmas.
La inflación más baja también tendría un impacto lento en sus negocios. Aunque la presión de los costos tiende a la baja, aún no ha disminuido. Pero, los precios de venta profundizan su proceso de desaceleración, “debido a la percepción de demanda debilitada y mayor competencia en algunos rubros”.
Las presiones de menores costos se observan en que ya no se perciben incrementos sorpresivos o frecuentes en los precios, y otras empresas destacan el menor costo de ciertos insumos y su mayor disponibilidad.
Con todo, Al referirse a los precios, las empresas afirman que “no realizarán incrementos relevantes en el futuro para no debilitar aún más la demanda”, ya que perciben “un mayor pesimismo por parte de los consumidores”. Esto, de la mano de que los precios de venta de las empresas continúan desacelerándose paulatinamente, alcanzando la zona de neutralidad por primera vez desde julio de 2021.
En el lado negativo, “el mantenimiento de los precios, junto con la disminución de los niveles de ventas y unos costes que se mantienen elevados, han hecho que el deterioro de los márgenes sea más acusado que en el trimestre anterior”, se lee. en el informe
ventaja laboral
Las empresas declaran que no han realizado cambios “significativos” en su plantilla en los últimos tiempos, aunque señalan un “leve” descenso en el número de trabajadores con los que operan en sus negocios. Esto se traduce en que El 29% de las firmas buscó contratar nuevos trabajadores en los últimos seis meses, y en el mismo período, el 33% de las empresas han despedido empleados por situaciones habituales de rotación laboral o por dificultades en sus negocios.
De este último grupo, el 41% ha sido despedido por motivos habituales, como la extinción de contratos de duración determinada o problemas de rendimiento de los trabajadores. Y un porcentaje similar afirma que la reducción de sus niveles de ventas, o el aumento de costes, les ha llevado a ajustar a la baja su plantilla.
En este momento, Las empresas perciben un mercado laboral “algo más holgado”, lo que se refleja en la disminución del porcentaje de empresas que buscan nuevos trabajadores y en la menor dificultad para encontrarlos.
El informe también destaca que las presiones salariales se han reducido “ligeramente”, debido a reajustes menores a la inflación y menores salarios ofrecidos a los nuevos trabajadores. En concreto, en el segundo semestre del año pasado, el 62% declaró haber reajustado el salario de sus trabajadores, pero se redujo el porcentaje de empresas que ajustaban por inflación.
De la mano con lo anterior, La mayoría de las empresas considera que su plantilla actual “es la adecuada para el buen desempeño de sus actividades”, por lo que no la incrementarían en el futuro, pero por el mismo motivo tampoco han realizado “separaciones importantes”.. Con todo, el 43% de las empresas afirma que tiene menos personal del que tenía antes de la pandemia, pero solo el 26% considera que necesita más trabajadores.
Condiciones financieras
En todo este panorama, la mayoría de las empresas siguen considerando que las condiciones financieras se han vuelto “menos favorables” en los últimos seis meses, siendo el aumento de las tasas de interés la razón principal de esta evaluación, seguido de retrasos adicionales en la obtención de crédito.
La situación es desigual por sectores: La construcción ha tenido mayores restricciones para acceder a los recursos, y los entrevistados de este sector argumentan que esa es una de sus principales preocupaciones.
Pero, las firmas indican que ha aumentado “ligeramente” la solicitud de créditos con relación al semestre anterior, cuyo destino está asociado principalmente a la compra de insumos y el pago de deuda a proveedores.
Adelante
Muchas de las empresas esperan que su desempeño continúe empeorando en los próximos doce meses. Pero esperan “seguir siendo resistentes” durante este año, y hay consenso en que sus resultados se normalizarán a fines de 2023 o durante 2024.
Aunque las firmas no tienen previsto despedir personal a corto plazo, no descartan posibles ajustes por la evolución de sus negocios. De hecho, la encuesta muestra que se espera una “ligera reducción” de personal en los próximos doce meses.
Los entrevistados anticipan que los costos seguirán aumentando debido a la indexación de muchos de estos, especialmente los costos fijos, pero esperan que en el futuro el aumento se desvanezca a medida que la inflación regrese a niveles más bajos. De la mano de esto, las empresas ven restringido el espacio para subir precios porque perciben un mayor pesimismo por parte de sus clientes o usuarios, lo que termina modificando sus decisiones de gasto.
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