Published
8 hours agoon
El año comenzó con vientos a favor de Engie Chile, una compañía controlada por el grupo eléctrico privado francés más grande y que en nuestro país se encuentra como el tercer generador más grande y el cuarto en transmisión.
Las acciones de la compañía han aumentado casi el 13% en 2025, una variación que en el mercado reconoce como un producto de un regreso “brutal” de resultados que anticipan proyecciones positivas para su negocio.
El buen momento actual de la empresa contrasta con los desafíos que enfrentó en los últimos años, cuando en 2022 se creó una tormenta perfecta. En ese momento, la necesidad de hacer un uso intensivo de capital para descarbonizar su matriz energética: US $ 1,375 millones en Capex entre 2020 y 2023, combinado con la congelación de las tasas eléctricas en el sector regulado, la invasión de Rusia a Ucrania que él desencadenó el precio del gas y la sequía que causó altos precios en el mercado spot.
Las consecuencias fueron profundas. A finales de 2022, la compañía reportó pérdidas por US $ 389 millones, sus márgenes se redujeron a la mitad, sus costos aumentaron 42% y su relación de deuda financiera neta con EBITDA (DFN/EBITDA) disparó a 8,7 veces. Al mismo tiempo, el precio de sus acciones cayó un 66% entre 2019 y 2022.
Pero hoy, dos años después, la gerencia, respaldada por un escenario más favorable, ha logrado revertir la situación.
A finales de 2024, Engie reportó ganancias por US $ 228 millones. Además, su relación DFN/EBITDA se redujo a 3.8 veces y, en comparación con 2022, tanto el EBITDA como su margen más que se duplicó, alcanzando US $ 515 millones y 28%, respectivamente.
“Se ha logrado una recuperación importante en nuestros resultados financieros”, dijo el CFO de En Engie Chile, Eduardo Milligan, en una conferencia con analistas esta semana, donde también presentó en detalle el plan de crecimiento.
En el mercado consideran que el generador está listo para enfrentar esta nueva etapa. “Después de implementar con éxito un plan de reducción de riesgos y una mitigación, la compañía está en buen sentido para reanudar el crecimiento”, dijeron de Bice Investments.
El plan de reconversión de Matrix ha sido el foco principal de la empresa. En los últimos tres años, pasó de generar el 68% de su energía con carbón para reducir esa cifra a la mitad, mientras que la participación de las energías renovables aumentó del 5% al 34%.
“La compañía ha desconectado hasta la fecha 440 MW de energía generada en carbón y ha lanzado un proceso de reconversión que busca dar a los sitios una nueva vida y continuar contribuyendo al desarrollo local”, dijeron de Engie.
El proceso de reconversión continúa. Para 2026, la compañía aspira que el 59% de su capacidad instalada proviene de fuentes renovables que ya desconectan el 100% de sus unidades de carbón.
Para lograr esto y ejecutar su plan de crecimiento, esta semana la firma anunció que invertirá un total de US $ 1.4 mil millones entre 2025 y 2027, de los cuales US $ 900 millones se publicarán este año.
Este programa es parte de la estrategia anunciada por Engie en 2023, y marca una nueva etapa de inversión que le permitirá alcanzar una capacidad total de 3.5 GW, 84% más que en 2018.
“El comienzo de esta segunda etapa de inversión en nuestro plan de transformación demuestra cómo hemos promovido el proceso de descarbonización de la matriz energética (…). Una vez que los proyectos en construcción y desarrollo entran en funcionamiento, tendremos 2.5 GW de generación en energía renovable y almacenamiento ”, dijo la señal de DF de la señal Rosaline Corinthien.
En la conferencia con analistas, el CFO explicó que esta nueva etapa consta de siete proyectos, de los cuales seis son nuevos, por un total de US $ 1.2 mil millones, y estarían listos para comenzar su construcción.
Entre ellos se encuentran el parque eólico Pampa Fidelia, con una inversión de US $ 475 millones; La planta solar y el sistema de almacenamiento con baterías (Bess), que requerirá US $ 316 millones, y el parque eólico Pemuco, con un desembolso de US $ 228 millones. A estos se agregan cuatro proyectos de Bess: Tocopilla (US $ 170 millones) que ya se conocía, lile (US $ 162 millones), los loros (US $ 67 millones) y ARICA (US $ 51 millones).
En esa línea, el compromiso con el almacenamiento busca aprovechar las oscilaciones en el precio de la energía. Durante el día, la compañía lleva las baterías y por la noche, cuando el precio es mayor, enviado energía. Esta modalidad entró en funcionamiento en 2024 y ya representa el 5% de la generación total.
“La incorporación gradual de los sistemas de almacenamiento configura un nuevo escenario en la industria de la electricidad, donde las baterías comenzarán a tener un mayor peso en las decisiones para expandir proyectos renovables”, dijo el analista de BCI, Francisco Domínguez.
La estrategia fue bien recibida. “El aumento en CAPEX y su intención de recibir nuevos contratos en los próximos años, refleja que las perspectivas han mejorado y que el controlador existe una visión a largo plazo”, dijeron los analistas de Bice Investments, Aldo Morales y Rubén Alvarado.
El cambio en la matriz tendrá repercusiones positivas en los resultados y el equilibrio de la empresa, ya que el costo más bajo de las energías renovables aumentará sus márgenes. En ese sentido, Bice Investments proyecta un margen EBITDA cerca del 40% para 2026.
Del mismo modo, la compañía estima un EBITDA de hasta US $ 575 millones para fines de este año, un 11% más que el reportado en 2024.