En Patronato se ha vivido durante este mes de octubre una montaña rusa de emociones. Jugadores y aficionados pasaron del dolor de perder la división a la felicidad total de ganar el primer título de su historia. Este último tras vencer a Talleres de Córdoba en la final de la Copa Argentina.
Una victoria que les permite además jugar la Copa Libertadores en 2023, en algo inédito para el club que dirige Facundo Sava, exentrenador de O’Higgins de Rancagua. Logros que parecen imposibles para una plantilla que pierde la categoría, pero el hecho de que el descenso del Patronato esté lejos de ser responsabilidad de este grupo de jugadores.
La compleja situación del elenco de Paraná terminó dada por la tabla de promedios que rige el fútbol argentino, de donde salen los descendientes tras agrupar los resultados de las últimas tres temporadas. De hecho, este año el club logró una de sus mejores campañas en la historia de la liga, finalizando en la 10ª posición.
La victoria en la Copa Argentina se logró luego de Sorprendente gol de Tiago Banega en el 76′. El jugador fue a tapar un disparo defensivo de Talleres y debido al rebote el balón tomó una parábola que le permitió entrar en el ángulo de la portería defendida por Aguerre.
Así, Patronato coronó un torneo donde vencieron a Deportivo Morón, Colón, Gimnasia, River Plate y Boca Juniors. Por otro lado, este último será ahora su rival en la Supercopa Argentina que podría jugarse en Abu Dhabi.
“Teníamos hambre de ser campeones. La gente no sabe muchas cosas. Este equipo viajó en autobús a todas partes. No fuimos a ninguna parte en avión. Y pensar que a veces teníamos que escuchar que estábamos cansados cuando jugábamos seguido”, explicó Carlos Quintana, titular del Patronato.
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