Exdueño de Mapcity revela sus tips para triunfar con una empresa

En 2019, el ingeniero civil Roberto Camhi -56 años, fundador y exgerente general de la empresa Mapcity, nacida en 1988 y pionera en Chile en servicios de geolocalización- lanzó su primer libro “Piensa al revés”. La publicación, que se basó en gran medida en su experiencia como creador de Mapcity, Ha sido distribuido en Chile y Perú y actualmente se encuentra en su tercera edición. Pese al buen recibimiento que tuvo, Camhi aseguró en su momento que no pensaba escribir un nuevo libro, sino que las circunstancias lo llevaron a otra cosa.

Llegó la pandemia y el empresario, quien también es mentor de Startup Chile y del Founder Institute, se negó a perder el contacto que tenía todos los días con los emprendedores. Por lo mismo, Decidió abrir su agenda para que cualquiera que estuviera desarrollando un proyecto relacionado pudiera contactarlo.

Esa invitación dio paso a innumerables encuentros virtuales que, sumados a sus propias lecturas pandémicas ya las columnas que escribes periódicamenteComenzaron a convertirse en algo más. “Las ideas empezaron a ordenarse”, dice Roberto Camhi, quien decidió agruparlas en un nuevo libro con 52 artículos diseñados para leer uno a la semana en menos de 10 minutos.

Ese es el contenido de piratea tu mente ahora a la venta, que se divide en tres secciones: Emprendimiento y negocios, desarrollo personal y tendencias. “Son capítulos que van hasta la médula y trabajan directamente un tema con la profundidad que pueden dar tres o cuatro páginas, pero lo suficientemente potentes como para llamar la atención y dejarte con la duda de si quieres profundizar o no. Y si quieres profundizar, al final está la bibliografía”, explica Camhi.

Según su relato, con el título quería hacer un llamado a la acción y una invitación a cuestionar las cosas. “Me pareció muy sugerente, porque lo que quiero es que, aunque sea uno de estos artículos, le dé una vuelta de tuerca a quien lo lea y le dé una perspectiva diferente”, añade.

Los primeros 20 capítulos del libro están dentro del ámbito “Negocios y negocios”donde a partir de su experiencia personal y en contraste con bibliografía relacionada, Roberto Camhi pone sobre la mesa algunos de los dilemas que se viven día a día en el mundo del trabajo, especialmente cuando estás a cargo de una empresa o liderando un proyecto.

En este contexto, uno de los puntos abordados desde diferentes perspectivas es el de la necesidad de colaboración, ya sea con compañeros, empleados u otras empresas. “Creo que si hoy no te alías, incluso con tu propia competencia, es muy difícil tener éxito. En crear una empresa en solitario, intentando siempre ser el líder, sin buscar ayuda de aliados que tengan el complemento que necesitas o que te ofrezcan elementos diferenciadores, es muy difícil salir adelante”, asegura.

En esta zona, el capítulo “¿Cuál es tu enchufe?” aparece, donde hace una comparativa con los diferentes adaptadores de corriente que se utilizan según el país en el que se encuentre. Camhi enfatiza la importancia de saber cuestionar a cada uno de los colaboradores o empleados por separado, apuntando a sus motivaciones personales.

“Cuando la empresa crece, si estás contratando gente buena, empiezan a aparecer personas empoderadas que también tienen voz, y también grupos que no necesariamente dicen que sí a todo. Cuando ese proceso comienza, los cambios duelen más si no eres un buen líder. Para ser un buen líder hay que saber hablar con las diferentes personas de la empresa, porque cada grupo de personas ve pérdidas diferentes en cada proceso”, explica.

También destaca el capítulo “¿Eres un elefante o un pingüino?”, donde utiliza una analogía del reino animal para referirse a las diferentes concepciones del error en el mundo del trabajo. Los pingüinos, por ejemplo, tienden a abandonar a un miembro de la manada que se enferma, mientras que el elefante amamanta a un animal herido hasta que se recupera.

“Esos son los dos extremos de los líderes, jefes o fundadores de empresas. ¿Qué pasa si fracasas en una empresa? ¿Se permite o no se permite la falta? Dejamos al lector preguntándose si es muy condescendiente con sus colaboradores o si no permite el fracaso y por tanto no permite el aprendizaje”, avanza.

La sección “Talento y desarrollo personal”, por su parte, está especialmente conectada con lo que vive actualmente Camhi, quien cursa un diplomado en liderazgo y coaching ejecutivo. “Con suerte, cualquier fundador o director ejecutivo de una empresa lo haría más temprano que tarde. Estoy fascinada, estoy recibiendo mucho más de lo que pensaba”, dice.

Entre sus otras tareas actuales, se encuentra su trabajo en apanio, un marketplace para pymes que busca nivelar el campo de juego para las empresas con menos recursos. “Ese tipo de cosas me mueven mucho más hoy que ganar dinero o tener éxito. Y precisamente esta parte del libro se centra más en el trabajo personal y en mejorar la versión de uno mismo. que en todo lo que normalmente uno se preocupa cuando uno es más joven, como hacer lucas”, dice.

Uno de los capítulos que destaca Camhi es “¿El viaje o el destino?”, donde relata una experiencia familiar en un viaje a Hawái que realizó hace unos años. Allí, uno de los lugares que visitaron fue Hana, un pueblo que tiene menos de 1.000 habitantes y que no llamó mucho la atención en contraste con el sinuoso camino de más de cuatro horas que tuvieron que recorrer para llegar allí, el cual pasó por increíbles paisajes . “Estábamos persiguiendo el destino y realmente lo que importaba era el camino”, reflexiona.

Ese pensamiento lo relaciona con una opinión que dejó fuera del libro, porque es algo demasiado contingente, pero que ha expresado en otros medios últimamente. Es sobre su preocupación por el éxito que rodea al mundo empresarial y la idea de que las startups se conviertan en unicornios.

“Me llamó la atención que ‘aquí viene el próximo unicornio’ apareciera mucho en la prensa. y una deificación de las empresas que conseguían financiación importante y que aumentaban su valor, de una forma un tanto ficticia desde mi punto de vista, porque las empresas valen cuando hay alguien que está dispuesto a comprarlas y, en general, el inversor de capital riesgo. es un inversionista que pone el dinero para sacarlo bastante pronto, en los próximos tres, cuatro o cinco años, por lo que no es alguien que se vaya a quedar en la firma”, dice.

Volviendo a su analogía de viaje, agrega: “Lo que estoy tratando de transmitir en el artículo es que incluso si no logras el destino, no intentes ser un unicornio. Disfruta el camino de construir tu propósito, y si a raíz de ello tu empresa se convierte en un unicornio, bienvenido. Pero cuando buscas ser un unicornio, te cuesta todo el camino, porque vas a estar constantemente mirando tus métricas, ya sea que la velocidad de recuperación sea necesaria o no, y vas a querer romperte la cabeza. Ese ha sido uno de los grandes aprendizajes de mi vida, que va de la mano con soltar el control de las cosas que no se pueden controlar”, concluye.

El libro se cierra con los 12 capítulos reservados a “Tendencias y otras perspectivas”, donde Roberto Camhi destaca algunos temas que a su juicio serán importantes en un futuro cercano. Por ejemplo, y a la luz de su experiencia personal, Habla de la fuerza que está tomando la idea de ser utilizado de forma independiente.

“Me convertí en autónomo y descubrí el valor del tiempo. Creo que cada vez habrá más gente que, aunque reciba ofertas de trabajo, dirá que no. Conozco a muchas personas que han renunciado a muy buenos trabajos en empresas y que hoy en día no están dispuestas a volver a trabajar, porque hay cosas que no se pagan con nada”, dice.

El último capítulo de “Hackea tu mente” es “La soledad de nuestra propia burbuja”, una reflexión sobre el aislamiento que generan las redes sociales. “A medida que los algoritmos se vuelven más y más ‘inteligentes’, lo que hacen es mostrarnos las cosas que queremos ver y estamos generando visiones parciales de la realidad”, señala.

Camhi destaca los efectos negativos que esta visión puede tener en el mundo del trabajo. “Cuando estás a cargo de una empresa y vas y contratas al gallo que es de la universidad de donde salió o al tipo que es probado de la empresa que te compite, de alguna manera te empiezas a rodear de puros iguales”, él dice.

Luego agrega: “Las redes sociales, hasta los buscadores de Google, lo único que hacen es ayudarte a que aumente eso y que sigas viendo más de lo mismo y empieces a pertenecer a una burbuja, donde Rara vez conoces a lo que me gusta llamar la pareja improbable: alguien con quien nunca saldrías. Esas uniones son las que generan grandes historias, cuando el experto en tecnología se encuentra con el chascón loco, creativo, disperso y soñador. Esa mezcla hace que la música termine sonando bien”.

La analogía musical no es casualidad. Hace cinco años Camhi decidió hacerse cargo de uno de sus sueños frustrados y se matriculó en un curso de percusión de la Escuela de Rock. Aunque destaca que no toca bien, el curso le ha permitido tocar en directo junto a un conjunto formado por sus compañeros.

“El tener que jugar con otros me ha dado el mayor aprendizaje de lo que significa trabajar en equipo y remar para el mismo lado, porque si quieres sobresalir o te desfasas, la canción se destruye. Tiene que haber un propósito común y el resultado depende de todos, independientemente del rol que tengan”.