Economia

Fernando Haddad, el resurgimiento de Brasil

Published

on


Javascript está deshabilitado en su navegador web.
Por favor, para ver correctamente este sitio,
habilite javascript.

Para ver las instrucciones para habilitar javascript
en su navegador, haga click
aquí.

Dicen que es un hombre que está al servicio del mercado financiero y que entiende su lenguaje. Y también que es el responsable del buen desempeño de Brasil el último año.

Fernando Haddad, actual ministro de Finanzas del Presidente Lula da Silva ha sido el artífice del lema con el cual el mandatario inició su tercer periodo: reconstruir la nación.

El año pasado el país tuvo un crecimiento de 2,9%, muy superior a lo que pronosticaban algunos economistas brasileños que miraban con pesar el regreso del líder del Partido de los Trabajadores (PT) al poder.

El desempleo se redujo a 7,8% en febrero, la cifra más baja desde 2014. Y la inflación llegó a 3,9% en marzo. Dicha cifra está por debajo de la herencia que le dejó Jair Bolsonaro, en cuyo Gobierno alcanzó los dos dígitos y llegó a 10,06% en 2021. Eso sí, se estima que este año termine en torno al 4%.

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el crecimiento de 2023 se debió principalmente a la fortaleza del sector agropecuario, que reportó un crecimiento histórico de 15,1%, y al alza de 2,4 % de los servicios, mientras que la industria registró un incremento de 1,6 %.

Para este año, el panorama no se veían tan promisorio y los pronósticos iniciales hablaban de un crecimiento del PIB de 1,3%. Pero el 11 de abril el Banco Mundial revisó al alza las proyecciones y la situó en 1,7% este año y 2,2% para 2025. El FMI hizo lo propio este martes y predijo una expansión de 2,2% y 2,1% para este y el próximo año.

Al final, Brasil pasó a ser la novena economía del planeta, luego de ocupar el lugar undécimo en 2022. Y según el FMI podría ser la octava en el año 2026, superando a Italia.

Detrás de este desempeño está Fernando Haddad, abogado, con un máster en Economía y doctorado en Filosofía de la Universidad de Sao Paulo, alcalde de dicha ciudad entre 2012 y 2016, y candidato a la presidencia en 2016.

Militante del PT desde 1983, Haddad fue ministro de Educación entre 2005 y 2012. Fue ahí cuando forjó lazos con Lula, los cuales se mantienen hasta ahora. “Haddad es una persona de extrema confianza de Lula y hasta ahora el resultado de la popularidad de su Gobierno”, según Luis Stuhlberger, CEO de Verde Asset, uno de los mayores gestores de fondos de Brasil. Lo dijo en el podcast especializado en finanzas PodInvestir, conducido por Renato Jakitas, periodista y columnista del portal Inteligência Financeira.

Otra fuente dice que Haddad tiene el rol de equilibrar la figura izquierdista de Lula y de ser el hombre que calma a los mercados y neutraliza la percepción que tienen del mandatario.

Otro de sus logros ocurrió en diciembre del año pasado, cuando se aprobó una reforma tributaria que simplifica el engorroso sistema brasileño. La nueva ley eliminó cinco impuestos al consumo separados por un sistema dual de IVA cobrado a nivel federal y local.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, dijo esta semana en la reunión del G20 que “el desempeño económico de Brasil sigue siendo bueno, y las reformas de las políticas deberían ayudar a mejorar las perspectivas de crecimiento y elevar el nivel de vida de los brasileños”.

Mirada crítica

No todo son alabanzas. María Cristina Pinotti, economista y analista de GlobalSource Partners, tiene una visión más crítica.

Sostiene que el crecimiento del año pasado se logró en gran parte por el aporte de la agricultura, que creció un 15%.

En rigor, el beneficio provino de la guerra en Ucrania, la cual afectó el mercado de los granos. Eso impulsó las exportaciones agrícolas que subieron un 9% en 2023 hasta superar envíos por más de US$ 80 mil millones. De hecho, la balanza comercial del año pasado tuvo un superávit histórico de casi US$ 100 mil millones.

“En 2024, con la cosecha y los precios más bajos, no debería haber un crecimiento relevante en la agricultura. La industria enfrenta el escenario opuesto ya que viene teniendo un crecimiento muy bajo (1,6% en 2023)”, expresa Pinotti.

En cuanto al PIB -dice-, se espera un crecimiento en torno al 2%, muy favorecido por la extracción y exportación de petróleo y minerales. “Se trata de resultados muy por debajo de las expectativas iniciales, con signos preocupantes, como el estancamiento de la inversión, que cayó un 3% en 2023”, finaliza.

Renato Jakitas sostiene que Petrobras podría ser el motor de la economía dado que hay seis nuevos campos de extracción y se espera una mayor producción.

El gran desafío

Brasil tiene una pesada carga fiscal que arrastra por años. Y se ha convertido en el principal desafío de Haddad.

Según explica María Cristina Pinotti, en su primer mandato, Lula continuó con la agenda económica de Cardoso, pero amplió el programa de transferencia de ingresos a los sectores más pobres. Al principio lo hizo sin perder equilibrio fiscal dada la bonanza de los commodities. “Esa bonanza externa liberó el compromiso del Gobierno con las reglas estabilizadoras de la economía y la agenda del PT se fue imponiendo, tanto en el aumento de la intervención estatal en la economía como en soltar los vínculos fiscales”. Fernando Haddad se propuso retomar el control e impuso una regla fiscal para calmar al mercado, disciplinando el gasto público. Pese a ello, el año pasado, el déficit primario fue de 2,3% del PIB.

Para este año la meta inicial era llegar al 0%, pero el mercado lo ve cada vez más lejano. Sobre todo, con un Gobierno con muchos programas y prestaciones sociales. Finalmente, hubo un sinceramiento en Hacienda y la meta quedó en 0,5%. El 0% se postergó para el año 2025.

El FMI estima que Brasil tendrá un déficit primario de 0,6% este año y del 0,3% el próximo año. El añorado 0% llegaría recién en 2026, último año de la administración de Lula.

#Fernando #Haddad #resurgimiento #Brasil

Si quieres leer el artículo original puedes acceder desde este link:

Artículo Original

Tendencias

Exit mobile version