Economia
FMI le pone número a la ganancia en crecimiento que le reportaría a Chile la transición energética
La economía chilena está en una “encrucijada”, con una inflación y déficit de cuenta corriente controlados pero con debilidad de crecimiento e inversión. Frente a esto, girar hacia una economía verde y dinámica podría beneficiar a Chile, que se favorecería de la transición energética global.
Según indica un blog del Fondo Monetario Internacional (FMI), la energía renovable y un mayor nivel de inversión pueden fomentar el crecimiento de la economía chilena, además de hacerla más inclusiva.
El documento que realizaron los economistas Luiza Antoun de Almeida, Si Guo y la directora adjunta en el departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Andrea Schaechter, estiman que “sustituir el carbón por energía renovable, conforme a los planes de las autoridades de desmantelar las plantas de carbón para el 2040, podría estimular la actividad económica por lo menos un 1% a largo plazo”.
Lo anterior significaría una baja de cerca del 30% en los costos de generación de energía, además de las ventajas asociadas a la disminución de las emisiones de carbono y la menor contaminación atmosférica. También señalan que un cambio en la matriz energética de Chile podría darle más resiliencia al país ante futuros shocks de precios del carbón y los combustibles.
Esto, en el contexto de que el país el principal productor mundial de cobre, el segundo de litio y tiene una ventaja comparativa en la producción de energía renovable: los costos de estos son más bajos que aquella proveniente de combustibles fósiles, además de que la electricidad derivada de fuentes solares y eólicas ha aumentado desde el 1% hasta el 23% de la oferta total durante 2010 y 2022.
De acuerdo a cifras del FMI, el actual Producto Interno Bruto (PIB) de Chile es de US$ 133.000 millones y de US$ 16.575 per cápita.
El rol del litio y la inversión
El organismo también recalca la oportunidad que genera la producción de litio y su papel en la cadena de suministro, ya que el aumenta su demanda mundial para la producción de baterías.
Señalan que el mineral ya se ha convertido en una importante fuente de ingresos fiscales y por exportaciones en los últimos años, siendo el 2,7% de las exportaciones de litio parte del PIB en 2022, y que continúan los planes de incrementar la producción mediante asociaciones público-privada.
“Un factor importante para que el sector continúe desarrollándose será la adopción de un marco institucional claro para los inversionistas que pueda implementarse rápidamente a medida que aumente la demanda mundial”, indican.
Sin embargo, advierten que la promoción de una mayor inversión es “crucial” para impulsar de manera sostenible la actividad económica y diversificarla, en un contexto en que si bien la economía chilena volverá a crecer este año, su tasa media ha estado disminuyendo, al igual que la productividad.
“Las aprobaciones de las inversiones se han tornado más complicadas, inciertas y prolongadas con el transcurso de los años, debido en gran medida a más y complejas consideraciones ecológicas, sanitarias, sociales y de seguridad, además del mayor número de partes interesadas”, señalan.
Los analistas agregan que “los esfuerzos que está llevando a cabo el gobierno para simplificar y mejorar la adjudicación de permisos, sin desvirtuar las estrictas normas ambientales, podrían ayudar a captar la tan necesaria inversión y lograr importantes dividendos de crecimiento”.
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