La industria forestal es un sector relevante para las metas de cambio climático y reducción de temperatura y CMPC lo tiene claro. A mediados de la década pasada, la empresa comenzó a desarrollar una estrategia para convertirse en una empresa con objetivos de sostenibilidad medibles y comparables a nivel mundial, lo que le ha dado buenos resultados. En los últimos dos años, ha sido elegida como la empresa forestal y papelera más sostenible del mundo por el Dow Jones Sustainability Indices -DJSI-, uno de los rankings más importantes en materia de sostenibilidad empresarial y que evalúa a las firmas más relevantes en el planeta.
El gerente general de la compañía, Francisco Ruiz-Tagle, explica en entrevista con DF Señal que ser sustentable es parte del ADN de CMPC, dado que basan su negocio en recursos naturales renovables. Por eso, lo que definieron en 2018 fue iniciar un camino con la implementación de objetivos específicos que fueran medibles y transparentes. “Aquí no se trata de la sostenibilidad como una especie de herramienta de lavado de imagen como algunos piensan, sino que realmente la vemos como una parte muy relevante de nuestro negocio. Somos una empresa global, estamos inmersos en un mercado internacional, tenemos muchos clientes, muchos inversores que también nos exigen esto. Por otro lado, hay fondos de inversión y clientes que se centran en temas como el respeto, por ejemplo, a los derechos humanos, las condiciones laborales, las relaciones con los vecinos, etc. Con esto no digo que abordemos la sostenibilidad por las exigencias de los mercados, digo que también debemos asumirlo como parte esencial de nuestro negocio”, subrayó.
Ruiz-Tagle está 100% involucrado en este viaje. Llegó a CMPC en 1991 y se ha desempeñado en prácticamente todas las áreas y cargos. Es ingeniero comercial de la Universidad de Chile, y será reconocido este lunes con el ingreso al Círculo de Honor de la FEN, por ser uno de los egresados destacados.
Con un MBA de la Universidad de California (UCLA), desde 2018 se desempeña como gerente general de CMPC. También es vicepresidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible y en 2023, el Consejo de las Américas, lo eligió ejecutivo del año en Sostenibilidad. En 2019 presentó ante la ONU las metas de sustentabilidad y medio ambiente de CMPC. Este año formó parte del Comité de Resiliencia y Neutralidad de Carbono impulsado por el Gobierno y que recientemente emitió su informe. Con toda esta experiencia en la materia, está convencido de que en el tema de la sostenibilidad, del cambio climático, el sector privado juega un papel importante, “incluso – añade – se ven más avances que los estados, es decir, el sector privado. Es como un motor que avanza bien”.
-¿Cómo construyó CMPC este proceso? Poco a poco fuiste subiendo posiciones. ¿Qué hiciste?
-Hubo tres momentos muy importantes. La primera es cuando en CMPC decidimos reportar la información financiera con nuestro trabajo y objetivos de sostenibilidad en un órgano conjunto. Nuestros informes integrados se anticiparon a los requerimientos de la CMF con la norma 461.
El segundo paso fue que generamos goles. Eran objetivos ambientales muy exigentes y también buscamos asegurar que estuvieran alineados con la ciencia y fueran transparentes. Por eso nos fijamos objetivos para reducir emisiones, ser cero residuos industriales, utilizar menos agua en todos nuestros procesos y aumentar nuestra cobertura forestal dedicada a la conservación. Comenzamos eso en 2019 y comenzamos a perseguirlo con gran determinación.
El tercer paso es que como empresa también decidamos salir al mundo. Por ejemplo, tomamos la decisión de colocar deuda verde que nos comprometa con la sostenibilidad y luego decidimos participar en rankings, básicamente porque queríamos buscar benchmarks y comparaciones.
También mantenemos conversaciones súper relevantes sobre este tema con diferentes organizaciones. Por ejemplo, hace un par de años me convertí en vicepresidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD), que es una organización privada, quizás la más importante, probablemente del mundo, que trabaja en temas de sostenibilidad.
-¿Qué ha hecho CMPC diferente a otras empresas globales del ramo que la ubican en el primer lugar?
-Liderar el ranking del Dow Jones Sustainability Index no es un objetivo en sí mismo para nosotros. Lo que nos importa y la razón por la que participamos en el Dow Jones es porque buscamos ser parte de un estándar muy exigente y medirnos con los mejores del mundo.
También lo hacemos en otros indicadores como el Carbon Disclosure Project (CDP) y participamos en los rankings de informes integrados que hace cada año el World Business Council; hoy estamos en el top 10 de los mejores informes integrados.
Diría que hemos sido bien aplicados en el proceso, en encontrar brechas donde tenemos posibilidades de mejora y, además, hemos definido la sostenibilidad como uno de los cinco pilares estratégicos de CMPC al 2030.
-¿Cuál es el próximo objetivo que se quiere marcar para seguir avanzando en esta materia?
-Año tras año hemos ido revisando nuestros objetivos y añadiendo nuevos que nos parecen relevantes desde el punto de vista integral de la sostenibilidad. Digo integral porque no todo es ambiental, tenemos una visión de la sustentabilidad que también tiene mucho que ver con el desarrollo de las personas, de las comunidades.
Hemos acuñado nuestra estrategia 2030, en la que queremos ser Top tres del mundo en los principales indicadores de sostenibilidad. También hemos establecido que queremos ser un factor de cambio en el desarrollo social de las comunidades donde estamos presentes y para todo esto tenemos que seguir consolidando nuestros equipos de trabajo y poder medir cada vez mejor nuestros impactos y saber gestionar. ellos de manera oportuna.
los objetivos
-Una de las metas que se ha propuesto CMPC es ser cero emisiones netas al 2040. ¿Qué porcentaje de esa meta se ha cumplido?
-Ser Net Zero significa que uno es capaz de contrarrestar las emisiones que habrá y hemos trabajado para reducir las emisiones y en el ámbito de las capturas. Ahora tenemos un objetivo intermedio, que es reducir nuestras emisiones en un 50% para 2030. Basamos ese objetivo enteramente en la ciencia, la Science Based Target Initiative (SBTI), que es una institución que establece parámetros científicos para las mediciones. Tienen una alianza con CDP, ONU y WWF.
Establecimos esta meta para 2030 porque buscábamos alinearnos con el objetivo establecido por las Naciones Unidas de que la temperatura de la tierra no aumente más de 1,5 grados desde la era preindustrial, por lo tanto esta reducción de emisiones está alineada con eso.
Hoy ya hemos reducido alrededor del 46% de las emisiones que nos comprometimos a reducir. Estamos muy bien encaminados y tenemos bastante bien identificados cuáles son los principales desafíos que tenemos para cumplir el 2030 y también el 2040.
-¿Cuánto habéis reducido ya el uso de agua industrial por tonelada de producto?
-Esta meta es reducir el uso de agua en un 25% al 2025. Nuestras plantas no consumen agua, solo la usan, luego la tratan y luego la devuelven. Estamos haciendo todos los esfuerzos de inversión y operación para lograr ese objetivo. Por ejemplo, en Brasil llevamos a cabo el proyecto Bio CMPC, que hoy nos permite tener en Guaíba, en Río Grande do Sul, una planta muy importante a nivel mundial por su tamaño, consumiendo 21 metros cúbicos de agua por tonelada de celulosa, lo que lo sitúa en referente a nivel mundial. En esta planta logramos ser un referente mundial en el uso del agua y eso ha sido un gran logro. En términos generales, todos los negocios de CMPC están bastante encaminados hacia este objetivo.
-Otra meta es sumar 100 mil hectáreas de conservación o protección en 2030, ¿cómo va ese plan?
-Los avances aquí también son muy auspiciosos. Nuestra línea base en 2019 fue de 325 mil hectáreas de conservación, las cuales teníamos distribuidas en Chile, Argentina y Brasil. La buena noticia es que al cierre de 2023 ya cerramos en 410 mil hectáreas y es muy probable que en 2024 estemos muy cerca de nuestra meta de 425 mil hectáreas.
Y otro punto súper relevante es que tenemos el Proyecto Patagonia, que presentamos hace un par de semanas en la COP de Biodiversidad en Cali, en Colombia, que establece sumar 26 mil hectáreas de conservación. Este es un proyecto muy interesante porque se consideran plantaciones que están en la zona de Aysén, donde más de la mitad de estas 26 mil hectáreas se iban a dedicar a producción, y que ahora se sumarán con fines de conservación junto con la parte nativa.
Con eso vamos a pasar la meta, lo que no quiere decir que cuando uno empieza a pasar las metas no pueda darse la oportunidad de revisar y tal vez proponer otras nuevas.
-¿Qué estáis haciendo para ampliar la circularidad de vuestros productos? ¿Es muy difícil implementar esta medida?
-La circularidad para nosotros es súper importante y esta industria forestal y papelera es quizás la única que ha logrado un buen modelo a escala nacional en Chile, desde Arica hasta Punta Arenas, donde se recuperan y reciclan productos de la industria papelera. y cartón. De hecho, CMPC es claramente el actor principal en esta actividad.
Es un sistema que realmente funciona, con precios muy transparentes y una relación muy valiosa con los recicladores de base. Recuperamos alrededor de 200 mil toneladas de papel y cartón, que son llevadas a nuestra planta de Puente Alto, para fabricar cajas de cartón corrugado y bolsas de papel a partir de material reciclado. Entre el 60 y el 70% de la materia prima que utiliza esa fábrica es el papel que recogemos, por lo que hay un aporte muy relevante al medio ambiente.
-A nivel de sostenibilidad financiera, ¿cómo impactan estos cambios en los ratios de la compañía?
-Más que impactar los ratios de la compañía, en el tema de sostenibilidad financiera tomamos la definición de posicionarnos como líder regional en emisión de deuda verde. Hoy el 72% de la deuda de CMPC es verde, esto significa alrededor de 15 grandes operaciones financieras, que suman más de US$ 4 mil millones.
Cada dólar obtenido en estos financiamientos es para financiar o refinanciar proyectos que impacten positivamente el desempeño ambiental de la empresa.