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Geely Azkarra: el punto fuerte de una nueva era
Azkarra significa punto fuerte en euskera y es lo que busca Geely en su tercera aventura en Chile, donde apuesta por hacerse con el protagonismo del segmento de mayor volumen con un SUV que compite con modelos como el Chery Tiggo 7 y Ford Territory, ambos entre los 10 más vendidos en el país este año.
Instalado en los Geely Coolray, Azkarra se comercializa en tres versiones y estrena una variante microhíbrida para el segmento, algo que ya hemos visto en segmentos superiores, pero que poco a poco se empezará a poblar en vehículos de marcas generalistas.
En el diseño exterior se aprecia una imagen propia, algo que ya se vio en Coolray y que seguramente viene del aprendizaje con Volvo, marca sueca que pertenece al Grupo Geely.
Costillas en el capó, tecnología full LED en los faros, luces diurnas y faros antiniebla, mientras que en el centro de la parrilla se aprecia un elemento que caracteriza a Geely y que denomina “Expanding Cosmos”.
Así es el diseño de la parrilla con el logo en negro en el centro, la cual está bordeada desde el centro hacia el exterior por contornos cromados que le dan una imagen elegante y moderna.
En el lateral tiene un muy buen diseño, con línea ascendente, llantas de 18” y pequeños pliegues que buscan ofrecer una imagen más personalizada y marcar la diferencia en un segmento donde todo es muy parecido.
Evidentemente no faltan los protectores negros tanto en los pasos de rueda como en la parte inferior de las puertas y los bordes cromados de las ventanillas, detalles muy habituales en el resto de los SUV.
Vemos otro detalle de este Geely Azkarra en el montante D ennegrecido, que busca transmitir la idea de techo flotante y cierra esta apuesta juvenil.
En la parte trasera, los grandes grupos ópticos que entran hacia el centro del portón dominan una zona donde se potencia esa imagen robusta, con un paragolpes prominente. Además, entre las luces, una banda cromada con el nombre de la marca en relieve, mientras que en la parte superior de la ventana vemos un pequeño spoiler con una ligera curvatura que integra la tercera luz de freno en otro detalle que busca diferencias.
Al maletero se accede con apertura eléctrica o a través de un botón en el portón trasero. Tiene una boca ancha, es fácil colocar hasta cuatro o cinco maletas, con una capacidad de 377 litros que puede ser suficiente en algunos casos, pero es menos que lo que tienen la Ford Territory (420 l) y la Chery Tiggo 7 Pro. (450 litros) tienen. i).
Instalado en el asiento del conductor vemos con agrado que el buen trabajo exterior se extiende al habitáculo.
Contamos con materiales de buena calidad, acabados por encima de la media de las marcas generalistas y una estética dirigida a un público joven, tecnológico y de buen gusto, que se preocupa por el diseño. Realmente, es un salto quíntuple en comparación con lo que uno encontró en el primer Geely (pero el precio también es muy diferente).
Comodidad y calidad suma detalle a detalle. Desde los asientos con ajuste eléctrico y memoria hasta un volante con buen agarre, que no es tan grande y está achatado en la parte inferior, dándole un aspecto un poco más deportivo.
En la consola que separa los asientos delanteros encontramos la caja de transmisión, los ajustes de manejo y un par de manijas cromadas en el costado de los asientos, elementos que realmente no tienen ningún uso práctico y que debe ser por una cuestión de diseño (o para darle firmeza). a esa consola, lo que tampoco sería una justificación). Sin embargo, a veces menos es más, y este hubiera sido un buen momento para cumplir con ese precepto que bien conocen los escandinavos.
Lo que sí reconocemos es el uso del espacio. En este caso, hay un espacio debajo de la perilla de transmisión (similar a lo que ofrecen los modelos Volvo), donde se puede dejar el teléfono para que se cargue de forma inalámbrica.
Buen espacio también es el que queda debajo del reposabrazos, donde hay refrigeración para mantener calientes bebidas o productos de tamaño mediano.
En cuanto a la tecnología, tenemos dos pantallas completamente digitales. Ante nuestros ojos, un salpicadero a color de 7” que podemos ajustar según nuestras preferencias a los distintos modos de conducción (Eco, Confort, Sport y Off-Road) desde un selector situado en el lateral del cuadro, que varían. en estilo y color. El rojo obviamente es para el Sport.
Frente al panel central, dominando el habitáculo, una pantalla táctil de 12,3” que presenta un borde cromado curvo hacia la guantera, dando una imagen de mayor limpieza visual. La pantalla tiene una gran definición, pero lamentablemente no tiene enlace a Apple CarPlay o Android Auto (sí lo hace por bluetooth), de hecho solo tiene un sistema que hace de espejo, pero es muy poco intuitivo y complicado de usar. . Sin duda un punto a corregir de la conectividad, más para el público objetivo.
Para no ver solo el negativo, cabe mencionar la excelente cámara 360º. Gran definición y además con la posibilidad de ver el vehículo en diferentes ángulos, además de mirarlo en 2D o 3D. Con este sistema no hay excusas a la hora de aparcar de buena manera.
En las plazas traseras el espacio es muy generoso, hay una distancia para las rodillas mayor que la que encontramos en otros modelos. Además, el suelo casi plano de la segunda fila permite que no sufra demasiado, aunque la blandura de ese asiento central no lo es tanto. Buen espacio para la cabeza, incluso con un enorme techo corredizo que llega hasta la cabeza de los asientos traseros.
Otro buen detalle de las plazas traseras es que cuenta con salidas de aire independientes y dos puertos USB para que los ocupantes puedan cargar sus móviles.
Nuestro modelo de pruebas es el tope de gama de Azkarra. Está propulsado por un bloque turboalimentado de 1.5 litros que desarrolla 187 CV con un par de 300 Nm, asociado a una caja de cambios de doble embrague de siete velocidades y tracción a las cuatro ruedas. Es claramente el más poderoso de sus rivales directos.
En esta versión Luxury, la hélice está apoyada en un pequeño motor eléctrico de 48V, dotándolo de una tecnología micro-híbrida que ayuda a quemar el bloque en las salidas y cuando el vehículo va a velocidad constante, lo que permite un menor esfuerzo, lo que conduce a menores emisiones contaminantes y menores costos de gasolina, gracias a que reconoce las condiciones ideales para sustentar o recuperar energía.
Sin duda es una tecnología que no se encuentra en muchas marcas generalistas, de hecho, las marcas premium son las que han liderado este tipo de electrificación suave, por lo que es un punto más que destacable contar con este tipo de vehículo Mild Hybrid.
Ahora bien, al estar en el eje trasero, esa potencia que nos da en la salida nos daba sensación, tomando la distancia que corresponde, con vehículos eléctricos que reciben par motor desde cero. En este caso nuestra sensación es que al intentar salir rápido provoca ese empujón inmediato, pero es solo de unos pocos metros, por lo que en ocasiones la salida puede sentirse algo brusca.
Ahora bien, cuando nos acostumbramos a esa sensibilidad del pedal, conseguimos una salida más limpia y cómoda, uno de los objetivos del Azkarra.
Esa idea es la que nos deja este SUV. Su horizonte está en el confort de los ocupantes y para ello cuenta con un chasis bien trabajado, que aporta aplomo y firmeza,
Como te decíamos, cuando nos acostumbramos, sobre todo en modo Sport, tenemos un buen comienzo, con una moto que poco a poco entrega su potencia. Es un propulsor que tiene buena elasticidad, que depende mucho de un buen par motor, que nos permite ir a bajas revoluciones gran parte del recorrido.
Ahora bien, si lo conducimos en modo Eco, la respuesta es bastante más lenta y se siente mucho más perezoso y pesado, con cambios más cortos, pero deriva en beneficios de consumo.
La transmisión de doble embrague tampoco nos pareció tan eficiente, quizás porque teníamos en mente el funcionamiento de otras cajas de cambios DCT. En este caso se percibe el paso de marchas, uno se da cuenta del momento en el que están pasando los cambios, pero de ninguna manera es una caja lenta, que resta eficacia al vehículo o resta puntos al confort de marcha.
Este punto, la comodidad a la hora de viajar, es uno de los objetivos que cumple por varios motivos. Para empezar, dentro del habitáculo hay muy buena insonorización y se diferencia bastante de lo que se escucha fuera, pero gracias a los materiales aislantes, los que vamos dentro prácticamente no oímos el ruido del motor ni el ruido que genera. el viento. (el trabajo aerodinámico es un factor que destacó la marca en su presentación).
La suspensión es otro aspecto bien hecho que aumenta la comodidad del viaje. Es absorbente y cuida de no pasarse de las imperfecciones con un sistema de amortiguación que se estira solo lo necesario para mantener el confort, evitando asperezas que serían perjudiciales para los ocupantes. En el lomo de un toro, si vamos demasiado rápido, se siente un poco más duro.
En este buen andar que os comentamos, la tracción 4×4 también ayuda, apoyando al vehículo cuando entra en curvas a altas velocidades y ralentizando la transferencia de pesos y movimientos extraños de la carrocería (lo que confirma el buen hacer del chasis).
Aunque hay cierta inclinación entre los ejes al entrar y salir de las curvas, ya que no podemos reinventar la física, lo cierto es que ese movimiento es menor que en otros SUV, tiene un juego no tan alto (171 mm) y buena estabilidad. se consigue.
Donde no encontramos la misma eficiencia es en el consumo de gasolina. Aunque homologa unos 14 km/l de media, lo cierto es que en nuestra prueba, donde rodamos mayoritariamente en Sport, nos dio una cifra más cercana a los 10 km/l.
Por último, en seguridad cuenta con un correcto equipamiento, con seis airbags, control de descenso y pendiente, frenos ABS con EBD, control de tracción y frenos de disco en las cuatro ruedas. Pero, teniendo en cuenta lo que ofrecen otros SUV de origen chino de marcas como Haval o Changan, sería interesante que en un futuro pudiera añadir elementos de asistencia a la conducción como alerta de ángulo muerto o alerta de cambio de carril, todo ello para hacer aún más seguro el vehículo. experiencia de viaje
En conclusión, un producto que muestra la gran evolución de Geely, que sorprende con un diseño propio, no extravagante ni rompedor, sino que busca su propio camino.
Sus puntos altos sin duda están en el confort de marcha, en la comodidad que encuentran los ocupantes, el espacio en las plazas traseras y la calidad de los materiales.
En andar, rescatar el sistema microhíbrido que entra en segmentos más amplios y el funcionamiento que tenemos en modo Sport. En el resto se deja sentir un poco el peso del vehículo, pero sale sin problemas gracias a la elasticidad del motor, que se apoya en un correcto chasis que favorece un andar sólido y aplomado.
Evidentemente nos gustaría tener más elementos de seguridad, pero no escapa a lo que ofrecen la gran mayoría de los SUV a este precio, por lo que es una alternativa que entra con razones de peso para competir en el segmento de mayor volumen del mercado.
- Motor: 1.5 Turbo con soporte micro híbrido de 48V
- Potencia: 187 CV
- Par: 300Nm
- Transmisión: doble embrague de siete velocidades
- Tracción: 4WD
- Dimensiones: 4.544 mm de largo, 1.831 mm de ancho y 1.713 mm de alto
- Distancia al suelo: 171 mm
- Maletero: 377 litros
- Bolsas de aire: 6
- Precio: $22,990,000
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