Tan poderosas como su presentación en vivo, son las imágenes rockeras que capturó en la carne de la imagen.uno de los pilares de la supervivencia de Guns N’ Roses en la cultura popular. Entre el público que acudió al Parque del Estadio Nacional, no solo se encontraba el público rockero que vivió el momento de gloria del grupo en los años 90. No faltaron los que llevaban pañuelo en la cabeza, al estilo de Axl Rose (sobre todo entre el público veinteañero), o los que incluso lucieron su propia versión del sombrero de copa que define la imagen del guitarrista Slash.
En su séptima presentación en Chile, los Guns llegan como parte de la etapa latinoamericana de la gira Porque lo que quieres y lo que obtienes son dos cosas completamente diferentes, que comenzó en San José, Costa Rica el 1 de octubre (y que Culto pudo ver en vivo).
La actual gira mundial, que comenzó en mayo en Corea del Sur.ha llevado a la banda a lugares que no visitaban desde hacía mucho tiempo, como India, donde no tocaban hace 12 años, además de marcar el debut en Arabia Saudita y el regreso a Costa Rica, donde estuvieron apenas por segunda vez en toda su historia.
El avance anunció un extenso espectáculo y un repertorio que, directamente, homenajea lo mejor de la discografía del grupo.. Y aunque el inicio del show había sido anunciado para las 8:30 pm, el riff de Bienvenido a la junglala canción que abrió el show (reemplazando es tan facil como era costumbre en los últimos años), empezó a tocar a las 8:44 pm El grupo sonó atronador; Slash mantiene intactos su técnica y su legendario tono de guitarra, el bajista Duff McKagan añade peso al sonido y Axl Rose muestra su carisma habitual. “¡Santiagooo!” saludó.
Después de un conteo al cencerro, continuaron con Mala obsesióncon sus guitarras deudoras de los Rolling Stones, que Slash y el buen guitarrista Richard Fortus (que sería como Ronnie Wood de los Guns) despliegan con total brío.
Cabe destacar también el buen sonido. Cada instrumento se hizo sentir claramente. E incluso se puede distinguir la voz de Axl al cantar, aunque se ha vuelto algo más delgada con el paso de los años y está claro que ha perdido su tono áspero y el brillo tonal que lo convirtió en una leyenda.
En la alineación de esta noche está un recién llegado al country, el baterista Isaac Carpenter, quien sucede a Frank Ferrer en el puesto. Originario de Washington, de 45 años, en su adolescencia tocó en una banda de covers de Guns. Ha trabajado en el proyecto paralelo Loaded de Duff McKagan, además de tocar y grabar para artistas como Adam Lambert, Barbarians of California, A Perfect Circle, entre otros.
El espectáculo continuó con Sr. Brownstoneotro de los cortes clásicos del álbum debut Apetito de destrucción, que sonó rotundo. Definitivamente, esta noche en Santiago el grupo suena con más confianza respecto al inicio de la gira latinoamericana. Incluso Democracia chinaEl tema que da título al olvidable álbum de 2009 (y que sorprendentemente incluía cinco canciones, a diferencia de los shows anteriores en la sección latina), sonó contundente gracias al bien desplegado trabajo de Slash y Fortus (quienes no lo conocen pudieron dejar una grata impresión). También hubo momentos para que brillara el pianista Dizzy Reed, músico que acompaña a los Guns desde sus días de gloria.
Algunas animaciones bien trabajadas reproducidas en las pantallas.Cargados de colores llamativos, emulan parte de la estética de los videojuegos. Es el único toque moderno de la noche. El volumen todavía está lleno cuando se abordan temas como es tan facil, bastante atado, Sombra de tu amor.
Y aunque ha perdido potencia en su voz, como se nota al cantar el clásico Vive y deja morirde Wings, Axl Rose se muestra lleno de energía, haciendo gala de sus habituales movimientos y recorrido por el escenario. Su manejo y el apoyo de los músicos (la tecladista Melissa Reese es clave aquí) le permite afrontar con cierto aplomo los tonos altos, e incluso los bellos. ayertambién coreado por el respetable. El tema de la voz no parecía importarle demasiado.
Por su parte, Isaac Carpenter demostró que domina con precisión y potencia. la figura del baterista que abre el clásico tu podrias ser mio. El entusiasta público la sigue con entusiasmo. De nuevo un trabajo de alto nivel a las guitarras de Fortus y Slash que lanza uno de los mejores solos de la noche (en una de sus 17 guitarras) arrancando los tonos del pedal wah wah. ellos continúan con Absurdouna de las canciones más recientes que el público siguió con respeto, aunque sin demasiado entusiasmo.

El habitual guiño al rock clásico, propio de la historia de Guns, tuvo un momento al interpretar Sábado sangrientola legendaria canción de Black Sabbath, que sonó rotunda. Lo incorporaron a su set tras participar en el concierto homenaje Volver al principioLa última de Ozzy Osbourne antes de morir apenas 17 días después. Slash emuló el solo original de Tony Iommi sin problemas, Carpenter le dio la marcha pesada que era marca registrada de Bill Ward y Axl se ha adaptado cada vez mejor a la canción. La banda incluso añade un pasaje instrumental que rinde homenaje al heavy metal. “¡Ozzy! ¡Ozzy! ¡Ozzy!” Grita Axl, animando al público, quien responde con cierta frialdad.
ellos continúan con Reina cohetelo que le da a Slash la oportunidad de lucirse con el cuadro de conversación. la balada no llores anima una vez más al público, continuando con Llamando a la puerta del cieloun clásico que el grupo ha hecho crecer y que suena con su sentido épico. Luego, con el habitual momento de Duff McKagan, cantando nueva rosa un tema de The Damned, que muestra su buen estado de forma y su gusto por el punk temprano atronador a todo volumen. “Gracias hijos de puta”, dijo generando risas en el público.
Hacia el final, llega la sección de los mayores éxitos; una versión de Guerra civil que destilaba la ambición de las versiones de estadio que armaron en la era Use Your Illusion. Pasaron lluvia de Noviembreademás del habitual Slash solo y Dulce niño o’minepara realizar el acabado con calle de los sueñosuna canción no muy conocida, seguida del funky lluvia nocturna y el siempre efectivo Ciudad Paraísoel tema con el que cierran en la sección latinoamericana. Una noche en la que los Guns demostraron que están en buena forma y que sus clásicos aún suenan convincentes con una banda con buen hacer y profundo dominio del oficio.