Impuestos y paz social – La Tercera

“Lo que plantean es cobrar menos a los que más ganan. Y a los demás, las grandes mayorías, las que ganan menos? Si eso es lo que sucede en este país. Usted sabe qué, no es inofensivo para usted quienes son empresarios, porque para que pueda invertir más tarde, debe haber paz social”. Así, Jeannette Jara, en Sofofa, basada, su visión de la relación entre la paz social y los impuestos. Se puede decir que resume su mirada en la economía y el crecimiento.

Uno de los logros fundamentales del pensamiento científico fue descifrar el verdadero orden entre causas y efectos. En la intuición pre -científica, o premoderna, fue la que explicó los fenómenos. El problema es que la intuición se deja llevar por lo que las cosas parecen y no por lo que son. La gente vio que el sol cambió la posición durante el día, por lo que pensaron que giraba alrededor de la tierra. En realidad, ahora es obvio que, excepto los Landoplanistas, es al revés.

Este es el problema del aspecto que la izquierda tiene de la relación entre el crecimiento y la paz social. “Para que haya crecimiento debe haber paz social”, nos dicen una y otra vez. No conciben que sea exactamente al revés: debe haber crecimiento para que haya paz social.

Al igual que la visión geocéntrica, el error es bastante intuitivo. Como parecía que el sol se movía, parece que quitar a los ricos para dar a los pobres generaría una sociedad más justa, pero no lo es. Los seres humanos actúan de acuerdo con los incentivos que se les presentan. Si los empresarios enfrentan un sistema en el que el producto de su inversión se detendrá, desproporcionadamente, a un socio pasivo que no arriesga nada y dificulta todo, que es el estado, simplemente invierten en otro lugar.

Si los pobres creen que es posible y justo vivir a partir de los subsidios, entonces aumentarán el uso ahora. Nada de la paz social, pero nada en absoluto.

Por otro lado, cuando la carga fiscal es necesaria para que el estado cumpla con sus deberes esenciales, allí los empresarios invierten, se crean empleos, la remuneración crece, las personas tienen incentivos para buscar trabajo y no quedarse en casa. Hay oportunidades y progreso. ¿Los problemas desaparecen? Por supuesto que no, pero es preferible tener problemas de desarrollo y no los de subdesarrollo. Así como era más fácil creer que el sol giraba alrededor de la tierra, ahora es que los impuestos generan paz social. Si bien la izquierda no deja su geocentrismo económico, es muy difícil para nosotros salir del subdesarrollo.

Por Gonzalo Corderoabogado

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