Economia

Inversión pública y regiones: el rezago no es gratis

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Marcela Ruiz-Tagle O. Economista

Marcela Ruiz-Tagle O.

Durante esta semana, el Departamento de Presupuesto publicó el Informe de Finanzas Públicas del primer trimestre del año, que actualiza las cifras macroeconómicas y fiscales para 2023, así como su perspectiva para el mediano plazo. En línea con lo ya hecho por el Banco Central, ajusta al alza la estimación de crecimiento del PIB para este año a 0,3% anual, desde la caída de 0,7% proyectada a fines de 2022, destacando su expectativa de crecimiento más robusto durante el segunda mitad del año.

A pesar de lo anterior, las expectativas del mercado siguen siendo negativas, particularmente para la inversión, y si bien estas pueden mejorar, su materialización no es inmediata. Bajo el régimen, la inversión privada representa las dos terceras partes de la formación bruta de capital, proporción que decrece en períodos recesivos en los que la inversión pública asume un rol contracíclico, siempre que se ejecute a tiempo.

“Si bien la inversión pública irá de menos a más en lo que resta del año, su rezago tiene efectos directos sobre el empleo y la recuperación económica local”.

Esto es precisamente lo que no está sucediendo, según el último informe de ejecución presupuestaria. Al cierre del primer trimestre se ejecutó el 7,7% de la inversión pública y el 17,5% de las transferencias de capital.

Hay tres instituciones con las principales partidas de gastos de capital. Corresponden por orden de magnitud a los Ministerios de Fomento, Vivienda y Urbanismo ya las Comunidades Autónomas. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo fue el de mejor desempeño, con una ejecución del 20,8% explicado por las transferencias de capital asociadas al Plan de Emergencia Habitacional; Le siguen las Comunidades Autónomas con un cumplimiento del 17,4% y finalmente el Ministerio de Fomento con un avance del 7,8%.

A esto se suma que estas cifras no son homogéneas espacialmente, por lo que, al consolidar regionalmente los gastos de capital presupuestados por estas instituciones, se observa que las diferencias en la gestión no se compensan, sino que se focalizan. Los territorios con menor ejecución de inversión registraron avances de entre 8,6% y 10,4%. En este grupo se encuentran las regiones de Arica, Magallanes y Coquimbo. Mientras que las regiones de Tarapacá, El Maule y Bio Bío tuvieron los mejores índices de cumplimiento del país, con 18,9%, 19,8% y 20,3% respectivamente.

Si bien se puede argumentar que la ejecución de la inversión pública irá de menos a más en lo que resta del año, su rezago tiene efectos directos sobre el empleo y la recuperación económica local, lo que es particularmente significativo en aquellas regiones en las que la inversión privada no está presente. preponderante. Y lo será aún más en el mediano plazo, cuando aumente la incidencia de los gobiernos regionales en esta materia debido a la implementación de la ley de financiamiento y descentralización regional.

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