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Julio Castro, rector Unab, critica el FES

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Cuando Julio Castro asumió como rector de la U. Andrés Bello en 2019, la institución ya había decidido que no suscribirían el beneficio de Gratuidad, decisión que se mantiene hasta el día de hoy. “No entramos para tener autonomía, para poder entregar un modelo educativo diferente. Eso tampoco se lograría con el FES, entonces tampoco está en nuestros planes entrar a ese sistema”, dice sobre el proyecto de ley del gobierno que busca eliminar el Crédito Garantizado por el Estado (CAE) y cambiar el financiamiento de la educación superior. a quien conoce de cerca por haber sido jefe de la División de Educación Superior -luego subsecretario- en Bachelet I.

De los 52 mil estudiantes de la Unab, el 40% tiene CAE. ¿El crédito ha completado su ciclo?

La CAE cumplió un ciclo en las condiciones en las que se encuentra, pero hay que buscar un sistema que le permita hacerse cargo de diferentes modelos, para mejorar el financiamiento de la educación superior, pero que sea diferente a la FES.

¿Cómo evalúa ese proyecto?

Los estudiantes están obligados a asumir toda la deuda, no pueden decir “mi familia apoyará parte de ella” y así pagar menos durante los próximos 20 años. El sistema, nos guste o no, nos va a segregar. Vamos a crear universidades A, que son las que podrían sobrevivir apuntando a un segmento socioeconómico alto, y otras como la Unab, donde el 55% de los estudiantes son universitarios de primera generación. Al no ser Gratuitos podemos financiarnos con el copago CAE. Si me impiden el copago y me dejan solo en el decil 10, matan el proyecto educativo. Nos veríamos obligados a ser una universidad exclusivamente docente, en contradicción con lo que exigen otras leyes. Con este modelo no puedo hacer otras cosas como investigar.

La FES elimina becas y pospone la gratuidad universal, ¿cómo lo ve?

Cuando empezó el Fondo de Solidaridad nos preguntamos si terminar con las becas, porque tendríamos financiamiento. Y entonces el ministro Lagos dijo ‘sin motivo’. Y dio una explicación: a un estudiante del segundo decil no se le puede obligar a firmar un pagaré por 25 millones de dólares. No se imaginan pagar una cantidad así. Por eso creo que debemos tener un sistema mixto: para los que pueden pagar, los que pueden contribuir y los que no pueden. Si la familia puede aportar algo, ¿por qué no? Los estudiantes me dicen ‘pero cuando estudiabas era gratis’. Lo siento, no pagué, pero alguien que no se benefició de mi formación pagó por mí.

¿Cómo debería ser el sistema?

Siempre pienso en el Fondo Solidario de Crédito Universitario. Se estudió, se pagó a los dos años de haber ingresado al trabajo, se devolvió con un límite del 5% de los ingresos hasta 12 años y luego se condonó. Lo que se debería haber hecho es trabajar en eso, quitar el banco -de eso estoy convencido-, evitemos ese desnatado, pero desarrollemos un camino diferente. Es necesario contar con un sistema de financiación universitaria moderno y coherente.

Se ha dicho que el CAE afecta a las instituciones que tienen que hacerse cargo de las garantías de los estudiantes que desertan. ¿Qué tan gravoso ha sido para ti?

Este puede ser el caso de algunas instituciones. No ha sido un problema importante para nosotros. Sí, hemos tenido un aumento de la morosidad en el último año y medio como resultado de decir ‘vamos a perdonar’. Pese a eso, creo que condonar es una decisión autónoma del gobierno en función de lo que dice Hacienda.

¿Es necesario sacar a la banca de la ecuación del nuevo sistema?

Me parece razonable que el banco se vaya. Primero, porque estigmatiza, porque los bancos también desnatan y el Estado se queda con la peor cartera. Hay que crear un sistema que excluya a los bancos y permita la redistribución y una forma como el Fondo de Solidaridad, es decir, todo lo que se recauda va a ese fondo. Pensado esto, veo que irá a fondos generales y las instituciones de educación superior dependerá de la voluntad política de quienes gobiernen.

¿Qué éxitos ves en el proyecto?

Difícil de encontrar. He escuchado del subsecretario Orellana otras cosas que me parecen más importantes que el financiamiento; el de la reforma curricular del sistema, tema con el que estoy de acuerdo. Pero me resulta difícil encontrar una forma positiva para el nuevo modelo de financiación, a menos que hablemos y digamos desde el séptimo decil en adelante. En última instancia, no obligue a los estudiantes a asumir la deuda total. Un compromiso de 20 años es demasiado grande. Quiero creer cuando hablan de remuneraciones y no de impuestos, pero cuesta entenderlo.

La solidaridad es el pilar.

Uno tiende a pensar automáticamente que va a haber gente que va a pagar mucho más. El sistema tiene que estar construido para apoyar de otra manera: recompenso lo que estudié de acuerdo con lo que gano.

Establecer el pago no en medida de tiempo sino en costo real.

Exacto.

¿Cómo ha visto la acogida del proyecto por parte de los rectores?

Todos los rectores dicen no estar de acuerdo con el proyecto. Leí por algún lado que el rector de la U. de Concepción (Carlos Saavedra) sí estuvo de acuerdo, pero cuando se entera qué porcentaje de estudiantes con CAE tiene es 5.4%. No me digas que hay estudiantes pobres. Pero el G9 salió quejándose, la Universidad de Chile, las empresas estatales, todos han planteado dificultades. Va a ser una discusión complicada.

¿Ve que desbloqueando las tarifas reguladas y los copagos el proyecto podría tener futuro?

Es difícil definir el costo de la carrera, cada institución es un mundo en sí misma. Y segundo, las tarifas fijan sólo el costo de la docencia, ¿o ahí van a poner mi doctorado en Astronomía? Y permitir el copago es fundamental, es la línea roja al menos para nosotros. En el ministerio dicen ‘pero en el fondo es lo mismo que Gratuidad’. No es cierto, la Gratuidad en la Educación permite copagos a partir del séptimo decil, sectores que pueden pagar parte de la educación. ¿Por qué decirles que no?

El gobierno ha dicho que hubo diálogo con los actores y que esas conversaciones se reflejan en el proyecto, ¿es así?

No lo creo, sinceramente lo siento. He aquí alguna mirada que tiene que ver con los paradigmas.

¿Del gobierno?

Claro. He hablado en muchas ocasiones con el Subsecretario Orellana y le he planteado las mismas cosas que estoy planteando aquí. Me ha planteado sus preguntas, pero más que diálogo creo que hubo un intercambio de información.

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