“Extracción de agua no autorizada” y “Evitación del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)Esas son las causas de la denuncia interpuesta esta mañana por parte de la Junta de Vigilancia del Primer Tramo del Río Aconcagua a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) contra Anglo American. Según los regantes de la Región de Valparaíso, y ante la falta de recursos hídricos en la zona, el dueño de la empresa minera Los Bronces, ubicada en la comuna de Lo Barnechea, habría acudió a puntos de extracción que no habían sido evaluados “en sus autorizaciones de funcionamiento”, según el documento presentado por Javier Creasemann, presidente de la primera sección.

El texto también indica que en este escenario de sequía, Anglo American ha incurrido en el trasvase de alrededor de un millón y medio de litros de agua, “de naturaleza desconocidadía a día, para el funcionamiento de sus tareas”. Y señalan la existencia de antecedentes que revelan que “la empresa San Clemente (ex Cannery Pentzke) ha suministrado esta agua a la demandada sin contar con las autorizaciones necesarias para realizar dicha actividad”, y que ha sido trasladada al depósito de relaves “Las Tórtolas”, violando la norma que le impide “vender agua industrial hasta que regularice su situación”.

De esta forma, y ​​de acuerdo a lo señalado en el texto entregado a la SMA, un grupo de dirigentes APRs en el área del acuífero de la provincia de Aconcagua N° 307 constató que el caudal de agua ha bajado más de un metro desde el inicio de la compra del recurso hídrico. Y eso sumado a la extracción no autorizada de agua, estaría generando un desequilibrio del balance hídrico en la zona, según la denuncia.

“Creemos que la compra y transferencia de dichos volúmenes de agua por parte de Anglo American Sur SA configuraría un cambio de consideración a proyectos ambientalmente calificados que no fueron ingresados ​​al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental de conformidad con la Ley 19.300 y con el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en su artículo 2 letra g.3”, dijo Javier Crasemann, presidente de la Junta de Vigilancia del Primer Tramo del Río Aconcagua.

Y además, el portavoz señala que “la investigación de esta denuncia no debe limitarse a la extracción que se hace de la conservera Pentzke, sino debe solicitar a Anglo American que informe todas las compras de agua que realizaindicando volúmenes, frecuencia y rutas de los camiones que transportan estos recursos y las autorizaciones ambientales de los proveedores para vender las aguas tratadas o residuos industriales”.

Cabe señalar que este no es el primer despliegue que realiza la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Aconcagua. El 22 de junio de este año, los regantes solicitaron a Anglo American a través de una carta “que cumpla e informe sobre su obligación de cerrar sus compuertas para asegurar el consumo humano en Gran Valparaíso”, tal como lo exige el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Dirección General de Aguas (DGA).

Sin embargo, a la fecha no ha habido respuesta por parte de la empresa, por lo que la junta de vigilancia ha inferido que “hay una falla de la empresa minera para proveer agua para consumo humano en una de las sequías más graves de la historia”.