Recientemente finalizó la temporada de las juntas ordinarias de accionistas de las sociedades cotizadas y con ella finalizó una era en la forma de reportaje. A partir del próximo año, las empresas que tengan más de 2 millones de UF en activos consolidados deberán incorporar la información de la regla de carácter general N° 461, de la CMF.
Las discusiones sobre el futuro de la empresa seguirán centrándose en su desempeño financiero, pero con un mayor nivel de datos, donde puede haber otras palancas que muevan el resultado de un ejercicio. La ecuación P*Q deberá ajustarse a nuevas variables, como las características socioambientales de los emplazamientos fabriles, la disponibilidad de recursos naturales, las estrategias de inclusión y diversidad, o la capacidad de atracción y retención del talento.
De ninguna manera estoy subestimando la sofisticación y complejidad con la que los equipos de finanzas y contabilidad abordan la información disponible. Pero al leer entornos complejos, deberán incorporar nuevas herramientas que les permitan fortalecer la comprensión de sus corporaciones. Las NIIF, al comenzar su trabajo en contabilidad no financiera, serán de gran ayuda para este desafío.
Al imaginar cómo serán las juntas de accionistas y las juntas directivas de los próximos años, vale la pena preguntarse: ¿Qué tan decisivas pueden ser las variables ESG?¿Serán importantes porque realmente moverán la aguja o simplemente habrá que cumplirlas? ¿Se harán las empresas sus análisis para entender mejor las razones del éxito o fracaso de estas nuevas variables? ¿La información tendrá la fidelidad, trazabilidad, actualización y pertinencia necesarias? Estoy convencido de que tendremos avances notables en estas materias.
Hoy, la inmediatez y la relevancia de la información son fundamentales para tomar decisiones cotidianas, que se van adoptando en fracciones de tiempo muy pequeñas, y con un componente emocional o de conexión importante.
Lo mismo ocurrirá con los datos ESG. Los aspectos, prácticas o desempeño institucionales estarán al nivel de lo observable y aprehensible por quienes leen el desempeño de la organización en cuestión. Los mercados requieren información constante para tomar decisiones que afectan el precio de las acciones. Lo mismo ocurrirá con los datos ESG. ¿Cómo tendremos esta información en cuotas semestrales, trimestrales, mensuales o incluso en tiempo real? Sin duda, la tecnología nos está permitiendo hacerlo de forma más rápida y transparente.
El gran desafío será medir con mayor precisión y frecuencia el nivel de compromiso de la empresa con sus grupos de interés. La capacidad de adaptación que ofrece una adecuada gestión de las variables ESG solo se producirá si es posible conectar con los grupos de interés y con un entorno cada vez más cambiante.
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El Servicio de Impuestos Internos (SII) llenó la vacante de uno de sus cargos estratégicos: la Dirección de Grandes Contribuyentes (DGC).
Tras la salida del anterior director, Christian Soto, por su eventual implicancia en delitos mencionados en el denominado caso Audios, el organismo designó hoy al abogado Sergio Henríquez como nuevo jefe de la unidad.
Henríquez es abogado y magíster en Derecho Tributario, ambos de la Universidad de Chile. Tiene 40 años y cuenta con más de 15 años de experiencia en materia tributaria, tanto en el ámbito público como privado.
En el ámbito laboral, fue asesor de política tributaria del Ministerio de Hacienda entre 2014 y 2017, y luego Coordinador de política tributaria de la cartera a fines del gobierno de la expresidenta Bachelet. También se desempeñó como jefe de gabinete en la Subsecretaría de Hacienda, entre marzo de 2022 y marzo de 2023. Hasta la fecha, se desempeñaba como jefe de gabinete del Ministerio de Vivienda y Urbanismo
En su desempeño en el mundo privado trabajó como abogado tributario en Sapag y González, Bofill, Escobar, Silva, y fue gerente senior en la consultora KPMG, especializándose en temas relacionados con tributación inmobiliaria y tributación internacional.
En el plano académico, el abogado ha sido docente en distintos cursos de postgrado relacionados con el derecho tributario en las Universidades Adolfo Ibáñez y Católica de Valparaíso.
Cercano al Frente Amplio, Henríquez es hijo del exministro de Vivienda del mismo nombre durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, entre 1997 y 2000.
El área donde llega
El año pasado, y como parte de su estrategia de fiscalización del cumplimiento tributario de los grandes grupos empresariales, el SII reestructuró la DGC, con la inclusión de tres departamentos de Cumplimiento de Grandes Grupos Empresariales, una Oficina de Facilitación y Asistencia, un Departamento Jurídico, un Departamento de Procedimientos Administrativos Tributarios, un Departamento de Administración y una Oficina de Apoyo a la Gestión.
El proceso contempló también la actualización de los criterios de incorporación a la nómina de contribuyentes que maneja la repartición.
“Con estos cambios, el foco del trabajo de la DGC ya no está puesto en la revisión de cada empresa como tal, sino en generar un conocimiento acabado del modelo de negocios implementado por cada grupo y, de esa forma, diseñar un tratamiento diferenciado, aprovechando todas las capacidades instaladas en los equipos del servicio y fortaleciendo la vinculación con otras instituciones del Estado y administraciones tributarias, en el marco del Foro de las Administraciones Tributarias, dependiente de la OCDE, de la cual nuestro Servicio forma parte activa”, explicó el SII en el comunicado donde anuncia la llegada de Henríquez a la DGC.
Pasadas las 21 hrs. de este miércoles y de cara a la discusión en particular que comenzará la próxima semana en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, el Gobierno finalmente ingresó indicaciones al proyecto de ley corta de isapres, en las que, tal como se esperaba, puso límites al alza de precios que deberán hacer las aseguradoras para alcanzar el equilibrio financiero, pero con un nuevo mecanismo que hasta ahora no estaba considerado en la ecuación.
Cabe recordar que el objetivo central de la ley corta es justamente aplicar el fallo por tabla de factores y generar las condiciones para que la industria pueda resistirlo. En la práctica, esto se traduce en instruir las devoluciones masivas a afiliados y, a raíz de ello, dar espacio a algún mecanismo para que las isapres puedan aumentar sus ingresos.
Dicho mecanismo, durante toda la tramitación de la ley corta, consistía en un alza de precios base de los planes que debía ser justificada ante la Superintendencia de Salud. No obstante, en sus últimas indicaciones, el Gobierno reemplazó esto por “una prima extraordinaria correspondiente al monto necesario para cubrir el costo de las prestaciones, licencias médicas y otros beneficios de sus personas afiliadas y beneficiarias”.
Las condiciones para esa prima son que no podrá considerar el déficit que pudiese haber presentado una isapre antes del 30 de noviembre de 2022 -fecha en que se dictó el fallo- y que tampoco podrá implicar un alza “mayor al 10% respecto de la cotización para salud descontada de las remuneraciones, pensiones y rentas afectas a aquellas, correspondientes al mes de julio de 2023, o a la cotización descontada al momento del alza si el contrato fuese posterior a dicha fecha”.
Por otro lado, el Ejecutivo también agregó un artículo que dice que las isapres deberán justificar ante la Superintendencia los cobros que realizarán por las Garantías Explícitas de Salud (GES), teniendo que ser verificados por la autoridad.
Además, agregó una serie de indicaciones relacionadas al otro brazo de la ley corta, que es el fortalecimiento de Fonasa a través de la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), por ejemplo, regulando el pago de primas por los seguros que crea esta nueva norma y fijando contornos de posibles planes familiares que se ofrecerían.
Un eventual recálculo de la deuda del sistema, por ahora se mantiene ausente. Algunas fuentes del Congreso aseguran que es un debate que sigue abierto y que el Gobierno estaría abierto a negociar en una casi segura Comisión Mixta que sería presidida por el senador Javier Macaya (UDI).
El dólar subía a media mañana del jueves en el mercado cambiario chileno, luego que se conocieron sólidos datos de producción industrial del INE en febrero, junto a cifras de desempleo en el trimestre diciembre-febrero, mientras que Estados Unidos revisó al alza el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) en el cuarto trimestre de 2023.
Pasadas las 10 de la mañana, el dólar se negociaba a $983,90, con un alza de $3,39 respecto del cierre del miércoles, según las cotizaciones en Bloomberg. El dollar index se mantenía estable en 104,37, mientras que los futuros del cobre en Comex aumentaban levemente y recuperaban los US$ 4 por libra.
Los operadores esperan ahora las cifras de la inflación subyacente de gastos de consumo personal de Estados Unidos, que se publicarán el viernes, así como la comparecencia del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.
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