Economia
La apuesta de Elon Musk por Donald Trump rinde sus frutos
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Donó más de 120 millones de dólares a la campaña republicana, organizó ayuntamientos en estados clave como Pensilvania e incluso sorteó 1 millón de dólares diarios entre los votantes que firmaron su petición a favor de la libertad de expresión. La apuesta “all in” de Elon Musk, el hombre más rico del mundo y máximo ejecutivo de Tesla y SpaceX, por Donald Trump dio sus frutos. Tanto es así que, al proclamar su victoria, el nuevo presidente estadounidense dijo: “ha nacido una estrella: Elon”.
El excéntrico multimillonario se sumó públicamente a la campaña en julio, horas después del intento de asesinato contra el expresidente. Se alineó con su discurso sobre temas como inmigración y regulación, disgusto por los medios tradicionales, la guerra cultural, diversidad y género, y utilizó su red social “X” para publicar cientos de mensajes pro-Trump a través de su cuenta con más de 200 millones de seguidores.
Nadie hizo más por el político estadounidense que el empresario con una fortuna de 263 mil millones de dólares (el día de las elecciones). Y su apoyo no sólo supone un aliado para la Casa Blanca, sino que también marca un triunfo estratégico para Musk, que se convertirá en uno de los asesores más influyentes del presidente al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, lo que, a su vez, podría significar un conflicto de intereses sin precedentes en los niveles más altos del gobierno.
El papel prometido por Trump al propietario de Tesla le daría poder para reducir el gasto público (ha dicho que podría recortar 2 billones de dólares del presupuesto federal) y la capacidad de interferir en las políticas y agencias federales que supervisan su vasto imperio. En su opinión, existe una “enorme burocracia federal que frena en gran medida a Estados Unidos”, lo que hace suponer a los analistas que propondrá cambios profundos en esa dirección, pudiendo adaptar las regulaciones a sus propios intereses financieros.
Cabe recordar que él y sus empresas -seis en total- han sido investigados en varias ocasiones por organismos como la Comisión Federal de Comercio, la Comisión de Bolsa y Valores y el Departamento de Justicia, por la protección de datos de los usuarios X, la la seguridad de sus coches eléctricos y las actividades de su Comité de Acción Política en las elecciones. Según The New York Times, Tesla y SpaceX tienen abiertas 20 investigaciones por posibles ilegalidades en sus operaciones.
El propietario de SpaceX aseguró que podría recortar al menos 2 billones de dólares del presupuesto federal estadounidense, lo que requeriría un nivel de austeridad sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los beneficios de tu apuesta
Con la victoria del republicano, los inversores creen que las empresas de Musk se beneficiarán. Las acciones de Tesla subieron hasta un 15% el miércoles, alcanzando un máximo de 52 semanas, antes de cerrar con un alza del 14,61% a 288,17 dólares, cerca de su nivel más alto de su historia.
Aunque Trump ha sido crítico con los vehículos eléctricos durante toda su campaña, tras el respaldo del multimillonario pasó a elogiarlos. “Estoy a favor de los coches eléctricos”, afirmó en agosto. “Tengo que serlo porque Elon me apoyó firmemente”.
Así, incluso si el nuevo inquilino del Despacho Oval redujera los incentivos fiscales para los vehículos eléctricos, varios analistas predicen que Tesla tendría una ventaja competitiva sobre otros fabricantes. De hecho, Musk podría intervenir -como ya ha dicho que quiere- en la aprobación de la función de piloto automático asistido, clave para el negocio de su empresa que se ha enfrentado a una serie de obstáculos regulatorios.
Pero donde el empresario puede ganar más al tener una línea directa con el Presidente es a través de SpaceX, que se ha convertido en un socio cada vez más vital para la NASA y el Departamento de Defensa de Estados Unidos, cerrando contratos gubernamentales por más de 15 mil millones de dólares en los últimos años. 10 años.
“Sólo Elon puede hacer esto”, dijo Trump en su discurso en el Centro de Convenciones de Palm Beach tras los resultados, en referencia al lanzamiento y aterrizaje del cohete Starship hace dos semanas. “¿Quién más puede hacer eso? A nadie más, por eso te amo, Elon”, añadió.
Es más, el republicano abrazó el objetivo de Musk de llegar a Marte en 2028 o antes del final de su mandato: “Llevaremos un astronauta estadounidense a Marte”, afirmó. Un plan que comenzaría con este paso, pero que aspira a la colonización del planeta rojo en torno a 2050. A través de X ha afirmado que el departamento del que se encargará “es la única manera de extender la vida más allá de la Tierra”.
El futuro presidente también ha mostrado su inclinación por Starlink, el negocio de Internet por satélite del magnate, al considerar que podría conectar determinadas zonas rurales mejor que las líneas fijas de fibra óptica, sugiriendo destinar más subvenciones a los satélites.
Así, la empresa podría beneficiarse de la nueva campaña gubernamental de expansión de Internet por alrededor de 42 mil millones de dólares.
De manera similar, Musk podría jugar a favor de sus empresas más pequeñas, diluyendo las reglas sobre inteligencia artificial que afectarían a xAI o desregulando las políticas en torno a los implantes cerebrales Neuralink.
Independientemente de que se complete o no el Departamento de Eficiencia Gubernamental, el millonario ya ha anunciado -después de ver los resultados con Trump y su familia en su residencia de Mar-a-Lago en Florida- que planea seguir involucrado en política a través de su grupo pro. . PAC republicano de América.