El equipo chileno jugó una final. El propio Ricardo Gareca lo expresó de esa manera. La última bala fue contra Ecuador, con la obligación de ganar en casa. No sucedió. El cruce antes del equipo de Guayas tuvo dos tiempos marcados. En el primero, el rojo hizo lo mejor en la era del tigre, marcando una superioridad con respecto a las instrucciones de Sebastián Beccacece. Sin embargo, la falta de objetivo sigue siendo uno de los karmas del equipo nacional. Y en el complemento, el panorama cambió. Luego, terminó en un sorteo sin goles que no funciona para las posibilidades cada vez más reducidas de repechaje. Excepto por un milagro, Chile no estará en América del Norte 2026.
En la historia del equipo nacional, solo una vez estaba fuera de tres copas consecutivas: México 1986, Italia 1990 y los Estados Unidos 1994. Aquí se cruzaron los factores deportivos y de deportes adicionales, porque Chile fue sancionado con la exclusión del proceso de clasificación para los Estados Unidos ’94 siguiendo el fruto de la pasión de Roberto ‘Condor’ Rojas. Pero ahora son tres eliminaciones seguidas en la cancha. Para dimensionar lo que esta fila de tropezar significa que ha tomado el rojo de élite en el que no tiene que navegar tanto tiempo.
Los números son nefastos. No solo es dura en América del Sur (evocando lo que le sucedió a Corea-Japan 2002). El equipo nacional es el peor lugar (nueve puntos de 21, como Perú), el peor visitante (un punto de 21) y el segundo frente menos efectivo (solo nueve goles convertidos).
En tiempos convulsionados, el fusible es siempre el entrenador. Ricardo Gareca está en una posición más que incómoda, porque llegó con altas expectativas y no ha encontrado el tono. Las estadísticas frías son el reflejo de un proceso cuesta arriba. De 11 partidos oficiales, solo uno ganó (7 puntos de 33 posibles).
La visión generalizada es que el mal momento del fútbol chileno es multifactorial. En el caso específico de la selección absoluta, Gareca es la cara visible de una situación compleja. Desafortunadamente por las aspiraciones de la pintura criollo, La falta de un plan B al recaudar o modificar el proceso de una parte fue expuesta (nuevamente). Como antes de Paraguay, antes de los ecuatorianos tomó los cambios. Además, como el argentino es un DT que se aferra a sus principios tácticos (4-2-3-1 es la base y no se toca), apela a la posición de posición por posición. Esto sucedió en el segundo período de este martes: Zampedri por Vargas, Aránguiz de Pizarro y Pavez de Echeverría. Los barcos tuvieron que ser quemados, mover el tablero, porque necesitaba ganar. Y no se hizo.
La generación dorada, la que entregó dos trofeos a Chile, pero que quedó fuera de su Copa Mundial (Rusia 2018), contribuyó con la jerarquía y el aplomo. Unos y otros. El hecho de que los bastiones del elenco de dos tiempos de América estire su presencia en la selección, ocupando el lugar donde podrían ocupar otros valores jóvenes (ejemplo: 2017 Confederations Cup), Terminó generando que la segunda línea del equipo enfrentó desafíos sin tantas presencias oficiales con el equipo nacional.
Paralelamente, la falta de variantes también ha sido un problema. ¿Quién es la alternativa para Eduardo Vargas, sustituto en Nacional de Uruguay, regresó al equipo con Gareca? En esta fecha doble estaba Fernando Zampedri, nacionalizado, 37. “Ahí creo que algo está fallando en el tema formativo. Como no vamos a tener un niño de 20 o 23 (años) que puedan garantizarnos que estemos presentes en la selección”, dijo Iván Zamorano. La otra carta ofensiva en la que confiaba era Ben Brereton, nacido en Inglaterra, exonerada de La Roja por Gareca después de ser reemplazado antes de Bolivia.
La devaluación de la plantilla se puede percibir de varias maneras. Se trata de comparar de dónde provienen los jugadores de cada selección. Hoy, la base de la selección corresponde al medio local y argentina. El fútbol chileno no tiene jugadores de fútbol en tres de las cinco ligas principales en Europa: Premier League, Laliga de España y Bundesliga. Son señales poderosas. Las excepciones son Gabriel Suazo (Toulouse), Guillermo Maripán (Torino), Alexis Sánchez y Damián Pizarro (Udinese). En el caso de los dos últimos, debes diferenciarlo. El Tocopillano ha sufrido por sus temas físicos. De hecho, no ha podido jugar en clasificatorios con Gareca en el banco. El segundo, que podría aparecer como una alternativa ofensiva, tenía un sub 20 de América del Sur para el olvido y no tiene actividad en el primer equipo Biantoneri.
Brayan CortésEl portero titular de La Roja, perdió su posición con Fernando de Paul en Colo Colo. Una de las perspectivas del portero es Vicente Reyes, quien no fue convocado para estos partidos. Felipe Loyola Es una figura independiente, una de las letras de rojo más valoradas, que juega como mediocampista interno. El entrenador chileno lo usa como un equipo, ya que él sabe, pero no es el que usa actualmente. La lesión de Fabián Hormazábbal alteró el plan. Y Gareca convocó un par de lados que no han tenido un buen 2025: Nicolás Fernández y Dylan Escobar. Mientras Darío osorio Despierta la ilusión de una reemplazo, pero juega en Dinamarca, una competencia de segundo o tercer orden en la UEFA. ¿Hay más jugadores donde tomar la mano hasta el final de los clasificatorios?
El ex entrenador de Perú se aferra a su cargo. “No me gustaría dejar la posición en este momento. Quiero estar al lado de los niños, es lo que me corresponde como entrenador. ¿Cómo estoy? Con todas las fuerzas para continuar. Chile no está pasando por esto ahora. Es una situación difícil para todos los entrenadores, todos los jugadores”, dijo después del empate. Mientras Pablo Milad lanzó su mano. “Con Gareca o quien sea, tenemos que pelear y seguir siendo juegos”. Emitió el martes por la noche.
Más frases, menos frases, lo concreto es que clasificar la Copa del Mundo es una quimera. Cinco puntos del repechaje, con 12 en disputa, y la próxima parada será contra Argentina, en junio.