El rojo No puede escapar de los contratiempos físicos. En solo unos días de entrenamiento, cuatro jugadores han sufrido diferentes problemas. Todo esto mientras Nicolás Córdova Trabaja en la selección con la opinión establecida en el futuro y en la idea de establecer un contingente renovado para los desafíos de los próximos años. Este martes, el equipo nacional cierra su paso infructuoso por los clasificatorios que reciben Uruguay de Marcelo Bielsa.
El primero en caer fue Darío osorioquien presentó una lesión muscular que lo obligó a liberarlo antes del viaje a Brasil. La pérdida del fin generó inquietud, ya que llegó en un buen momento en Midtjylland y se proyectó como una alternativa de ataque. A su caso fue agregado a Benjamín KuscevicTambién afectado por una complicación muscular. La defensa central no pudo estar frente al cañido, aunque permaneció al lado del grupo hasta después de ese compromiso. Finalmente, el cuerpo técnico decidió liberarlo antes de la reunión con Uruguay, con la idea de que puede concentrarse en su recuperación en la fuerza.
La situación más grave, sin embargo, fue César Pérez. El volante sufrió un Ligamento cruzado anterior. El diagnóstico se conocía antes del choque contra el celestial, dejando el rojo sin una pieza de reemplazo que proporcionaba dinámica en la zona media. La ex sindicato de La Calera resultó herida en el entrenamiento del sábado.
Finalmente, está el caso de Bruno Barticciotto. El delantero no fue liberado, pero una incomodidad muscular le impidió estar en el debut contra Brasil. El atacante del taller todavía está bajo observación del cuerpo médicoEsperando que esté disponible para lo que viene, aunque sin certeza de si se recuperará completamente en esta doble fecha.
Que en menos de una semana cuatro jugadores diferentes presentan complicaciones físicas inevitablemente preguntas abiertas. Si bien las lesiones tienen su propio contexto, la magnitud a tan corto plazo atrae la atención a un proceso que acaba de comenzar.
La intensidad
El trabajo de Córdova busca marcar un sello. El entrenador interino, que asumió en un momento complejo, ha tratado de establecer una dinámica intensa desde el primer día. El DT también ha puesto énfasis en la preparación física. Su entrenamiento ha sido de alta carga, con doble día en los primeros días y ejercicios en espacios pequeños, buscando simular la presión y la intensidad de las selecciones de élite. El estratega insiste en que el fútbol moderno se juega en unos pocos metros y exige la máxima concentración para recuperarse y mover el balón rápidamente. Por lo tanto, sus sesiones incluyen trabajos de posesión constantes con toques y límite de finalización.
El técnico, que ya estaba en el pre -olímpico U 23 y en el sub 20 de América del Sur, había mostrado rigor hasta el punto de marginar a los jugadores que no cumplieron con parámetros físicos específicos, transfirieron ese estándar al adulto. Su apuesta es mejorar la inteligencia táctica del jugador chileno y compensar con la intensidad física las diferencias que se han acentuado en el continente en los últimos años.
Sin embargo, este nivel de demanda ahora coexiste con un escenario inesperado: en solo siete días, cuatro jugadores quedaron fuera, lo que reduce las opciones para los partidos de demanda máximos. La preocupación es evidente: si se acumulan tantas complicaciones en una semana, el margen de error se reduce y la planificación está condicionada. Córdova enfrenta su primera gran prueba: mantener la competitividad del equipo a pesar de un escenario físico adverso que nadie esperaba tan pronto.